Francoise Sagan

Francoise Sagan
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NombreFrançoise Quoirez
Nacimiento21 de junio de 1935
Carjac, Bandera de Francia Francia
Fallecimiento24 de septiembre de 2004
Calvados, Baja Normandía, Bandera de Francia Francia
NacionalidadFrancesa
CiudadaníaFrancesa
OcupaciónEscritor
PadresDr. Manuel Herrera y Obes

Francoise Sagan. Escritora francesa, famosa por su vida turbulenta y su estilo fragmentario y desencantado de escribir.

Síntesis biográfica

Infancia y juventud

Francoise Sagan, seudónimo de Françoise Quoirez, nació la localidad de Cajarc, en el seno de una familia de buena posición, viviendo sus primeros años en un ambiente natural y rodeada de animales. Desde niña se destacó por su inteligencia, que igualaba su carácter rebelde y poco disciplinado.


Tras fracasar en sus estudios (en 1953 no aprobó el examen de ingreso a la Universidad de París Sorbona), a los 19 años se hizo famosa con la publicación de su primera novela, Buenos días, tristeza (1954), que obtuvo un éxito fulgurante de público y crítica.

Comienzo de su carrera

Su primera novela, Bonjour tristesse 1954 la hizo famosa en pocas semanas y por ella obtuvo el codiciado "Prix des Critiques". Esta historia de una adolescente privilegiada con opiniones precoces acerca del amor, el sexo y los códigos morales al uso fue llevada en 1958 a la gran pantalla por el realizador Otto Preminger, con Jean Seberg, Deborah Kerr y David Niven como personajes principales. En aquella época, consciente ya de que su vida desenfrenada la llevaba a una prematura decrepitud, la autora se sometió a varias curas de desintoxicación. Sin embargo, no tardaría mucho en volver a las andadas.

Con su segunda obra, Un certain sourire 1956, la joven novelista confirmaba las esperanzas que había suscitado. Al relatar la historia de una joven que se enamoró de un caballero casado, de edad suficiente para haber sido su padre, dio muestras, por segunda vez, de una maestría literaria asombrosa, a pesar de graves defectos en la concepción de sus personajes y en el desarrollo de la trama. Su estilo narrativo, personalísimo, no conocía prejuicios. A los 20 años, Françoise Sagan gozaba de una fama que ningún novelista había alcanzado a aquella edad.


Las novelas de Sagan fueron favorablemente recibidas por un público indudablemente seducido, al comienzo, por el folclore del barrio Latino, su clima vagamente existencialista, así como por su forma de escribir “objetiva”, más sugestiva que demostrativa. Sus novelas, de pocos personajes y escasas descripciones, se definen por una cierta sobriedad de la intriga, marcada por el esquema recurrente del triángulo sentimental.

Obras de teatro y novelas públicadas

  • Bonjour tristesse
  • L'Express
  • Il fait beau jour et nuit 1978
  • Le chien couchant 1980
  • L'excès contraire 1987
  • La laisse 1989
  • Un orange immobile (1989)
  • Les faux–fuyants 1991
  • Un chagrin de passage 1993
  • Le miroir égaré 1996
  • En 1996 publicó Derrière l'épaule
  • En 1993 Francia Et toute ma sympathie
  • En 2001 con el título Aimez-vous Sagan
  • En 2002 la Correspondencia amorosa de George Sand y Alfred de Musset.

Frases de la escritora francesa

La capacidad de reír juntos es el amor.
Sólo cerrando las puertas detrás de uno se abren ventanas hacia el porvenir.
Lo único que lamento es que nunca tendré tiempo para leer todos los libros que quiero leer .
La felicidad para mi consiste en gozar de buena salud, en dormir sin miedo y despertarme sin angustia.
Amar no es solamente querer, es sobre todo comprender.
Cuando las personas tienen libertad para hacer lo que quieren, por lo general comienzan a imitarse mutuamente.
La admiración es amor congelado.
Ver a menudo la muerte de cerca le quita mucho prestigio
El dinero puede abrir nuevas vías que permitan prolongar un poco más de tiempo una racha de suerte.
Los objetos son los amigos que ni el tiempo, ni la belleza, ni la fidelidad consiguen alterar. .

Ultimos años de su vida

Sagan pasó los últimos años de su vida enferma y arruinada, hasta el punto de que se vio obligada a vender su mansión en Normandía y su piso en París y se alojó esporádicamente en casas de sus amigos parisienses, hasta que los nuevos propietarios de su antigua mansión le permitieron volver a vivir en ella.

En la última década del siglo XX, su nombre salió en portada por diferentes asuntos turbios. En varias ocasiones fue condenada por cuestiones de drogas o por fraude fiscal, y pasó dificultades económicas; Sagan había ganado dinero a raudales, pero lo gastaba con la misma rapidez que lo cobraba. Nunca se arrepintió de lo que había vivido, y vivió mucho, disfrutando y a la vez sufriendo el escándalo, las juergas nocturnas, el sexo, la bebida y las drogas. Sin embargo, su aparente felicidad escondía una gran soledad interior. Decía así que sus libros hablaban sobre todo de la soledad y de la manera, si existe, de «desembarazarse de ella».

Referencia

Fuentes