Matraca yucateca

La Matraca
Información sobre la plantilla
La Matraca.jpg
Clasificación Científica
Reino:Animalia
Clase:Aves

Matraca yucateca. (Camphyloryncus yucatanicus), conocida en algunos lugares como "chocolatero", es un ave endémica de Yucatán que se encuentra amenazada por la destrucción de su hábitat natural en la costa del Estado.

Aunque se considera que su distribución abarca desde Río Lagartos hasta Celestún, sobre el litoral, los registros más recientes indican que se localiza sólo en lugares como al oriente de Dzilam de Bravo, en el tramo entre Telchac Puerto y Progreso denominado San Benito, en los alrededores de Sisal y en Celestún.

Este singular pájaro yucateco vive en la zona de vegetación conocida como duna costera, donde abunda también vegetación de cactáceas y arbustos xerófitos (que no necesitan mucha agua para vivir). Habita, pues, en una zona muy específica de vegetación, que sólo se encuentra al centro de la costa norte de Yucatán.

Los investigadores Paul Wood y Mauro Berlanga, quienes se dedican al estudio de las aves tropicales de la Península, y actualmente desarrollan un proyecto con Pronatura Península de Yucatán, A.C., proporcionaron información sobre esta ave, única de Yucatán.

La matraca yucateca cuenta con una de las áreas de distribución más restringidas para las aves de la Península. Por eso mismo, al encontrarse sólo en lugares específicos resulta muy susceptible a los cambios en la vegetación que habita. La urbanización de la zona costera, los sembradíos de cocales y el desarrollo portuario han propiciado la disminución de tal vegetación y, por consecuencia, la destrucción del hábitat adecuado para esta ave, con lo que el peligro de su extinción es más latente.

Esta especie es una de las ocho del género que existen en México. Hay muy poca información respecto a sus costumbres; sin embargo, a partir del conocimiento que se tiene de otros integrantes de su familia, es posible determinar algunas características que la definan.

Es un ave muy social que siempre anda en grupos, por lo que es muy raro ver individuos solos. Durante algún tiempo fue considerada como subespecie de una "matraca" que vive en los desiertos del norte y centro del país, conocida precisamente como "matraca del desierto". Sin embargo, ahora puede considerarse como una especie aparte.

Pertenece a la familia Trogloditidae, que quiere decir "viven en cuevas". Se les denomina así porque gustan de vivir y anidar en lugares cerrados. Sus nidos son precisamente como cuevas, totalmente cubiertos, en forma de domo y nada más con una entrada lateral. Es una familia neotropical, con sólo una especie representada en el Viejo Mundo.

Todas las demás especies de Trogloditidae viven en el Continente Americano. En total son 59 las especies que integran esta familia, y pueden encontrarse desde Canadá hasta la Tierra del Fuego, incluyendo las Islas Malvinas. En México se encuentran 30 especies, más de la mitad de toda la familia.

Particularmente, el género Camphyloryncus, al que pertenece la matraca yucateca, cuenta con alrededor de 12 especies, representando a los más grandes integrantes de toda la familia, y viven en casi todo tipo de hábitat terrestre desde el sur de Estados Unidos hasta el sur de Bolivia.

Alimentación

Su alimentación consiste en pequeños artrópodos y frutos de cactáceas.

Costumbres

El investigador Mauro Berlanga reporta que ha observado nidos de esta ave durante el mes de junio en el área de San Benito y en Sisal, así como parejas en aparente actividad de cortejo.

La siguiente descripción está tomada de un informe de Berlanga, realizado en 1982: "Una pareja de matracas se posó en una inflorescencia de henequén o sisal. Volaban de un arbusto al pie de la inflorescencia y ascendían de forma escalonada por las asimétricas flores extendidas a lo largo del tallo central. Uno de ellos seguía al otro, en aparente galanteo. Alzaban el pico al cielo y aceleraban la repetición de su canto hasta una velocidad que los hacía escucharse como una verdadera matraca tirada con fuerza. "Con los cuerpos frente a frente y las alas un tanto extendidas, el pico entreabierto y hacia arriba, ascendían desde la base de la inflorescencia aumentando el volumen y la frecuencia de la vocalización. La matraca más grande de pronto permaneció impasible en la punta más alta del sisal, seguramente era el macho.

La más pequeña, que debió ser la hembra, al acercarse un cenzontle, descendió a un arbusto cercano". Agrega que, aunque no pudo alcanzar el nuevo nido, que se encontraba rodeado de vegetación muy espinosa, el ave halló uno antiguo que estaba a metro y medio del suelo, en un arbusto sin hojas, construido con hierbas delgadas y flexibles (pastos). Tenía una entrada lateral de unos 4.5 cm y unos 20 cm de diámetro en su lado más largo.

Su borde superior medía 7 cm y el inferior 9 cm. "En la base del nido sobresalía una protuberancia debida a la acumulación de excrementos. En el interior se encontraba una cama de algodón con semillas como de ceiba y plumas que inconfundiblemente pertenecían a la matraca dueña del nido", continúa el reporte.

Al comparar esta información con la correspondiente a otras especies del mismo género, puede concluirse que la matraca yucateca anida al inicio de la temporada de lluvias, durante junio y julio. En general, tienen camadas de 2 ó 3 huevos, como la mayoría de sus parientes tropicales.

Un comportamiento típico de la familia a la que pertenece la matraca yucateca es que los machos hacen varios nidos, que pueden ser hasta 6, a lo largo de lo que consideran su territorio. Esto forma parte del cortejo nupcial, ya que la hembra entonces deberá elegir entre los nidos el que más le agrade para poner sus huevos.

Fidelidad

Normalmente suele haber un nido mejor construido que los otros, y que además es el que está más escondido. Esto es parte de una estrategia para protegerlo de posibles enemigos naturales, ya que el nido mejor construido es también el más seguro.

La incubación de los huevos dura de 12 a 15 días y las crías permanecen en el nido de 12 a 18 días. El macho y la hembra forman parejas durante toda la vida, y se mantienen en su territorio por todo el año. También se sabe que, fuera de la temporada de reproducción, utilizan sus nidos como dormitorio.

Las paredes del nido son muy gruesas, como protección contra los intensos rayos solares que caracterizan la región donde habitan estos pájaros tan sociales y cuidadosos de sus crías.

Otra de las características más singulares de las matracas es que el macho y la hembra "cantan juntos", formando duetos coordinados que les sirven para diferenciar su territorio.

Paul Wood menciona un peculiar experimento: "En estas aves, el macho y la hembra cantan juntos, y reconocen los cantos de otras parejas en otros territorios cercanos. Las cadencias del canto por pareja les sirven para esta identificación, difícil de percibir al oído humano. Si se graban cantos de la misma pareja, y se reproducen para ser escuchados por ésta, la pareja se acerca curiosa. Pero si se reproducen grabaciones de cantos pertenecientes a una pareja diferente, entonces la respuesta de la pareja aludida es más fuerte y agresiva, acercándose y moviendo la cola lateralmente en señal de nerviosismo".

Es común entre las aves del trópico que el macho y la hembra canten juntos, y la explicación es que mantienen su territorio durante todo el año, además de que forman parejas para toda la vida, lo cual supone una relación muy intensa entre los dos sexos, que en este caso se manifiesta a través de cantos coordinados, "duetos musicales" que mantienen ligada a la pareja.

Entre las matracas, en general, suele ocurrir que hasta 15 individuos compartan territorios de reproducción, donde una sola pareja produce los huevos, pero todos crían y alimentan a los polluelos. Como la matraca yucateca anda siempre en grupos, es posible que esto también ocurra entre ellas. Sin embargo, esto no descarta el hecho de que cada pareja distinga su territorio del de otras parejas.

En una especie de Costa Rica, mientras la hembra incuba los huevos, el macho duerme en otro nido. Asimismo, algunas parejas construyen su nido en arbustos de acacia, una planta que tiene espinas donde viven unas hormigas muy agresivas. Construir su nido en esa planta representa una ventaja en la defensa contra reptiles o mamíferos pequeños que buscan sus huevos o crías como alimento.

Comportamiento

Aunque no se conoce exactamente el comportamiento reproductivo de la matraca yucateca, es posible inferir algunas cuestiones a partir del conocimiento sobre otras especies del mismo género.

Si llegan a tener dos camadas por año, lo cual puede ocurrir en algunas especies de matracas, los jóvenes de la primera camada ayudan a alimentar a las crías de la camada posterior. Esto ocurre típicamente en la matraca del desierto. Cuando sólo tienen una camada por año, los hijos permanecen junto a los padres durante toda la temporada, para ayudarlos en el cuidado y alimentación de la camada del año siguiente.

Como podemos ver, socialmente las matracas son una especie que presenta mucha variación en su comportamiento. Una de las intenciones de los investigadores que proporcionaron esta información es, precisamente, recabar más datos en particular sobre la matraca yucateca, ya que es una especie única en la entidad, sobre la cual se conoce muy poco todavía, a pesar de encontrarse en grave peligro de extinción.

Sólo en Yucatán existe la matraca yucateca. Sólo los yucatecos, al conocerla, podrán acercarse cada vez más a esta especie única de las costas de Yucatán, que habita en un tipo de vegetación que también es característico del Estado y que, al igual que tan singular ave, se encuentra amenazada por los acelerados cambios que en las últimas décadas ha sufrido la franja costera, resultando en consecuencias negativas para la calidad del ambiente, con la destrucción de extensos manglares que quedaron transformados en zonas desérticas y enormes basureros anegados.

Fuente