Anexo:Tipos de costas

Costas
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Las costas.Son las zonas donde las tierras y los mares se ponen en contacto. En los mapas las costas aparecen señaladas por una línea, pero en la realidad constituyen una faja de anchura variable, que se encuentra sujeta a las influencias de la tierra y del mar.

Tipos de costas

Hay numerosas clasificaciones de las costas, pero la más aceptada se basa en el origen de los diferentes tipos de costa. Esta clasificación genética toma en cuenta principalmente los movimientos de ascenso y descenso que se han producido en épocas recientes en las áreas costeras.

Durante la larga evolución geológica de nuestro planeta muchas regiones que hoy forman parte de los continentes y las islas, estuvieron debajo de las aguas. Los fósiles, tan abundantes en las rocas sedimentarias lo confirman. Pero aun en épocas recientes se han registrado cambios en el nivel de las costas, y continúan registrándose. Las terrazas marinas son una prueba del ascenso de la línea de la costa. El ejemplo más notable de estos cambios de nivel del litoral se encuentra en el templo de Júpiter, en Puzzuoli, cerca de Nápoles, Italia. Cuando se produce un ascenso en el nivel de las tierras, o un descenso en el nivel del mar, la línea de la costa se mueve en dirección del mar y tiende a hacerse más regular. Estas son las llamadas costas de emersión. Si por el contrario el nivel de la tierra desciende o aumenta el nivel de las aguas, el avanza tierra adentro y ocupa todas las depresiones, dando lugar a una línea de costas muy irregular. Estas son las llamadas costas de sumersión.

Costa de emersión

Al formarse una costa de emersión queda al descubierto una parte del fondo del mar, correspondiente a la plataforma. Si la emersión se produce en una región llana, la nueva costa será recta y regular, y carecerá de buenas bahías. Además, estas llanuras costeras son muchas veces cenagosas y poco propicias a la agricultura. Cuando las llanuras costeras son secas y fértiles la falta de bahías dificulta su poblamiento. Tales costas se encuentran en el sureste de Estados unidos, en la península de Yucatán, en la costa sur de Cuba y en la Argentina.

Las costas resultantes de la emersión de una región montañosa poseen no solamente pocas bahías, sino que además la llanura costera resultante es muy estrecha y las comunicaciones con el interior del continente o de la isla son muy difíciles. Este tipo predomina en la costa del Pacífico de ambas Américas, desde Oregón, en Estados Unidos, hasta la región central de Chile. En todo este enorme tramo de la costa del Pacífico solo hay una bahía de grandes dimensiones, la de San Francisco, en California, la cual se debe a una sumersión local que inundó el valle del río Sacramento.

Costa de sumersión

Al formarse una costa de sumersión el mar cubre parte de las tierras, dando origen a numerosas irregularidades, de acuerdo con las características del relieve anterior. Si la región es baja, el mar penetra considerablemente hacia el interior, inundando los valles posos profundos. Los ríos que antes eran afluentes de un río mayor, pasan a desaguar directamente en el mar, convirtiéndose la porción inferior de sus valles en bahías, mientras las áreas más elevadas forman islas. Este tipo de costa favorece la ocupación humana, pues los suelos son casi siempre fértiles y fácil la comunicación por la abundancia de bahías. En costas de este tipo se encuentran muchos grandes puertos a lo largo del mundo.

Cuando el descenso del nivel de las tierras se produce a lo largo de una región montañosa, las costas de sumersión son denominadas rías o fiordos, según el caso. Las costas de rías se caracterizan por sus muchas bahías e islas. Las costas fiordos presentan valles mucho más profundos, estrechos y largos que los de las rías, debido a que fueron excavados por enormes glaciares que cubrieron hace millares de años extensas áreas continentales. Las regiones donde se encuentran los fiordos poseen un relieve demasiado abrupto para favorecer la agricultura; lo que explica la importancia que poseen la navegación y la pesca para los noruegos y los habitantes de todas las regiones con este tipo de costa.

Costa de tipo neutro

Algunas costas no deben sus principales características a los cambios de nivel de las tierras, sino a otros factores, y se les llama por ello costas neutras. Entre las distintas clases de costas neutras figuran las debidas a los deltas de los ríos, las formadas por las lavas volcánicas, cuando los productos de la erupción alcanzan el mar, y las costas de formaciones coralinas, muy abundantes en los mares tropicales.

También se incluyen entre las costas de tipo neutro las originadas por fallas, o sea, fracturas de la corteza terrestre. Cuando al producirse una falla uno de los bloques desciende a las profundidades del mar y el otro se eleva formando la costa, tenemos una costa de falla.

Costa compuesta

Es muy difícil encontrar una costa que presente únicamente las características de uno de los tipos de clasificación señalados. Todas las costas han pasado por distintas etapas cuyas huellas son más o menos visibles. Cuando los caracteres de un tipo de costa predominan sobre los demás, se le considera de esa clase; pero cuando las características de más de un tipo se observan muy marcadamente, la costa es llamada compuesta.

La evolución de las costas

Las costas son escenario de perpetuos cambios. A estos cambios contribuyen muchos factores, tales como las olas y las corrientes, que al chocar contra las tierras van desintegrando las rocas, y la acción erosiva constante de los fragmentos de roca arrojados por las olas sobre la costa. Las olas y las corrientes transportan los restos de esa desintegración desde las zonas salientes a aquellas donde hay entrantes. Además, contribuyen a modificar las costas el crecimiento de algunas plantas, las formaciones coralinas y los movimientos de ascenso y descenso de las tierras.

Cualquiera que sea el tipo original de una costa, la tendencia de la evolución es a convertir el litoral en una línea recta, eliminando los accidentes. Este ciclo de las costas nunca se realiza en la forma completa que idealmente representan los diagramas, pues las fuerzas que actúan en la evolución del relieve nunca descansan, y dan lugar a nuevas irregularidades.

Las terrazas marinas

Cuando las rocas que forman la costa se elevan considerablemente por sobre el nivel del mar, las olas las baten con gran violencia. La acción destructiva de las olas acaban por formar una pared casi vertical denominada acantilado o farallón. El material que las olas arrancan a las porciones altas de las costas, lo depositan bajo el agua, formando una terraza submarina, que va quitando fuerza a las olas, lo cual hace aumentar la deposición con el paso del tiempo. Esta deposición continua da lugar a una playa que queda al descubierto al producirse la marea baja o bajamar. Este es el origen de las playas de arena. Cuando se produce un ascenso en el nivel de las tierras, la terraza submarina se eleva sobre el nivel del mar y forma una terraza marina, en forma de escalón.

Las bahías

De todos los accidentes de las costas, los más importantes, desde el punto de vista del hombre, son las bahías. Una bahía es una identación de la costa donde las embarcaciones pueden anclar sin correr el peligro de que una tormenta las destruya. Muchas bahías han sido adaptadas para el tráfico marítimo y a ellas llegan regularmente los buques para cargar y descargar mercancías y para recoger y dejar pasajeros. Estas bahías reciben el nombre de puertos.

Una buena bahía debe reunir muchos requisitos. Debe poseer una entrada amplia y profunda para que puedan visitarla buques de gran porte; debe ser extensa y poseer suficiente profundidad para admitir muchos buques a la vez; sus costas no deben ser muy elevadas, de tal manera que sea posible construir muelles y otras facilidades portuarias; debe servir a una amplia región tributaria cuyos productos puedan ser embarcados y para la cual puedan recibirse mercancías del exterior.

La existencia de buenas bahías ha facilitado el desarrollo de algunas regiones, mientras la falta de ellas ha sido un obstáculo para el poblamiento de regiones poseedoras de valiosos naturales. El desarrollo de las naciones del occidente de Europa se debe en gran medida a las numerosas bahías que presentan sus costas.

Las más notables bahías del mundo corresponden a ríos, valles inundados, albuferas, atolones y cráteres volcánicos sumergidos.

Fuente

Marrero, Leví. La tierra y sus recursos. Publicaciones Cultural, S. A