Otitis infecciosa

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La otitis. Es la inflamación del oído en cualquiera de sus niveles, externo, medio, interno. Las otitis infecciosas pueden estar producidas por multitud de agentes bacterianos e incluso micóticos o parasitarios. Suelen ser muy frecuentes en los perros de raza con orejas caídas y grandes, y sobre todo en el cocker. Los principales síntomas son olor fuerte, sacudidas de cabeza, secreciones purulentas, picor intenso, dolor y rascado continuo de la zona.

Causas primarias de otitis

  • Parásitos: Otodectes cynotis es un ácaro psoróptico que vive de manera habitual en perros y gatos. Es habitual en el campo y en los criaderos.
  • Cuerpo extraños y traumatismos: espigas, trozos de madera, semillas, restos de pomadas, jabones, tras una pelea.
  • Procesos dérmicos que se extienden hasta el conducto auditivo.
  • Alergias.
  • Trastornos de la queratinización.
  • hogos: malassesia,

Diagnóstico

  • El animal se rasca la oreja u orejas más de lo habitual.
  • No para de frotarse contra las alfombras.
  • Se sacude constantemente en un inútil esfuerzo de sacar de su oído un cuerpo extraño.
  • Cuando se le acaricia en las orejas y se queja.
  • Secreción anormal en aspecto y en olor.
  • Cuando al sacudirse elimina abundante secreción.
  • Los oídos le huelen mal.

Prevención

El conducto auditivo externo debe estar siempre seco y aireado para prevenir la otitis. Para ello, algunas veces, en perros de orejas caídas y con pelo, se aconseja cortárselo o depilarles con mucho cuidado. Las orejas deben de limpiarse siempre que tengan exceso de cerumen. En caso de infección, si desprenden mal olor, supuran o presentan costras, consulte a su veterinario: él pondrá el tratamiento adecuado.

Para la limpieza se aplican unas gotas de aceite de parafina en el conducto auditivo. Se da un masaje en las orejas antes de que el perro se saque el aceite, sacudiéndose o rascándose. Después, con un hisopo o unas toallitas especiales para el limpiado de las orejas, se limpian todos los pliegues del pabellón auricular y las impurezas del conducto auditivo. Si la limpieza se va a realizar con hisopos hay que tener cuidado de no introducirlos excesivamente, para no dañar el canal auricular. Siempre seria aconsejable pedirle a su veterinario, que le enseñe como hacerlo correctamente, para evitar males mayores.

Tratamiento

Consiste en antibióticos o antimicóticos, según el caso, por vía general y tópica, limpiezas diarias de los oídos tomando las precauciones oportunas y con productos adecuados e impedir el rascado del animal. Son enfermedades que pueden convertirse en cronicas si no son atacadas a tiempo.

Referencias