El Llano en llamas (libro de 1953)

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El Llano en llamas
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Título originalEl Llano en llamas
Autor(a)(es)(as)Juan Rulfo Gutiérrez
Editorial:Fondo de Cultura Económica
GéneroCuentos
Edición1953
Primera edición1953
PaísBandera de los Estados Unidos Mexicanos México

El Llano en llamas. Cuento realizado por el escritor mexicano Juan Rulfo (1917-1986) y publicado en 1953. Originalmente había sido publicado en la revista América (n.º 64, de diciembre de 1950). Rulfo presenta una denuncia social y política, en cierta forma esperada por el publico y la critica militante. En otro aspecto se percibe un substrato mítico que gira en torno al tiempo circular en el que nada cambia y el ser humano es la víctima eternamente oprimida por una finalidad inevitable. Según afirmación del mismo Rulfo, la novela latinoamericana no puede hablar mas que de miseria e ignorancia.

Sinopsis

Esta obra se clasifica dentro del realismo mágico. Otra de sus características importantes es el uso del lenguaje popular y la narración en su mayor parte, en la voz de los personajes. Originalmente, la obra se iba a titular Los cuentos del Tío Celerino, como homenaje o reconocimiento de Rulfo a un tío suyo llamado así, y de quien escuchaba muchas historias durante sus recorridos por diferentes poblaciones.

Estas historias podrían haber sucedido o incluso seguir sucediendo en cualquier lugar de Latinoamérica, lo que las hace extraordinarias es la manera en que se cuentan y el manejo de las técnicas como el realismo mágico, el monólogo y la introspección, con las que Rufo, a pesar de su poca producción literaria, se convirtió en uno de los escritores latinoamericanos más reconocidos.

Argumento

Serie de diecisiete cuentos en los que Juan Rulfo trata entre otros asuntos, el problema de la tierra. La tierra infértil como la del relato de Luvina y Nos han dado la tierra, en dónde los personajes caminan por la tierra que les han dado haciendo referencia a ella como un comal acalorado en donde si siembran, no crecerá nada, ni zopilotes. Dicho cuento tiene como referencia el código histórico político y concretamente hace alusión a la reforma agraria y a la repartición de la tierra incrementada durante el sexenio de Cárdenas. Macario, primer cuento con el que arranca el libro, es un joven que por órdenes de su madrina se dedica a matar ranas al salir de las alcantarillas, ya que ella lleva días sin poder dormir a causa del escándalo.

«Es que somos muy pobres» trata la historia de una familia muy humilde por la que pasan todas las desgracias y el temor de los padres de que Tacha, su hija más chica, se convierta en una prostituta como sus hermanas mayores, que decidieron tomar ese camino a causa de la pobreza y mala suerte que las perseguía. Narrados la mayoría de ellos en primera y tercera persona, Rulfo recrea un ambiente a lo largo de los cuentos con seres que viven en un estado de magia. El presente para ellos es trágico y la nostalgia del pasado y el recuerdo es una constante. El autor logró retratar la problemática del campo y la provincia jaliscienses a través de un realismo mágico que autores como Jorge Luis Borges y García Márquez le reconocen ampliamente.

Ediciones

En su primera edición, de 1953, publicada en México, D. F. por el Fondo de Cultura Económica, estaba compuesto por quince relatos, algunos de ellos publicados en las revistas Panamérica y otros inéditos, escritos con el apoyo económico de la beca de la Fundación Rockefeller en México y el Centro Mexicano de Escritores. A partir de 1970, fecha de la segunda edición, se incluyen dos cuentos más; «El día del derrumbe» y «La herencia de Matilde Arcángel», haciendo un total de diecisiete relatos que conforman la versión definitiva.

Índice

  • Macario
  • Nos han dado la tierra
  • La cuesta de las comadres
  • Es que somos muy pobres
  • El hombre
  • En la madrugada
  • Talpa
  • El Llano en llamas
  • Diles que no me maten
  • Luvina
  • La noche que lo dejaron solo
  • Acuérdate
  • Paso del Norte
  • Anacleto Morones
  • No oyes ladrar los perros
  • La herencia de Matilde Arcángel
  • El día del derrumbe.

Varios de los relatos se desarrollan en el poblado de Comala, ubicada en el estado de Colima, México, Aunque su inspiración sea aquel pueblo de San Gabriel, Jalisco escenario también de su novela Pedro Páramo, publicada dos años después que El Llano en llamas. El paisaje es siempre seco y árido, y en él vive gente solitaria, silenciosa y miserable, campesinos mexicanos que sobreviven sin esperanza tras el fracaso de la Revolución mexicana. Algunos de los cuentos se sitúan históricamente en la época de la Revolución de 1910 y la «Guerra Cristera», como «El Llano en llamas» y «La noche que lo dejaron solo», o en el período inmediatamente posterior a estas, como «Paso del Norte», que trata de la emigración de los campesinos mexicanos a Estados Unidos huyendo de la miseria, o «Nos han dado la tierra», sobre las consecuencias de la Reforma Agraria.

Esta obra se clasifica dentro del realismo mágico. Otra de sus características importantes es el uso del lenguaje popular y la narración en su mayor parte, en la voz de los personajes. Originalmente, la obra se iba a titular Los cuentos del Tío Celerino, como homenaje o reconocimiento de Rulfo a un tío suyo, llamado así, y de quien escuchaba muchas historias durante sus recorridos por diferentes poblaciones.

Resumen de los cuentos

  • «Macario» es un joven que al que su madrina, la señora que lo alberga en su casa, obliga a exterminar cuanta rana salga de la alcantarilla, ya que ella no puede dormir por el griterío que hacen estos animales. Por esta razón su madrina le ha dado un palo a Macario para no permitir que las ranas canten, con la consigna de que si no lo cumple, lo dejará sin comer, y lo maldecirá para que se pudra en el infierno. Y mientras, Macario espera pacientemente a que salgan las ranas para cumplir con su misión, nos cuenta su historia, nos habla del paso del tiempo donde vive, de sus deseos, anhelos, desesperanzas y angustias. De su amor por Felipa y del sabor a flores del obelisco que tiene la leche que bebe de ella.
  • «Nos han dado la tierra», habla del problema agrario, la tierra dada a los campesinos es una llanura desierta en donde no se da nada y la lluvia consiste en apenas unas escasas gotas. Llegan al pueblo que está del otro lado y que representa la vida como contraparte a la tierra que les han dado, ya que representa la muerte por su infertilidad.
  • «La cuesta de las comadres». Los Torricos son dueños del pueblo del que todo el mundo empieza a emigrar. Un día aparece muerto Odilón Torrico y sus hermanos investigan quién lo mató. Los asesinos, al parecer, son los Alcaraces con quien el narrador recuerda haber presenciado una fuerte riña.
  • «Es que somos muy pobres» trata la historia de una familia muy humilde por la que pasan todas las desgracias y la que más acapara la atención es que la vaca de Tacha, que le regalara su padre al cumplir los doce años, se la ha llevado el río. Esta vaca representa para los padres de la niña, el mejor camino para evitar que Tacha, imitando a sus dos hermanas mayores, se convirtiera en prostituta: "La peligrosa es la que queda aquí, la Tacha, que va como palo de ocote crece y crece y que ya tiene unos comienzos de senos que prometen ser como los de sus hermanas: puntiagudos y altos y medio alborotados para llamar la atención".
  • «El hombre». Un hombre huye de las autoridades y se interna en las montañas por haber dado muerte a la familia Urquidi. Un borreguero lo encuentra y sin saber la historia verdadera de aquel hombre, le ofrece de comer y platica con él. San Gabriel es el pueblo en donde se desarrolla el cuento de «En la madrugada», y fue a esa hora cuando Esteban mata a su patrón Don Justo cuando este llega a detenerlo de la golpiza que Esteban le está dando a un becerro que mama de una vaca. Esteban es encarcelado y alega no recordar haber dado muerte a Don Justo.
  • «Talpa» alberga a la milagrosa virgen del Rosario y Tanilo Santos desea ir a curarse de las llagas que atormentan su cuerpo. Natalia, su mujer, y el hermano de Tanilo planean llevarlo con el fin de que Tanilo muera en el camino a causa de su enfermedad y la fatiga del camino. Este cuento narra los contratiempos y experiencias de los peregrinos y de ellos mismos como tales. Llegan a Talpa y finalmente muere Tanilo Santos. Natalia, arrepentida, llora en los brazos de su madre.
  • El Llano en llamas» es el cuento que le da nombre al libro, aquí la lucha armada revolucionaria se hace presente entre los federales (que son la gente de Petronilo Flores) y el movimiento rebelde (con Pedro Zamora a la cabeza). Esta historia es narrada por El Pichón, uno de los hombres de Zamora que termina en la cárcel, pero no por haber participado con los rebeldes, ya que de eso las autoridades no se enteran, sino por su afición a robar mujeres. El término «El Llano» no se refiere a una llanura sino al nombre de una aldea.
  • Juvencio Nava es el narrador y personaje principal de «¡Diles que no me maten!», quien pide a Justino que por caridad vaya a pedirles que lo perdonen. El viejo asunto de la muerte de Don Lupe, a quien Juvencio mató por venganza, pues Don Lupe había matado a su vez a un novillo de Juvencio que entró a tomar agua a las tierras de Don Lupe. Don Lupe ya había amenazado de muerte a Juvencio, por lo que años más tarde, uno de los hijos de Don Lupe, ahora coronel, pidió que fusilaran a Juvencio: "No merezco morir así, coronel. Déjame que, al menos, el Señor me perdone. ¡No me mates! ¡Diles que no me maten!".
  • «Luvina» es tal vez el cuento más poético de esta serie, por su magnífica descripción de un pueblo casi fantasmal, deshabitado y seco: "Todo el lomerío pelón, sin un árbol, sin una cosa verde donde descansar los ojos… aquellos cerros apagados como si estuvieran muertos y a Luvina en el más alto, coronándolo con su blanco caserío como si fuera una corona de muerto". Luvina nos recuerda así, el ambiente de Cómala descrito en Pedro Páramo. Un profesor que se va del pueblo le cuenta a otro, el cual lo va a sustituir, la vida en Luvina, se lo cuenta bebiendo hasta caerse de borracho.
  • «La noche que lo dejaron solo» cuenta como en el marco de la revolución cristera, Feliciano Ruelas camina en la madrugada huyendo junto con sus dos compañeros, a los que matan en una emboscada. Feliciano logra cruzar el río y escaparse.
  • «A manera de recordatorio» se cuenta la historia de Urbano Gómez en Acuérdate. Urbano Gómez, hijo de Don Urbano y nieto de Dimas, fue expulsado de la escuela por encontrarse jugando al marido y mujer con su prima detrás de los lavaderos de la escuela. Don Fidencio, padre de la muchacha y tío de Urbano, le da una paliza que por poco lo mata, lo que provoca que Urbano se vaya del pueblo de puro coraje. Regresa tiempo después convertido en policía y odiando al pueblo que lo expulsó.
  • Mata a su cuñado Nachito y muere ahorcado en un árbol que él mismo escogió. Ignacio, agonizante, es llevado a cuestas por su padre para salvarlo en «No oyes ladrar los perros», frase que significa la vida, la población y en casos como este la salvación están cerca, aunque su llegada a Tonaya sea demasiado tarde para ellos.
  • «Paso del norte», trata la historia de un muchacho que va a hablar con su padre para pedirle se haga cargo de su familia, ya que el irá en busca de mejores oportunidades al país del norte. El papá, de mala gana, acepta argumentando que él no tiene ninguna responsabilidad con ellos porque ya bastante hizo con el muchacho y su hermana que en paz descanse. El muchacho regresa contándole a su padre que no pudo cruzar porque mataron a su amigo y él logró huir de regreso. Al preguntar por su familia el padre del muchacho le cuenta a este que su mujer se fue con otro hombre y entonces él decide ir a buscarla.
  • Un grupo de mujeres provenientes de Amula va en busca de Lucas Lucatero para tratar de convencerlo de ir con ellas al pueblo a testimoniar a favor «Anacleto Morones», a quien creían un santo e intentan canonizar. Lucas Lucatero trabajó con él y además se casó con su hija. Lucas Lucatero, después de mucho rodeo, confiesa a las mujeres que el niño Anacleto, a quienes todos creían un santo, era un impostor y cómo él mismo presenció el día en que el pueblo, confundido por un malentendido, empezó a venerarlo. Sin ni siquiera sospechar que el cuerpo de Anacleto Morones está enterrado en casa de Lucas, Pancha ayuda a Anacleto a acomodar las piedras encima de donde está enterrado el "santo cadáver".
  • «El día del derrumbe», es una de las historias más divertidas, la cual nos cuenta el día en que el presidente visitó el pueblo de Tuxcacuexco recientemente afectado por un temblor. La reunión para planear estrategias de apoyo a los afectados acabó en borrachera y balazos. Así, el presidente se retiró dando la orden de encargarse del borracho que inició el tiroteo y quedó dormido a causa de un botellazo.
  • En el corazón de María se desarrolla el cuento «La herencia de Matilde Arcángel». En dicho pueblo habitaban padre e hijo. Euremio Cedillo grande y chico. Por todos era sabido el odio de Euremio padre a su hijo, por considerarlo el asesino de Matilde, madre del muchacho, ya que el día del bautizo del recién nacido, Matilde se cayó del caballo y por proteger al bebé que llevaba en brazos, murió. Desde ese momento el padre se encarga de destruir psicológicamente a su hijo, a quien juzga como el asesino de Matilde. La historia es contada por el padrino del niño, quien fue el prometido de Matilde antes de que ella conociera y se casara con Euremio Cedillo. Describe la imagen casi celestial de Matilde y cómo se ofreció a bautizar al niño solo por estar cerca de ella. Euremio chico, toca la flauta, misma que interpreta al final del relato con la mano izquierda y con la derecha sostiene, el cuerpo de su padre muerto.

Personajes principales

Los personajes principales de cada cuento son los narradores, y muchas veces son los mismos personajes los que dan título a los relatos.

Juan Rulfo Gutiérrez, autor de los cuentos. Su obra se clasifica dentro del realismo mágico. Otra de sus características importantes es el uso del lenguaje popular y la narración en su mayor parte, en la voz de los personajes

Datos del autor

Juan Rulfo Gutiérrez nació en Sayula, Jalisco, el 16 de mayo de 1917. Su nombre verdadero es Juan Nepomuceno Carlos Pérez Rulfo Vizcaíno, fue un escritor, guionista y fotógrafo mexicano, perteneciente a la generación del 52. La reputación de Rulfo se asienta en dos libros: El Llano en llamas, compuesto de diecisiete relatos y publicado en 1953, y la novela Pedro Páramo, publicada en 1955, bastaron para que Juan Rulfo fuese reconocido como uno de los grandes maestros de la narrativa hispanoamericana del siglo XX. Su obra, tan breve como intensa, ocupa por su calidad un puesto señero dentro del llamado Boom de la literatura hispanoamericana de los años 60, fenómeno editorial que dio a conocer al mundo la talla de los nuevos (y no tan nuevos, como en el caso de Rulfo) narradores del continente. Falleció el 7 de enero de 1986.

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Fuente