Jánuman (dios mono)

(Redirigido desde «Hanuman»)
Jánuman
Información sobre la plantilla
Hanuman1.jpg
Religión o MitologíaHinduismo

Jánuman (en inglés Hanuman) es un dios de la religión hinduista. Aparece por primera vez como un personaje del texto épicorreligioso Ramaiana (del siglo III a. n. e.).

En el marco de la mitología hinduista, es el más grande devoto del dios Rama, y el representante más destacado de los vanaras, una raza de hijos de dioses, que tomaron forma de grandes monos hablantes e inteligentes que habitaban en los bosques del sur de la India.

Jánuman es hijo de Vaiu, el dios del viento y de los huracanes, y por eso tiene una gran fuerza física y poderes extraordinarios.

Su arma principal es una maza (gada, en idioma sánscrito).

Nombre sánscrito y etimología

Estatua de Jánuman. Dinastía chola (hacia el siglo XI).
  • hanumat, en el sistema AITS (alfabeto internacional para la transliteración del sánscrito).[1]
  • हनुमत्, en escritura devanagari del sánscrito.[1]
  • Pronunciación:
    • [janumát] en sánscrito clásico[1] o bien
    • [jánumat] en sánscrito clásico[1] o bien
    • [jánuman] en varios idiomas modernos de la India (como el bengalí, el hindí, el maratí o el palí).
  • Etimología: ‘que tiene [gran] mandíbula’, siendo
    • hanu: ‘mandíbula’
    • mat, man o van: ‘que posee’.[1]

Datación de su culto

Jánuman cargando una de las montañas de la cordillera del Himalaya, en la que se encontraba una planta medicinal que podría resucitar a su dios Rama.

En el Rig-veda (el texto más antiguo de la India, de mediados del II milenio a. n. e.) no se menciona el nombre Jánuman, ni existe ningún dios mono ni antropoide, ni se menciona al rey dios Rama ni ninguna leyenda parecida.

La primera aparición de Jánuman se encuentra en el Ramaiana (texto epicorreligioso del siglo III a. n. e.) y en el Majabhárata (texto epicorreligioso del siglo III a. n. e.) ―debido a la ausencia de una cronología clara en todos los textos hinduistas, se desconoce cuál de los dos se escribió primero―.

Leyendas

Jánuman vuela con el pico de la montaña en la mano, desde los Himalayas (en el norte de la India) hasta Ceilán (en el extremo sur).

En la mitología hinduista, Jánuman es el dios mono venerado por los hindúes, quienes lo consideran un aspecto del dios Shiva. Es el fiel compañero del rey dios Rama (uno de los diez avatares del dios Visnú según el Garuda-purana). Es una de las deidades más importantes del panteón hindú, en el Ramaiana, donde le ayuda en su expedición en contra del ejército liderado por el malvado demonio Rāvana.

Su madre

Existen varias leyendas que explican por qué la deidad tiene forma de mono. Una de ella narra que Brijaspati, el gurú de los dioses, tenía una sirvienta llamada Punyikastala. Debido a una querella, ella recibió la maldición de morir de inmediato y reencarnar como una mona, y solo recobraría su forma humana si daba a luz a una encarnación del dios Shiva. Al renacer como la mona Añshana, ella pudo recordar su vida anterior como humana, por lo que llevó una vida practicando grandes austeridades en honor a Shiva, quien finalmente se compadeció de ella y aceptó ayudarla a deshacerse de su maleficio.

En una ocasión, mientras Agni, el dios del fuego, llevaba un plato de dulces sagrados a Dasarath, rey de la ciudad de Aiodhia, para que el rey los repartiera entre sus esposas con el fin de que tuvieran niños divinos, se acercó un águila y robó uno de los pasteles y voló hasta las montañas del norte, donde estaba la mona Añshana, mientras ella meditaba y ayunaba. Ella comió el postre divino y dio a luz a Jánuman.[2]

Todo comenzó cuando el rey Dasaratha, que ansiaba ser padre, regaló a sus tres esposas ricos dulces para endulzar sus espíritus y hacer nacer en ellas sentimientos maternales. Pero una de ellas, de nombre Kaikeyi, sintiéndose ofendida al ser la última en recibir su porción del manjar, lo dejó a un lado dispuesta a no probarlo. Fue entonces cuando pasó por allí un pájaro que, cediendo ante la tentación, lo atrapó en pleno vuelo.

Pero poco duró en su poder el botín pues terminó dejándolo caer sobre un frondoso bosque, en donde Vayu hizo que fuera a parar ante Añshana, una mona que se lo comió tras recibir esa petición del mismísimo Siva. Tras esto Añyana quedó embarazada y el fruto de su estado de buena esperanza fue Jánuman, el rey mono.

Nacimiento de Jánuman

Shivá encarnó en Añyana, adoptando la forma de un mono y contando con labendición de Pavana, el dios del viento, quien se convirtió en el abuelo de Jánuman. Su nacimiento liberó a su madre del embrujo y decidió retornar al paraíso. Antes de su partida, le reveló al pequeño Jánuman que sería inmortal y que su alimento serían las frutas brillantes como el sol.

Siendo Jánuman todavía un bebé, una vez los padres lo dejaron solo. Sintiendo hambre, empezó a llorar. Como nadie se acercaba, se puso a mirar a su alrededor para ver que podía comer. Justo en ese momento salió el sol. Cuando Jánuman vio este orbe rojo en el cielo, creyó que se trataba de una fruta, y saltó y se lo comió (una explicación mítica debida al desconocimiento absoluto que poseían los indios acerca de los eclipses). Los dioses se asustaron porque sentían que estaba llegando el fin del mundo. Trataron de persuadirle que vomitara el Sol, pero el bebé seguía digiriendo el Sol. Al final Indra, el rey de los dioses lo golpeó con su arma especial, el rayo Vashra, dándole un serio golpe en la barbilla y haciéndole perder el sentido.

Su padre Paván, el dios del viento, se enteró de lo ocurrido. Al ver a su hijo desmayado, se enfadó tanto que lo recogió y se escondió en una cueva de los Himalaya, dejando al mundo sin aire y causando pánico por todas partes. Ahora los dioses se volcaron hacia la cueva para rogar a Paván que permitiera el flujo del aire para que los seres vivos pudieran respirar. Cuando Brahmá, el dios máximo, llegó a la cueva, Jánuman se recuperó milagrosamente. El padre se alegró tanto que dejo correr el aire, y se normalizó la vida en la tierra. Aliviados, los dioses quedaron agradecidos y le dieron todo tipo de dones al pequeño Jánuman.

Siendo niño, Jánuman fue aceptado como discípulo por Suria (el dios Sol), quien le enseñó los sutras. El extraordinario poder de concentración de Jánuman hizo que pudiera memorizarlos en tan solo 60 horas.

El secuestro de Sita, la esposa de Rama

El Ramaiana relata que Jánuman es el más grande devoto del rey Rama. Cuando la esposa del rey, Sītā, fue secuestrada por el rey demonio Rávana, Jánuman saltó a través del océano hasta la isla de Sri Lanka para encontrarla.[3]

Al ser descubierto, los soldados de Rávana le prendieron fuego a su cola, con la que Jánuman incendió la ciudad de Lanka y la destruyó.[4]

El mito de Jánuman con la cara quemada por el fuego en Sri Lanka puede haberse originado en una especie de monos que existen aún hoy en esa isla, los langures jánuman, que tienen el cuerpo gris claro pero la cara negra.

El puente de rocas

Los vanaras, dirigidos por Jánuman, hicieron un puente de rocas hasta la isla de Lanka. Una vez que cruzaron todos, libraron una larga batalla para matar a Rávana y todos sus soldados.

El vuelo cargando el pico de una montaña

En muchos retratos y estatuas, lo muestran a Jánuman volando, llevando una montaña en la palma de su mano. Este es un episodio de la guerra del Ramaiana, cuando el dios Láksman (el hermano del dios Rama) quedó gravemente herido. Para no perder tiempo, Rama envió a Jánuman al Himalaya a buscar una cierta planta medicinal para curarlo. El pobre mico no sabe distinguir entre tantas plantas y trajo toda la montaña para que eligieran.

Devoto del dios Rama

Su amor hacia Rama es legendario. Cuentan que una vez Sita, la esposa de Rama (ya recuperada del secuestro), estaba pintándose la raya divisoria del cabello con kunkum (un polvo rojo intenso). Jánuman la observaba con atención. No sabía que todas las hinduistas casadas usan este símbolo en honor al marido. Inocentemente preguntó a Sita sobre el porqué de su acción.
―¿No sabes acaso que pongo este polvo rojo para demostrar mi dedicación a mi Señor?
Sin decir palabra el mono se fue, para regresar al poco rato con todo el cuerpo pintado de rojo:
―Yo lo quiero mucho más. ¡Mi amor no se puede expresar con solo una rayita de color!

En otra ocasión, dicen que Sita le regaló un collar de perlas. Jánuman lo miro por todas partes con gran atención y luego lo rompió. Empezó a tomar las perlas una por una, las rompía entre sus dedos y las tiraba. Al ver esto, alguien comentó que Sita había cometido una tontería en obsequiar un collar tan valioso a un mono ignorante, a lo que Sita replicó:
―Él está mirando si la perla llevaba el nombre de mi señor Rama. Como no lo encuentra por fuera, rompe la perla para ver si el nombre aparecía dentro. Las tiró a la basura porque sin el nombre de mi Señor no le sirven para nada.

Tras la muerte de Rama

Tras la muerte de Sita y de Rama, Jánuman estuvo miles de años meditando en los Himalayas. Cuando un religioso hinduista osó dudar de la devoción del mono hacia la pareja divina, Jánuman se clavó las garras de sus manos en el pecho y lo abrió para demostrar que el único contenido de su corazón ―que los hinduistas consideraban el lugar de generación de los pensamientos y los sentimientos― es Sita y Rama.

La escritura del Ramaiana

Valmiki, el autor del Ramaiana y de todos sus personajes, afirmaba que había sido Jánuman quien le había revelado todas las historias del libro. Cuando Valmiki terminó de escribir el poema Rama-aiana (el viaje de Ram), se lo leyó a Jánuman. Entonces Jánuman le confesó que él había escrito todas las andanzas de Rama en sánscrito, y le mostró las miles de hojas de palma con su letra. Era mil veces más extenso que el poema de Valmiki. El hombre, al leerlo, le dijo a Jánuman que la versión original desde su punto de vista simiesco era infinitamente mejor que la de Valmiki, que solo hablaba de oídas. Entonces Jánuman generosamente tiró al mar sus miles de hojas manuscritas.

Adoración en India

Jánuman medita en Rama tras la muerte de este.

En la actualidad, Hánuman sigue siendo adorado no solo en la India, sino también en otros sitios de Asia. Es considerado símbolo de la lealtad, el valor y la amistad.[5]

Su imagen se puede ver en casi todas las instituciones oficiales de India, desde la policía y el ejército hasta las casas civiles.[6]

Patrono de las artes marciales

Jánuman es un personaje muy respetado en las leyendas de la India, China, y Tailandia, en las que aparece como guardián y también como soldado, y para los practicantes del kick-boxing tailandés, el tatuaje Jánuman representa la fuerza, la energía y la agilidad, todos ellos atributos de un luchador campeón.

En Tailandia, el tatuaje Jánuman se considera especialmente poderoso, y potencialmente dañino. Los monjes budistas que realizan tatuajes, han tatuado tradicionalmente diseños protectores en los hombres jóvenes, pero siempre tras una discusión acerca de qué tipo de protección necesitan. Jánuman no suele ser una elección habitual, porque se dice que sus efectos pueden ser difíciles de controlar. El poder de cada tatuaje espiritual tailandés sólo se libera cuando se activa con un hechizo una vez el tatuaje ha completado.

Algunas tribus indias también creían que Jánuman lucía un tatuaje en su propio hombro con el fin de aliviar el dolor que le producía cada vez que se lo dislocaba.

En China

El rey mono Sun Wukong, personaje de la novela clásica Viaje al oeste (publicada en 1592), está parcialmente inspirado en el dios mono Jánuman.

Fuentes