Enfermedad de Zuska


Enfermedad de Zuska
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Enfermedad de Zuska. Se produce cuando se inflama el epitelio que recubre el pezón y después se descama y obstruye la luz de esos conductos, los que se dilatan retrógradamente y el proceso inflamatorio se expande hacia los tejidos vecinos, formándose un absceso subareolar, el que a continuación puede drenar a la areola y allí originar la fístula crónica. Se suele asociar, en la mayoría de los casos, a una inversión congénita del pezón.

Tratamiento

Es un error común imponer tratamientos prolongados con antibióticos sin una orientación bacteriológica, por lo que se recomienda, como primer paso, la realización de un cultivo con antibiograma de la secreción. El resultado de este estudio suele evidenciar algunos de los gérmenes más frecuentes en la piel, como suelen ser los estafilococos. Con el resultado del cultivo se impone el tratamiento para solucionar la situación. Además, no es erróneo realizar una impronta para estudio citológico de la secreción obtenida de la mama, pues no sería la primera vez que presente una enfermedad maligna preexistente a ese nivel y que ha sido la causa de la obstrucción del conducto, por un crecimiento anómalo a ese nivel. El tratamiento definitivo es la cirugía exerética de la zona enferma, y muchas veces para esto hay que ayudarse de una guía que permita identificar el conducto dañado en toda su extensión (incluida su emergencia en el pezón), pues si la cirugía no es radical, suelen existir desagradables recidivas de las fístulas. Para la realización de esta cirugía se recomienda antibioticoterapia profiláctica y, como es lógico, se impone citar a la paciente por consulta hasta verificar en la biopsia por parafina que se trataba de un proceso inflamatorio y no de una neoplasia maligna.

Fuentes