Antihipertensivos

Antihipertensivos
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Concepto:El término antihipertensivo se utiliza para clasificar a toda sustancia o procedimiento que disminuye la presión arterial.

Antihipertensivos: Se conocen como agentes antihipertensivos a un grupo de diversos fármacos utilizados en medicina para el tratamiento de la hipertensión, varios de estos fármacos tienen la propiedad de disminuir la presión arterial, sin embargo sólo un grupo relativamente selecto es usado en el tratamiento de la hipertensión arterial crónica. Tratar la hipertensión arterial le ayudará a prevenir cardiopatía, accidente cerebrovascular, problemas de visión, enfermedad renal crónica y otras enfermedades vasculares.

Clasificación

Según el mecanismo de acción a utilizar, los distintos antihipertensivos se clasifican en: diuréticos, bloqueadores adrenérgicos beta, bloqueadores de los canales del calcio, bloqueadores de la enzima convertidores de la angiotensina, bloqueadores de los receptores de la angiotensina, e inhibidores adrenérgicos centrales y periféricos.

Los utilizados con mayor frecuencia son:

  • Los diuréticos, conocidos como píldoras de agua, ayudan a los riñones a

eliminar algo de sal (sodio) del cuerpo y como resultado, los vasos sanguíneos no tienen que contener tanto líquido y su presión arterial baja. Actúan esencialmente disminuyendo el volumen sanguíneo, lo que disminuye a su vez la tensión sobre las paredes arteriales. Existen cuatro clases distintas en la actualidad, de las cuales sólo los derivados tiazídicos son recomendados para el tratamiento de la hipertensión. Esto se debe a: la alteración del equilibrio hidroelectrolítico por la pérdida de agua y electrolitos que pueden suceder con su uso, y a la falta de beneficios demostrables en el tratamiento a largo plazo de la hipertensión.

  • Los betabloqueadores hacen que el corazón palpite a una tasa más lenta y con menos fuerza. Estos son son fármacos que bloquean el efecto de la adrenalina y sustancias afines (simpaticomiméticos) sobre los vasos sanguíneos, provocando que éstos se dilaten, la resistencia al paso de la sangre disminuya y, por consecuencia, la presión arterial descienda.
  • Los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (también llamados inhibidores IECA) relajan los vasos sanguíneos, lo cual reduce su presión arterial. Estos interfieren en la producción de angiotensina, una hormona vasoconstructora, a través del bloqueo de la enzima que la produce. Tal efecto no sólo reduce la presión arterial, sino que disminuye el daño vascular provocado por la hipertensión, lo que a su vez disminuye la incidencia de complicaciones o la velocidad a la que éstas se desarrollan, especialmente la insuficiencia renal o la insuficiencia cardíaca.
  • Los bloqueadores de los receptores de angiotensina II (también llamados BRA) funcionan más o menos de la misma manera que los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina.
  • Los bloqueadores de los canales del calcio relajan los vasos sanguíneos al impedir que el calcio entre en las células. Son medicamentos que bloquean la contracción del músculo liso en la pared de los vasos sanguíneos, controlada por el ion calcio, disminuyendo la resistencia vascular en forma similar a los bloqueadores adrenérgicos beta.

También existen otros que no se utilizan con la misma frecuencia que abarcan:

  • Los bloqueadores alfa ayudan a relajar los vasos sanguíneos, lo cual reduce su presión arterial.
  • Los fármacos que actúan sobre el sistema nervioso central le dan una señal al cerebro y al sistema nervioso para relajar sus vasos sanguíneos.
  • Los vasodilatadores le dan una señal a los músculos en las paredes de los vasos sanguíneos para que se relajen.
  • Los inhibidores de renina, un tipo de medicamento más nuevo para tratar la hipertensión arterial, actúan relajando los vasos sanguíneos.

Antihipertensivos durante el embarazo

El tratamiento farmacológico en la hipertensión crónica durante la gestación sigue siendo controvertido. Los bloqueadores beta-adrenérgicos se deben utilizar con precaución al principio de la gestación, pues pueden retrasar el crecimiento fetal; son eficaces y seguros en el tercer trimestre de la gestación. Los IECA están contraindicados en la gestación porque pueden lesionar la regulación de la presión arterial y la función renal fetal y neonatal. Las mujeres que toman estos fármacos y se quedan embarazadas deben cambiar de tratamiento antihipertensivo de manera inmediata. En caso de hipertensión grave o preeclampsia a partir de la 36ª semana de gestación, el parto es el tratamiento de elección.

Efectos secundarios

La mayoría de los medicamentos para la presión arterial son fáciles de tomar, pero todos los medicamentos tienen efectos secundarios. La mayoría de éstos son leves y muchos de ellos desaparecerán con el tiempo. Algunos efectos secundarios comunes de los medicamentos antihipertensivos pueden ser:

  • Tos
  • Diarrea o estreñimiento
  • Vértigo o mareo leve
  • Problemas de erección
  • Sentirse nervioso
  • Sentirse cansado, débil, soñoliento o con falta de energía
  • Dolor de cabeza
  • Náuseas o vómitos
  • Erupción cutánea
  • Pérdida o aumento de peso sin proponérselo

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