Francesco Crispi

Francesco Crispi
Información sobre la plantilla
FRANCESCO CRISPI , 1887.jpg
NombreFrancesco Crispi
Nacimiento4 de octubre de 1819
Fallecimiento12 de agosto de 1901
Nápoles, Bandera de Italia Italia
EducaciónUniversitaria
OcupaciónAbogado

Francesco Crispi. Abogado y político y estadista italiano. Fue Presidente del Consejo de Ministros italiano en los periodos del 7 de agosto de 1887 - 6 de febrero de 1891 y 15 de diciembre de 1893 - 14 de junio de 1896.

Trayectoria

Abogado y político italiano. Participo en la revolución siciliana contra los Borbones (1848).

Nacionalista partidario de la unidad italiana, intento organizar un movimiento antiborbonico. Se unió a Garibaldi y participo en la liberación de Sicilia, donde fue gobernador. Elegido diputado (1861), en 1864 se declaro monárquico. Tras la consecución de la unidad italiana, fue presidente de la Cámara y ministro del Interior (1877-1878). En esa época se acerco a la política de Bismarck. Presidente del Consejo (1887), renovó la Triple alianza e intento aumentar la expansión italiana en África.

En 1891 dimitió, pero en 1893 volvió al poder, llevando a cabo una dura represión de los movimientos populares. Gobernó con una gran oposición hasta que, en 1896, fue obligado a dimitir acusado de practicas financieras ilegales. (Sicilia, 1818-Nápoles, 1901)

En Piamonte intento, en vano, obtener un empleo como secretario comunal de Verolengo, pero ante el fracaso se vio obligado a trabajar como periodista. Implicado en la conspiración mazziniana de Milán del 6 de febrero de 1853, fue expulsado de Piamonte y se exilió en Malta y en París. Expulsado también de Francia, alcanzó a Mazzini en Londres, donde continuó con las conspiraciones para rescatar a Italia.

Vida Política

La importancia de Crispi en la vida política italiana no fue tanto por las muchas reformas realizadas en la administración por el presidida, sino por su fuerte patriotismo, su fuerte y vigorosa personalidad, y su capacidad para gobernar a sus conciudadanos con la constante tensión que había en aquella época. En política externa contribuyó de forma importante en levantar el prestigio de Italia, destruyendo la fama de desconfiabilidad e indecisión ganada por la política de sus predecesores.

En la relación con Francia, es verdad que su política aparece como carente de tacto y moderación, pero es necesario tener presente que la república francesa estaba entonces ocupada en maniobras diplomáticas anti-italianas, teniendo como objetivo, sea debido a las relaciones con el Vaticano, sea por la política colonial, crear las condiciones para que Italia se rindiese ante las exigencias francesas y abandonara la Triple Alianza.

Crispi hubiera estado disponible a favorecer buenas relaciones con Francia, pero rechazó ceder a las presiones y a sufrir imposiciones, y esta actitud fue sostenida por la mayor parte de la opinión pública italiana. Las críticas de las que fue víctima fueron más debidas a las desafortunadas circunstancias de su vida privada y a las malversaciones de algunos de sus colaboradores, que aprovecharon sin escrúpulos su nombre, que a las fallas personales o de su conducta política.

Fuentes