Estabilización económica

Estabilización económica
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Concepto:Reducir o minimizar las variaciones cíclicas en el nivel de actividad económica

Estabilización económica. Consiste en reducir o minimizar las variaciones cíclicas en el nivel de actividad económica de un país y en el Nivel General de Precios.

Generalidades

En general se considera que la estabilidad económica es una situación deseable porque en un período de estabilidad la incertidumbre a la que se enfrentan los agentes económicos es mucho menor. Y dado que en general los agentes económicos tienen antipatía al riesgo, la existencia de incertidumbres dificulta la actividad económica, comportando desajustes temporales y en general inseguridad social y una caída de los niveles de renta. La estabilidad económica se refleja en la constancia o escasa variación en el tiempo de tres aspectos conceptualmente independientes aunque económicamente relacionados:

  • El mantenimiento del pleno Empleo.
  • La estabilidad del Nivel General de Precios internos.
  • El Equilibrio externo.

La alta inestabilidad del nivel de empleo se traduce en conflictos económicos cuando el nivel decae, los niveles de precios fuertemente decrecientes toleran deflación que suele ir acompañada de decadencia de la actividad económica y en general desempleo creciente. Posteriormente el desequilibrio en la balanza de pagos puede comportar agresiones financieros especulativos, devaluaciones de la moneda y alteración de los niveles de precios.

Medidas de estabilización

Cualquier ensayo de agredir la inflación mezclará dificultades y riesgos, siendo además un proceso largo porque las medidas restrictivas tienden a reducir la producción y el empleo antes de que se hagan patentes los beneficios. Por otra parte, las medidas fiscales y monetarias expansivas tienden a desarrollar el nivel de actividad económica antes de que aumenten los precios.

Estos riesgos económicos y políticos explican por qué predominan las políticas expansionistas. Las medidas de estabilización anulan los efectos de la inflación y la deflación al restablecer el nivel normal de actividad económica. Para que sean efectivas, estas medidas tienen que ser permanentes y no solamente ajustes temporales que, a menudo, no consiguen más que agravar las variaciones cíclicas.

El requerimiento indispensable para luchar contra la inflación implica que la cantidad de dinero y de crédito bancario crezca a una tasa estable en función de las necesidades de crecimiento de la economía real y financiera. Los bancos centrales pueden determinar, a largo plazo, la disponibilidad de dinero y créditos controlando las reservas financieras necesarias, y con otro tipo de medidas. La restricción monetaria durante las recesiones cíclicas permite la recuperación financiera.

Las potestades monetarias no pueden imponer la estabilidad económica si la inversión y el consumo privados siguen creando presiones inflacionistas o deflacionistas, o si el resto de la política económica entra en contradicción con la política monetaria anti-inflacionista. El gasto público y la política impositiva tienen que ser coherentes con la actuación monetaria con el fin de lograr estabilidad y evitar excesivas oscilaciones en la política económica. Los gobiernos tienen que financiar sus enormes déficit presupuestarios o bien pidiendo prestado o bien emitiendo dinero.

Si se acoge esta última medida, las presiones inflacionistas aparecen inevitablemente. La única forma de lograr que las medidas de estabilización sean efectivas es manteniendo una política monetaria y fiscal estable y coordinada. También es necesario emprender medidas desde el lado de la oferta para luchar contra la inflación y evitar los efectos de estancamiento económico debidos a la deflación.

Entre las posibles providencias a tomar desde el lado de la oferta se encuentran las medidas incentivadoras del ahorro y la inversión; mayor gasto para el desarrollo y la aplicación de Nuevas tecnologías; la mejora de la técnica de gestión y de la productividad del trabajo a través de la educación y las experiencias laborales; mayores esfuerzos para mantener estable el valor de las materias primas y para desarrollar nuevos recursos; y la reducción de la excesiva regulación gubernamental. La aplicación de políticas de rentas para luchar contra la inflación. Estas políticas abarcan desde las imposiciones gubernamentales sobre niveles de precios, salarios, rentas y tipos de interés hasta los incentivos fiscales, o simplemente recomendaciones hechas por los gobiernos.

La intervención de los gobiernos podrían complementar las principales medidas económicas monetarias y fiscales. Entra en lo posible que las futuras medidas de estabilización se basarán en coordinar las políticas monetarias y fiscales y en aumentar los esfuerzos desde el lado de la oferta para mantener la productividad y desarrollar nuevas tecnologías. Todos los temas relacionados con la inflación, la deflación y las políticas asociadas con estas problemáticas están adquiriendo mayor importancia debido a la creciente movilidad de la inversión y a la especulación de los mercados internacionales que cada vez están más interrelacionados.

Fuente

  • Las finanzas en la empresa. 4 ed. LA Habana: Editorial Félix Varela, 2004.
  • Weston,F.Fundamentos de Administración Financiera/F.Weston. Nueva Cork, S. A