Plexectomía coroidea

Plexectomía coroidea
Información sobre la plantilla
Plexectomía.jpg
Procedimiento quirúrgico para reducir la producción de líquido cefalorraquídeo en los ventrículos cerebrales del cerebro hidrocefálico, habitualmente en el recién nacido.

Plexectomía coroidea. Consiste en la extirpación o coagulación del plexo coroideo de uno o de ambos ventrículos laterales, en la región de la encrucijada.

Historia

Fue Dandy quien introdujo esta operación al realizar la extirpación y más tarde la coagulación del plexo, con la evacuación del líquido del ventrículo lateral correspondiente. Más tarde Putnam, Scarff y otros, realizan la coagulación del plexo, sin evacuar el líquido y utilizan un instrumento llamado ventriculoscopio, el que se introduce a través de un agujero de trépano en la región occipital.

Indicaciones quirúrgicas

Esta operación está indicada en lactantes, cuando se trata de una hidrocefalia comunicante o no comunicante.

Posición del paciente

La posición del paciente sobre la mesa operatoria tiene gran importancia y debe poermitir un cómodo acceso a la encrucijada ventricular (para abordar el plexo coroide), y la evacuación de líquido cefalorraquídeo sin provocar un colapso del sistema ventricular, por esto, el lugar de la incisión de la corteza cerebral y la pared ventricular debe ocupar la posición más alta del sistema ventricular.

Técnica quirúrgica

En la piel se practica una incisión vertical en la región temporoparietal posterior, con una longitud de 6 cm. y después, el hueso se reseca en un diámetro de 3-5 cm. Se puede hacer una craneotomía osteoplástica con la incisión de partes blandas en forma de herradura en la misma región. En los lactantes la trepanación se realiza fácilmente con tijeras. Se incide la corteza cerebral previa electrocoagulación, en un lugar donde no se vean vasos corticales importantes y en una longitud de 4 a 5 cm.

Ventriculoscopio.

Al penetrar en el ventrículo lateral se evacua el líquido cefalorraquídeo hasta ver la encrucijada ventricular y el plexo coroideo directamente (por encima del nivel del líquido). Durante la maniobra de la incisión cortical del hemisferio, los dos labios de ésta se cubren bien con algodones embebidos en solución isotónica. De la misma forma se cubre toda la craneotomía para que el espacio subdural quede aislado, sin comunicación con el aire durante todo el trabajo dentro del ventrículo. De esta manera se evita el colapso ventricular con todo el peligro de romper vasos venenosos a nivel de las desembocaduras en los senos de la duramadre. El plexo coroideo se estira cuidadosamente con pinzas y se “clipan” los vasos mayores en su base; después, este se corta y se extrae si es posible. Si ocurre un sangramiento, se puede detener fácilmente por medio de electrocoagulación.

Si el plexo coroideo está adherido a la pared ventricular y no es posible levantarlo bien, se debe realizar solamente su electrocoagulación, teniendo cuidado de no lesionar el tálamo óptico.

Cuando existe una hidrocefalia extrema, el septum lucidum puede estar perforado en casi toda su extensión, lo que hace posible explorar y coagular el plexo coroideo del ventrículo lateral opuesto. Esto debe hacerse cuidadosamente y es una maniobra que se debe evitar, ya que necesita una mayor evacuación del líquido cefalorraquídeo y se puede provocar un colapso grave del sistema ventricular. Después de la coagulación y extirpación del plexo coroideo, el sistema ventricular se rellena con solución isotónica y la herida operatoria se cierra de manera habitual. Para llenar el sistema ventricular, se puede utilizar el líquido cefalorraquídeo evacuado previamente, si no está mezclado con sangre y ha sido conservado a una temperatura de 380 C.

Cuando la abertura del cráneo se realiza de manera osteoplástica, el colgajo óseo se puede fijar por medio de dos o tres puntos de sutura que pasen a través del borde del hueso, el cual puede ser perforado con agujas.

Cuando no se obtiene un resultado satisfactorio con dicha operación, ésta se puede repetir, si es necesario, del otro lado, después de un período no menor de 10 días.

En la misma operación, después de haber extirpado el plexo coroideo, Hyndmann, hace una perforación en la pared medial del ventrículo lateral, cerca de la base del plexo coroideo, y se realiza una comunicación entre el sistema ventricular y la cisterna ambiens. Esta perforación tiene habitualmente una longitud entre 3-5 mm en las hidrocefalias obstructivas.

Período postoperatorio

En los primeros días del período postoperatorio, el niño se mantiene en la misma posición que en la mesa operatoria, a la cual se adapta fácilmente.

A veces el líquido cefalorraquídeo penetra en el espacio subdural, y forma un higroma, que comprime el hemisferio cerebral. Otra complicación que puede ocurrir es la hemorragia intraventricular, edema del tallo cerebral, fístula del líquido cefalorraquídeo, etc.

Fuentes

  • Liubomir Karaguiosov. Técnica neuroquirúrgica. Pág. 151. Editorial Científico-Técnica. La Habana. Cuba. 1977.
  • Información sobre Plexectomía coroidea. Consultado: 21 de diciembre de 2012. Disponible en: www.onsalus.com