Depresión post parto

Depresión post parto
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Concepto:La depresión post parto es una de las enfermedades más frecuentes que afectan a varias mujeres, consiste en una depresión que sufre la madre tras la llegada de su bebé.

Depresión post parto. La depresión post parto consiste en el desarrollo de una depresión en la madre tras el nacimiento de su hijo. A veces, esta depresión puede tener una fácil explicación, bien porque el hijo no ha sido deseado o porque no es normal. En la mayoría de las ocasiones la depresión parece no tener sentido.

El embarazo y nacimiento son grandes transiciones del ciclo vital que afectan a la mujer, al bebé y al resto de la familia. Es un periodo de adaptaciones, de cambios emocionales y psicológicos que afortunadamente en la mayoría de los casos se dan en medio de mucha ilusión y alegría. Sin embargo, aproximadamente el 15 % de las mujeres experimentan un episodio depresivo en los tres meses posteriores al parto.

Causas

La mujer sufre varios cambios en su organismo y en su ciclo reproductivo, durante la pubertad, el embarazo, el post parto, y la menopausia; que combinados con la influencia de factores hereditarios y factores de estrés psicológico dan lugar a una mayor vulnerabilidad para estos padecimientos.

La depresión post parto es una de las enfermedades más frecuentes tras el parto ya que afecta a una de cada diez parturientas. Si no se trata adecuadamente puede persistir durante meses e incluso años. Cuando se presentan algunos de los síntomas, pero se quitan en menos de dos semanas, es mejor llamarla tristeza postparto, y no tiene consecuencias serias. Pero, si por el contrario, las alertas persisten e incluso se agravan con tendencias al aislamiento, o inquietudes suicidas, se le conoce como depresión.

La mayoría de los expertos creen que una dismunición repentina en los niveles de estrógeno y de progesterona es la razón encubierta detrás de la depresión post parto. En el caso de las mujeres que no están embarazadas, la subida y la repentina caída de los niveles hormonales que ocurren cada mes son la causa por la cual muchas mujeres se sienten enojadizas y extremadamente sensibles en el momento anterior a experimentar sus períodos.

Durante el embarazo, los niveles hormonales suben constantemente durante nueve meses antes de caer abruptamente en picada luego de haber dado a luz al bebé. Los mismos continúan cayendo hasta volver a la normalidad, alcanzando a los niveles que poseía anteriores al embarazo. Como consecuencia de ello, muchas mujeres se sienten emocionalmente frágiles luego de haber dado a luz a sus bebés. Para algunas mujeres, este drástico cambio en los niveles hormonales traerá como consecuencia depresión post parto.

Algunos expertos también asocian la depresión postparto con los bajos niveles de la tiroides. Un análisis de sangre podrá determinar si éste sería el factor causante de depresión. Los medicamentos para tratar los problemas de la tiroides podrán ser usados para tratar la depresión. Las mujeres cuyos niveles de hormona liberadora de corticoprina (CRH) aumentan rápidamente a las 25 semanas de gestación, tienen mayor riesgo de sufrir depresión post parto.

Secretada en pocas cantidades por el hipotálamo, la CRH regula la respuesta del cuerpo al estrés. Durante el embarazo, esta hormona también se produce en la placenta (100 veces más que en el hipotálamo), y está directamente relacionada con el estrés que genera el parto.

Este hallazgo viene a conformar un elemento más, pues ya se conocía que los trastornos hormonales, producidos en el momento de parir, se relacionan con la aparición de estados depresivos. Durante el parto, se requieren altos niveles de progesterona, hormona relacionada con las emociones. Tras de dar a luz, la cantidad de esta hormona se reduce de forma drástica. Tales fluctuaciones tan radicales afectan, de manera importante, a la mujer y pueden ser un motivo de la depresión post parto.

Síntomas

  • Ánimo triste
  • Sentirse inútil y culpable.
  • Falta de interés, o demostrar demasiados
  • Sentimientos de vacío
  • Disminución del placer en las actividades y pasatiempos
  • Irritabilidad.
  • Sentimientos de tristeza, y llorar más frecuentemente que de costumbre.
  • Fatiga.
  • Cambio marcado en el apetito y el sueño
  • Falta de energía
  • Disminución de la concentración
  • Sensación de incapacidad frente a los cuidados del recién nacido
  • Sentimientos de poco valor o baja autoestima
  • Sentimientos de culpa
  • Sensación de desasosiego.
  • Pérdida de interés sexual.
  • Pérdida de interés en realizar las actividades diarias.

Fuentes