Infección Urinaria Infantil

Infección Urinaria Infantil
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¿Qué es?

¿Cuáles son los síntomas que pueden indicar que el niño padece una infección urinaria y qué exámenes son los más confiables para saberlo con certeza? A continuación lo veremos. Son muchos los niños que sufren infecciones de las vías urinarias. En los varones suelen ser más frecuentes durante el primer año de vida, pudiendo indicar un defecto del riñón o de las vías urinarias. Pero no resulta nada fácil descubrirlas en seguida, pues se manifiestan mediante síntomas que también son propios de otras enfermedades. Para evitar que la infección pase inadvertida, con el riesgo de ocasionar daños a los riñones, es necesario diagnosticarla a su debido tiempo y de una forma completamente segura. Te decimos de qué manera.

Síntomas

Algunos síntomas nos llevan a sospechar que nuestro hijo padece una infección urinaria, aunque falta el diagnóstico. Son los siguientes:

  • Pérdida del apetito.
  • Sensación de cansancio e irritabilidad, mucho más acentuados que de costumbre.
  • Detención de las curvas de crecimiento y de peso.
  • Fiebre, que a menudo llega incluso a ser muy alta.
  • Vómitos y diarrea, que algunas veces acompañan a los otros síntomas.
  • Si se presentan estos síntomas (no necesariamente todos, aunque la fiebre siempre está presente), el pediatra analizará atentamente la situación, explorando al pequeño y hablando con los padres, sin dejarse engañar por síntomas como los vómitos y la diarrea, que podrían hacer pensar en una infección gastrointestinal. Generalmente, una profunda evaluación permite excluir infecciones de origen distinto con un buen margen de seguridad. Pero la prueba concluyente sólo se obtiene a través de un urocultivo, (para descubrir la presencia de gérmenes). Si se hace de forma correcta proporciona una respuesta definitiva.

Prevención

  • Si se trata de un reflujo determinado por el mal funcionamiento de las válvulas, en muchas ocasiones el pediatra considerará que bastará con prevenir las infecciones mediante un tratamiento adecuado.
  • Manteniendo al pequeño en observación y cuidándolo de una manera adecuada, en muchos casos se consigue que dicha situación se normalice.
  • En caso de que exista una malformación, con obstrucción en un tramo de las vías urinarias, se deben hacer exámenes más exhaustivos.
  • Es importante señalar que cuando un niño tiene más de 3 infecciones al año o en forma repetitiva, se debe descartar la posibiliad de malformación de las vías urinarias.
  • En aquellos casos en los que haya malformaciones con obstrucción de las vías urinarias, es posible que se necesite una operación quirúrgica. Esta intervención tiene como finalidad evitar que se puedan producir daños en el riñón debido a las repetidas infecciones urinarias que padece el pequeño.

Tratamiento antibiótico profiláctico

El tratamiento antibiótico profiláctico se indica en los casos de ITU recurrente, reflujo vésicoureteral de tratamiento médico, menores de 5 años en espera de la uretrocistografía, presencia de otras malformaciones y en todo lactante menor de un año con pielonéfritis aguda ocurrida durante el primer año de vida con estudio radiológico normal y por un mínimo de 6 meses.

Pronóstico

¿Cómo efectuar un urocultivo seguro?

Para que el resultado sea exacto es necesario obtener correctamente la muestra de orina. ¿Cómo?

  • Según muchos expertos, si se recoge mediante el empleo de bolsas esterilizadas hechas para estos casos (se pueden comprar en la farmacia), la muestra no es tan confiable: existe el riesgo de que se contamine con los gérmenes presentes en la piel de los genitales y, por lo tanto, el resultado será falso.
  • El método más confiable consiste en obtener la orina con ayuda de un catéter. Este método se realiza puncionando la vejiga por encima del pubis, pero es más molesto.
  • Si la mamá emplea la bolsa esterilizada, sistema más utilizado por lo sencillo, es necesario seguir algunas reglas higiénicas precisas (ver recuadro).

¿Cuándo se necesita un ultrasonido?

Cuando el urocultivo demuestra la existencia de una infección, además de tratarla, se pasa a otro examen; a un ultrasonido. Ésta sirve para averiguar si el niño tiene malformaciones del aparato urinario o del riñón que obstaculizan el flujo de la orina y que producen un estancamiento que favorece la proliferación de gérmenes y, por lo tanto, la infección. El ultrasonido permite descubrir si existe una dilatación de las vías urinarias, es decir:

  • De la pelvis, el embudo que va del riñón al uréter.
  • De los cálices, las formaciones contiguas al riñón que conducen la orina desde éste a la pelvis.
  • Del uréter, el canal que comunica el riñón con la vejiga.

¿Cuándo se necesitan otros exámenes?

El ultrasonido únicamente revela la presencia de un defecto macroscópico de las vías urinarias. Pero también puede haber una obstrucción total o parcial entre los distintos tramos que forman el aparato urinario. Por ejemplo, en la unión entre la pelvis y el uréter, o entre el uréter y la vejiga. También puede producirse en la parte más interna de la uretra (trastorno que sólo concierne a los niños).

Referencias