Castillo de Evoramonte

Castillo de Evoramonte
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Obra Arquitectónica  |  (Castillo)
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Ubicado en Portugal, en Alentejo, se encuentra en la ciudad de Evora Monte, Municipio de Estremoz, distrito de Evora. Erguido en uno de los puntos más elevados de la Sierra de Ossa, en el centro del pueblo, desde sus muros se domina una gran extensión.
Descripción
Tipo:Castillo
Estilo:Románicos y góticos y luego se fueron añadiendo los manuelinos, renacentistas y barrocos.
Localización:Ciudad de Evora Monte, Municipio de Estremoz, Portugal Bandera de la República Portuguesa Portugal
Uso inicial:Fortaleza
Uso actual:Atracción turística
Datos de su construcción
Inicio:1160
Otros datos
Premios:Monumento Nacional portugués declarado en 1910


Castillo Evoramonte. Ubicado en Alentejo, se encuentra en la ciudad de Evora Monte, Municipio de Estremoz, distrito de Evora, en Portugal. Erguido en uno de los puntos más elevados de la Sierra de Ossa, en el centro del pueblo.

Se trata del típico castillo abaluartado de traza italiana, construido en pleno Renacimiento y perfectamente adaptado al uso de la artillería. Su imponente y un tanto siniestra mole se yergue sobre un cabezo que la domina por completo.

Historia

Se cree que la primera ocupación humana en este sitio se remonta a tiempos históricos. En las épocas de la reconquista cristiana de la Península Ibérica, la aldea de los moros fue conquistada por el legendario Geraldo Sem Pavor, alrededor de 1160, momento en el cual comenzó a construirse en castillo.

Sus defensas fueron recuperadas por determinación del D. Alfonso III 1248-1279, soberano que le otorgó el primer aforamiento 1248, renovado en 1271. Estas tentativas de poblamiento, sin embargo, no parecen haber tenido éxito, hasta que su sucesor, D. Dinis 1279-1325, ordenó la fortificación de la villa 1306, con su muralla y puertas. Las personas se animaron a repoblar la zona ya que, al estar cerca de la frontera, era de vital importancia para atraer vecinos que aseguraran la conquista. Hay que considerar que entre los monarcas de la época primaba ante todo el pragmatismo, en el sentido de que no les interesaba la inversión que suponía una expedición de conquista si luego esta no se veía culminada con una acción repobladora eficaz. Si no había repoblación, la comarca se convertía en un erial inculto, ergo no producía rentas a la corona, ergo los gastos de la expedición no podían cubrirse. En definitiva, se conquistaba antes de nada para aumentar, no solo los dominios, sino lo que ello conllevaba: la riqueza en forma de rentas.

Con el ascenso de D. João I al trono, el Castillo de Évora Monte y sus dominios pasaron a posesión del Condestável D. Nuno Álvares Pereira, viniendo posteriormente a integrar los dominios de la Casa de Bragança. En el inicio de la Edad Moderna, D. Manuel I 1495-1521 se inició una nueva etapa constructiva. Quedando una torre del castillo destruida por el terremoto de 1531, es reedificado en inspiración renacentista italiana.

Dos tomas desde el mismo ángulo del estado en que estaba el castillo antes de iniciarse las obras de restauración, y el aspecto que ofrece actualmente

No se tardó mucho en emprender su reconstrucción. Apenas un año más tarde, en 1532, el alcaide de Evoramonte, Teodosio de Bragança, mandó iniciar las obras para la edificación de un nuevo castillo, pero ya bajo los cánones de la traza italiana, más adecuada para el uso de piezas de artillería, así como para defenderse de los disparos de la misma. La traza del mismo fue llevada a cabo por los hermanos Diego y Francisco de Arruda, notables arquitectos e ingenieros militares de la época a los que, además de este castillo, se deben la torre de Belém, las adaptaciones a la pirobalística de los castillos de Moura, Mourão y Portel, o el acuaducto de Amoreira, en Elvas, entre otros.

Pero el destino le tenía reservado a Evoramonte un nuevo desastre, esta vez como consecuencia del terremoto de 1755, que derribó dos de sus torres, concretamente las orientadas hacia el este, así como el derrumbamiento de las bóvedas del edificio central. Así permaneció, en estado ruinoso, hasta que en 1937 se llevaron a cabo las obras necesarias para su rehabilitación.

Construcción

El Castillo de Evoramonte está hecho en piedra de granito, con una planta en forma cuadrangular que en sus vértices tiene varias torres de forma circular, en las que se observan estilos arquitéctonicos como el gótico y el renacentista con una marcada inspiración italiana.

Las torres disponen de cuatro baterías distribuidas en otros tantos niveles, más la azotea, orientadas de forma que cubren todos los ángulos posibles, especialmente las destinadas a batir de flanco en caso de un asalto al castillo. La zona central del edificio se destinó a uso palaciego para el alcalde de la población.

Aspecto de la primera planta

En la primera planta hay una cámara de planta cuadrangular en la que cuatro potentes columnas estilo manuelino sustentan las nueve bóvedas de crucería gótica. En cada ángulo dispone de una abertura que da acceso a cada una de las baterías de que dispone cada planta, además de la escalera que sube a la planta superior, situada en la torre norte. En la torre oeste hay otra pequeña escalera de caracol que termina en la tercera planta, pero sin acceso a la azotea. Aparte de lo elaborado de las columnas, la presencia de chimeneas y la elegante nervadura de las bóvedas indican que es una dependencia palaciega, muy alejada en su estilo de las austeras torres militares. La segunda planta, las columnas son cuadradas, fabricadas con sillería de piedra caliza.

Hoy día, se levanta el castillo de planta triangular, rodeado por una muralla que se abre en cuatro puertas: Porta do Freixo, Porta do Sol, Porta de São Sebastião y la de Porta de São Brás. Es de atracción turística.

Premio

Las dimensiones, la pureza de su estilo arquitectónico, la belleza de los materiales empleados en su construcción y el esmero con que ésta se llevó a cabo han hecho de este Castillo una obra maestra. En 1910 es declarado, (Monumento Nacional) .

Fuente