Crimen de Cortadera

Crimen de Cortadera
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Obelisco de Cortadera.JPG
Fecha:9 de septiembre de 1933

Crimen de Cortadera. Hecho histórico ocurrido en los alrededores del central Senado a un grupo de haitianos que estaban en huelga, exigiendo mejoras salariales a su patrón, donde fueron vilmente masacrados por las ordas del régimen.

Antecedentes al crimen

El Central Senado S.A., Fundado en el año 1883. Su propietario Bernabé Sánchez, que había poseído antes el ingenio “El Congreso”, con un socio de apellido Bernal. La fuerza de trabajo del mencionado Ingenio estuvo integrada por dotaciones de esclavos. La mentalidad reaccionaria de Bernabé Sánchez lo llevaba a mantener para los obreros de Senado, condiciones de trabajo que no diferían mucho de las que sufrieron los esclavos. Con tales antecedentes, no resultaba extraño que los “descendientes del capitán de voluntarios” mantuviesen durante años una conducta hostil a todo intento de los trabajadores por organizarse en defensa de sus intereses. En el Central Senado se produjo la ocupación del Ingenio por los trabajadores en la huelga el 9 de septiembre de 1933. Fue creado un Comité de Huelga integrado por varios obreros del central. A la lucha se sumaron los trabajadores agrícolas en su mayoría haitianos y jamaicanos manteniendo una firme actitud frente a todo intento de atemorizarles.

Las demandas que enarbolaban los obreros eran las que orientaban para todos los ingenios, el S.N.O.I.A y la CNOC. Que eran:• Aumento de salario.• Jornadas de 8 horas de trabajo.• Mejores condiciones para las viviendas de los obreros del central que no tenían luz eléctrica.• Cese de atropellos e in justicias con los trabajadores.Las orientaciones a los huelguistas las impartía un trabajador de nacionalidad rusa nombrado Pedro Stodolsky, que laboraba en zonas aledañas al ingenio. Una comisión de obreros fue designada para trasladarse a La Habana a entrevistarse con Emilio Sánchez, administrador del Ingenio. Comentan integrantes de la comisión que a las propuestas de los obreros, Sánchez respondió en tono amenazante. “Cuando yo quiera, en menos de 24 horas acabo con la huelga”. Al efectuarse una asamblea, los obreros fueron atacados a tiros en una franca provocación de la guardia rural para dispersarlos.

Comenzó la represión patronal. Con anterioridad a esta agresión fueron detenidos los compañeros: Armando Amores, Felipe Sagastume y Manuel Alcázar y trasladados a Nuevitas. Más tarde fueron detenidos, Emilio Quesada, Juan Esquivel, José de la Celda, Jorge Arroyo y Pedro Stodolsky. La situación se prolongaba y los trabajadores se mantenían firmes acoplando recursos para el sostenimiento de las familias, recurriendo a la distribución de harina de maíz, que era molida en el central, arroz y alguna grasa. Muchos obreros fueron desalojados de sus viviendas y separados de sus cargos de trabajo, expulsándolos del batey del ingenio. Fuerzas el ejército refuerzan el puesto militar del ingenio.

Los hechos

El día 18 de noviembre un carro de línea tripulado por soldados del ejército y guarda jurados, salió cargado del central con víveres. Dan la impresión que van a surtir algunas bodegas de las colonias. Recorrieron los bateyes de las colonias “Anguila”, “Mayanabo”, “San Luís”, “Buena Vista”, “Canman”, “Sitio Viejo”, “Mola” y otras. Los tripulantes del carro les dicen a los trabajadores de los distintos bateyes que la huelga ha terminado invitándolos para una fiesta que al día siguiente se efectuaría en el central. Aunque dudan de la veracidad de la noticia los huelguistas de las colonias decidieron al otro día ir al batey del ingenio para ver que sucedía en realidad. A los grupos de los lugares más lejanos se les unían más trabajadores a medida que pasaban por los bateyes situados a orillas de la vía que conduce al ingenio. La mayoría de los manifestantes son haitianos. Ellos traen la consigna de salvar a Pedro Stodolsky pues conocían de su detención. Al llegar al lugar conocido por “Loma de Cortaderas” son agredidos sorpresivamente con descargas de fusilería por la guardia rural y los guarda jurados del central, que esperaban en un carro de línea. El saldo de esta bárbara agresión es de 21 haitianos y un jamaicano muertos, este último Jaime Brown de la colonia Anguila y un gran número de heridos. Los heridos más graves son rematados ascendiendo el número total de muertos a 60. Entre los manifestantes estaba Lucio López Benavides. El cuenta que doce huelguistas fueron lanzados en un pozo en el lugar de los hechos y que el resto fueron enterrados por sus asesinos en el cementerio de Senado al día siguiente.

Repercusión

El 14 de diciembre de 1933 fue dirigida al Director del periódico “Bandera Roja” una carta firmada por un miembro del Central Senado en la que describe los hechos ocurridos en dicho ingenio en las luchas de 1933. Entre los planteamientos decía: “Esta es la obra de un señor que pasa por humanitario entre algunos de nuestros compañeros equivocados, amarillos, un hombre que prepara una masacre a sangre fría. Así son todos los capitalistas nativos y extranjeros que utilizan a nuestros hermanos soldados para masacrar obreros indefensos sirviendo ciegamente a gobernantes que, tan sumisos del imperialismo yanqui, tendremos que arrancar del poder a la fuerza”.

En el lugar que ocurrieron los hechos se levanta un obelisco que perpetua el horrendo crimen cometido en ese lugar, en cada aniversario se realiza una peregrinación donde participan pioneros, y pueblo, en varias oportunidades se ha recibido en dicho acto la visita del embajador de Haití o funcionarios de la embajada.

Fuente

  • Documentos revisados en la comisión de historia del municipio.