Elecciones presidenciales de 2012 en Francia

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2007 Bandera de Francia


2017
11º elecciones presidenciales
Presidente para el período 2012-2017
21 al 22 de abril y 5 y 6 de mayo de 2012
Tipo de elección:  Presidencial
Holande-pequeña.JPG
Francois HollandePartido Socialista Francés (PS-F)
  
26.3%
  
52.7%
Sarkozy-pequeña.JPG
Nicolás SarkozyUnión para un Movimiento Popular (UMP)
  
24.85%
  
47.3%
Marine Le Pen.jpg
Marine Le PenFrente Nacional
  
18.6%
Jean-Luc Mélenchon.jpg
Jean-Luc MélenchonPartido Comunista Francés-Frente de Izquierda
  
11%

Escudo de la República Francesa
Presidente de la República Francesa

Elecciones presidenciales francesas de 2012. Comicios divididos en dos rondas electorales (la primera desarrollada el domingo 22 de abril y la segunda el domingo 6 de mayo de 2012) realizados con la intensión de elegir al presidente de la República Francesa para el período de mandato 2012-2017.

Tras los resultados de la primera ronda en la cual asistieron alrededor de diez candidatos, solo dos, el socialista Francois Hollande y el conservador Nicolás Sarkozy, accedieron a la segunda ronda, la cual terminó siendo ganada por Hollande quien se impuso con aproximadamente el 53.3% de los votos[1], convirtiéndose en el segundo presidente francés de origen socialista de la historia de Francia, después de Francois Mitterand.

Candidatos principales

Francois Hollande

El Partido Socialista, uno de los partidos más importantes del espectro político francés, ligado a figuras trascendentales como Francois Mitterand, presentó como candidato al socialdemócrata Francois Hollande quien había sido esposo de la entonces candidata presidencial socialista en 2007, Ségolène Royal.

El 26 de enero de 2012 durante la presentación de su programa para un futuro gobierno, Hollande presentó 60 propuestas de inspiración progresista pensadas para tiempos de crisis que fueron recibidos por duros ataques de sectores políticos conservadores y de extrema izquierda[2]. En caso de vencer prometió implementar un programa con un coste de alrededor de 20.000 millones de euros, con vistas a financiar la eventual subida de impuestos a los más ricos y a los bancos, con tal de recaudar 29.000 millones de euros.

"No voy a prometer nada que no pueda aplicar (...) Será una financiación que procederá del incremento impositivo a quienes más se aprovecharon de los regalos fiscales del actual Gobierno"
Francois Hollande, 26 de enero de 20122[2]

Hollande se comprometió a restablecer el impuesto sobre la fortuna, que grava a los más ricos del país, así como a incrementar las tasas a los bancos y a las grandes empresas. Sin embargo, prometió ayudas a las pequeñas y medianas empresas, las que más empleos crean en Francia, y anunció contrataciones públicas esencialmente en la educación, la seguridad y la justicia, con lo que preveía detener el incremento del paro de los últimos años. También propuso aumentar ciertas ayudas a los más desfavorecidos, en contraposición a la desaparición de algunas desgravaciones fiscales que afectan a los grandes capitales.

Según su planes, los franceses podrán volver a jubilarse a los 60 años, siempre que hayan trabajado 41, además de prometer incrementar la vivienda protegida y limitar la subida de los alquileres en las ciudades más caras del país. Entre otros guiños al electorado de izquierdas destacó el matrimonio homosexual, incluido el derecho a la adopción; la legalización de la eutanasia o el derecho de voto en comicios locales para los extranjeros legales que lleven en Francia al menos cinco años, medidas a las que se oponen los conservadores. Al sector ecologista les reiteró su intención de reducir el peso de la energía nuclear y la apuesta por las renovables. Tampoco se olvidó de propuestas destinadas a un electorado más centrista, como el control de las finanzas públicas, o incluso más de derechas, como un refuerzo de los cuerpos y fuerzas de seguridad destinados a los barrios más deprimidos del país.

A criterio de varios analistas, las principales acciones de su futuro gobierno estarían dirigidas a la solución de los problemas económicos de Francia mediante el trabajo de conjunto con otras naciones miembros de la Eurozona destacando Alemania e Italia, países que el candidato socialista consideró como "piedras angulares en el sostenimiento del Euro", moneda que defiende como divisa nacional para la nación gala.

Hollande, ejerciendo el voto durante la primera vuelta electoral

Acerca de su posición sobre temas europeos, durante el último mitin electoral realizado en la capital, París, el candidato expresó:

"Nunca un escrutinio había sido tan decisivo para Francia, pero también para la reforma de la Unión Europea. Nos esperan en todos los lados. Portáis un mensaje de confianza, de recuperación, de justicia, un mensaje decisivo para que Europa vuelva a la senda del crecimiento y del futuro"
Francois Hollande, 29 de abril de 2012[3]

En cuestiones como el enfrentamiento a problemas como la inmigración, Hollande se apegó al discurso tradicional francés de fortalecer las fronteras aunque se ha mostrado a favor de revisar la situación inmigratoria de cientos de inmigrantes, añadiendo su condena total a las políticas aplicadas por Sarkozy en cuanto a las expulsiones forzadas de poblaciones gitanas.

Nicolás Sarkozy

El entonces presidente francés y líder del partido Unión por un Movimiento Popular (UMP), Nicolás Sarkozy, se presentó como candidato en búsqueda de una eventual reelección, de la cual muchos comenzaron a dudar desde un inicio sobre todo por los pésimos resultados económicos de Francia durante su quinquenio de mandato, en el cual la nación europea había visto como su deuda nacional aumentaba y con ella se fortalecían las medidas antisociales[4] y profundamente neoliberales las cuales no dudaron en ser aprobadas por Sarkozy. Unido a su pobre desempeño como presidente, su gestión presidencial estuvo marcada por varios escándalos como el que vinculó a su gabinete con un supuesto tráfico de influencias inducido por el cobro de Sarkozy y su campaña en 2007 de dinero de proveniente de la multimillonaria francesa Liliane Bettencourt, heredera del gigante de cosméticos L’Oreal[5] así como las acusaciones hechas en su momento por el hijo de Muamar Gadafi, Saif al Islam Gadafi, quien reconoció que él y su padre habían patrocinado la campaña presidencial de Sarkozy en 2007.[6]

Sarkozy durante un mitin de campaña en Burdeos durante la campaña presidencial de 2012

Con ese historial, su campaña presidencial se centró en tratar de demeritar al candidato socialista y de presentarse como el candidato fuerte y de visión clara para sacar a Francia del estancamiento económico a que la había llevado. Con el rechazo de varios sectores de izquierda quienes apoyaban al candidato socialista Francois Hollande y al abanderado del Partido Comunista, Jean-Luc Mélenchon, Sarkozy y su campaña centraron su visión en atraer los votos del sector conservador y ultraconservador francés, al cual intentó enamorar con un discurso plagado de soluciones para contrarrestar problemas como la inmigración, la inseguridad y la falta de empleos.

La inmigración es un triunfo, una riqueza, pero por qué no reconocer que puede ser también un problema (...) dar el derecho de voto a los extranjeros, separar el derecho de voto de la ciudadanía de la nacionalidad, es lesionar la República. Es abrir la vía al voto colectivo. Es poner a los alcaldes bajo la amenaza del chantaje comunitario
Nicolás Sarkozy, 3 de marzo de 2012[7]

Resultados

Primera ronda

Candidato Partido % de votos
Francois Hollande Partido Socialista Francés (PS-F) 26.3
Nicolas Sarkozy Unión para un Movimiento Popular 24.85
Marine Le Pen Frente Nacional 18.6[8]
Jean-Luc Mélenchon Partido Comunista Francés-Frente de Izquierda 11

Segunda ronda

Candidato Partido % de votos
Francois Hollande [Partido Socialista Francés] (PS-F) 52.7
Nicolas Sarkozy Unión para un Movimiento Popular 47.3

Referencias