Bogavante

Bogavante
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Crustáceo marino.
Clasificación Científica
Reino:Animalia
Filo:Arthropoda
Clase:Crustacea
Familia:Nephropidae

Bogavante (Homarus gammarus). Crustáceo decápodo marino, muy similar a la langosta, que puede alcanzar los sesenta centímetros de longitud. Es un pariente próximo de la langosta americana y de la cigala, y más lejanamente de la langosta.

Hábitat

Habitan en fondos rocosos o zonas de acantilados, en aguas frías, se encuentra desde la orilla hasta unos 150 m, normalmente a menos de 40 m.

Distribución

En el este del Océano Atlántico, desde las Islas Lofoten, en el noroeste de Noruega hasta Azores y Marruecos. También puede ser encontrado en partes del Mar Mediterráneo y en el noroeste del Mar Negro.

Apariencia

Estos crustáceos marinos se clasifican dentro de los decápodos por poseer diez extremidades. Dos de ellas se han transformado en dos grandes pinzas desiguales, una es más gruesa y está más desarrollada que la otra, que le sirven para atrapar y quebrantar a sus presas, la pinza derecha con dientes romos que incluso trituran los caparazones de sus presas y la izquierda con dientes finos y afilados con los que desgarra y corta los alimentos. Son unas pinzas muy potentes, por lo que los bogavantes se suelen comercializar con ellas atadas. Su apariencia es muy agresiva. Es el crustáceo marino más grande (peso mínimo para captura comercial es de 500 gr. que alcanzan a los 6 años de edad, si viven lo suficiente pueden alcanzar hasta 1 metro de largo y 15 kg. de peso), de cuerpo robusto, dividido en dos partes claramente diferenciadas, el cefalotórax o cabeza y el abdomen o cola, ambos cubiertos por un caparazón de forma cilíndrica.

En la cabeza, dos pares de espinas situadas detrás de los ojos. Dos grandes pinzas y cuatro pares de patas, los dos primeros con pincitas diminutas y los dos últimos acabados en uñas. Las hembras tienen unas pequeñas extremidades atrofiadas después del último par de patas. Posee un surco longitudinal de la cabeza a la cola y el abdomen en forma de anillos (siete).

Crecimiento

Se produce mediante sucesivas mudas del caparazón. Las mudas disminuyen con la edad y mientras dura se refugian en cavidades.

Alimentación

El bogavante prefiere sepias, calamares, pulpos y pequeños peces. Comen por la noche y permanecen ocultos en cuevas durante el día.

Reproducción

Se reproducen cada dos años, normalmente en verano, las hembras transportan bajo el abdomen miles de huevas que eclosionan en el agua dejando libres a las larvas, que nadan durante unas cinco semanas hasta que se asientan en el fondo. El número de huevos que sobrevive es bajo en comparación con la puesta.

Cría

Se ha tratado de producir estos crustáceos mediante técnicas de cultivo, aunque aún no se han consolidado. Lo que se suele hacer es capturarlos y mantenerlos vivos en cetáreas hasta su venta.

Propiedades nutritivas

Tiene como principal nutriente las proteínas de gran valor biológico, con bajo contenido en grasas, predominan las insaturadas (beneficiosas para la salud). También destacan por su riqueza de aminoácidos como fósforo, potasio, calcio, magnesio, hierro y en especial zinc, con un papel fundamental para nuestro organismo por su implicación en funciones metabólicas como las síntesis de insulina, carbohidratos, proteínas y grasas.

Tampoco es descartable el aporte vitamínico, sobre todo tipo A, B2, B3, B6 y B12. Como otros crustáceos, su consumo debe restringirse especialmente en personas con hiperuricemia o gota, ya que poseen purinas que se transforman en ácido úrico. Desaconsejados también en personas hipertensas.

Cocina

Este es, sin duda, uno de los crustáceos más utilizados en la alta cocina y más apreciados por los amantes del marisco. Posee una carne abundante y firme, y su consumo no exige demasiadas complicaciones de pelado y cocción.

El bogavante se come hervido, a la plancha, guisado, en ensaladas, etc.

La carne del bogavante tiene un sabor más intenso comparado con la de la langosta. Como en otros tipos de crustáceos, la hembra es la más valorada por su mayor cantidad de carne y la presencia de huevas. Tanto bogavante como langosta deben estar vivos en el momento de cocerlos, sumergirlos en agua con sal, (punto de agua de mar). una vez roto el hervor, cocinar entre 10 a 15 min. dependiendo del tamaño. Una vez cocidos sumergirlos en agua con abundante hielo.

En la alta cocina, durante muchos años se han efectuado verdaderas atrocidades con esta delicia. Tanto en la manera de cocinarlo, como de servirlo. Por eso recomendamos tener cuidado con la mayoría de las recetas que circulan en internet o en libros.

Fuentes