Enfermedad parasitaria

Enfermedad parasitaria
Información sobre la plantilla
Agente transmisor:Protozoos, vermes (cestodos, trematodos, nematodos) o artrópodos.

Enfermedad parasitaria o parasitosis. Es una enfermedad infecciosa causada por protozoos, vermes o artrópodos. Las parasitosis son estudiadas por la parasitología. No se consideran parasitosis las infecciones por hongos, bacterias o virus que tradicionalmente, han sido estudiados por la microbiología.

Definición

Las enfermedades parasitarias pueden adquirirse a través de los alimentos o del agua contaminada (como la fascioliasis o la teniasis), por la picadura de un insecto (como la malaria o la enfermedad del sueño) o por contacto sexual (como las ladillas), y pueden causar desde molestias leves hasta la muerte.

Las infecciones parasitarias causan enormes daños en las regiones tropicales y subtropicales. De todas ellas, la malaria causa el mayor número de muertes a nivel mundial, aproximadamente 1 millón de personas mueren cada año de malaria, la mayoría niños pequeños del África Subsahariana.

La parasitosis afecta a millones de personas, perjudican el desarrollo económico de las naciones y están estrechamente vinculadas con la pobreza y con los sectores sociales más desamparados; en los países desarrollados están siendo reconocidas con una frecuencia cada vez mayor, debido, entre otros aspectos, a la diseminación mundial del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) que como es conocido, daña los mecanismos defensivos del hospedero. Entre las enfermedades infecciosas, las producidas por parásitos constituyen importantes problemas de salud en el hombre. Muchos parásitos son agentes patógenos frecuentes en todo el mundo y se encuentran entre las principales causas de morbilidad y mortalidad en regiones de África]], Asia, América Central y América del Sur.

Cuadro clínico

Los dolores son los síntomas más frecuentes. Se localizan en el abdomen y se presentan como dolores erráticos, tipo cólico, casi siempre en relación con el marco colónico y en especial en los flancos. Suele acompañarse con estado nauseoso y sensación de opresión en epigastrio. Alteración del ritmo defecatorio existiendo más comúnmente diarreas que constipación. Pérdida del apetito. Decaimiento. Intolerancia, que antes no existía, a ciertos alimentos (quesos, verduras, embutidos).

Prurito anal y nasal (especialmente nocturnos). Palidez de piel y mucosas. Trastornos de conducta y nerviosismo. Trastornos en la absorción intestinal. A veces Tos. La influencia nociva de ésta patología es variable y va desde levísimas perturbaciones al estado ostensible de enfermedad, dentro de las cuales se puede aceptar que un paciente se encuentra en situación de enfermedad subclínica, o de enfermedad sintomática, leve moderada o grave, pero el criterio a no dejar de considerar, es que en todos los casos estamos en presencia de un enfermo parasitado.

Tipos de enfermedades parasitarias

Síntomas

Algunas parasitosis pueden causar diarrea o anemia importantes. La incidencia de algunas de estas parasitosis ha aumentado con la epidemia del SIDA. El parasitismo intestinal se presenta cuando una especie vive dentro del huésped, en el tracto intestinal .

El parásito compite por el consumo de las sustancias alimentarías que ingiere el huésped, o como el caso del anquilostoma, éste se nutre de la sangre del huésped, adhiriéndose a las paredes del intestino.

Algunas parasitosis son intrascendentes clínicamente, otras pueden llegar a causar complicaciones graves que a veces requieren tratamiento quirúrgico. Este grupo de afecciones es extremadamente frecuente. Los índices de infestación parasitaria son elevados en áreas endémicas rurales y zonas urbano marginales, y particularmente en los países subdesarrollados.

Son más frecuentes en niños mayores de cuatro años que en los adultos. En los países latinoamericanos tropicales o subtropicales de clima cálido y húmedo, especialmente en zonas donde las condiciones de vida son muy deficitarias, el panorama que ofrecen las entero parasitosis suele ser muy severo.

Suelen contribuir en algunos casos y unidas a las distrofias pluricarenciales por hipo alimentación crónica, al retraso del desarrollo y del rendimiento intelectual en niños de edad escolar. A medida que el nivel económico, social, cultural y sanitario de las poblaciones se eleva, la prevalencia de parasitosis intestinales disminuye.

Se dispone actualmente de tratamientos que pueden controlar y curar estas enfermedades, evitando los peligros de complicaciones que pueden poner en peligro la vida de los niños.

Medidas preventivas

  • Lavarse las manos con bastante agua antes de preparar los alimentos o comer y después de ir al servicio sanitario o letrina.
  • Lavar las frutas, los vegetales y verduras que se comen crudas.
  • Quemar o enterrar diariamente las basuras de las casas; o echarlas al carro recolector, así se evitan los criaderos de moscas, ratas o cucarachas que transmiten enfermedades.
  • En aquellos lugares donde no hay agua potable, hervirla por 10 minutos o ponerle cloro (tres gotas de cloro por cada litro de agua).
  • Tener un sistema adecuado de disposición de excrementos (como primera medida tener letrina o interior de agua).
  • Usar zapatos para evitar la anquilostomiasis, principalmente.
  • Alimentarse adecuadamente y en forma balanceada.
  • Mantener la vivienda, los pisos, las paredes y los alrededores limpios y secos.
  • Evitar el contacto de las manos y los pies con el lodo, como la tierra o la arena de aquellos sitios donde se sabe o se sospecha que existe contaminación fecal.
  • Evitar ingerir alimentos en ventas callejeras y lugares con deficientes condiciones higiénicas.

Fuentes