Provincia de Mendoza

Provincia de Mendoza
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Provincia de Argentina
Bandera de
Bandera

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EntidadProvincia
 • PaísBandera de Argentina Argentina
 • Fundación2 de marzo de 1561
Superficie 
 • Total148,827 km2, km²
Gentiliciomendocino/a

Provincia de Mendoza. Es una de las 23 provincias que componen el territorio de la República Argentina, ubicada en el glacis de piedemonte de la Cordillera de los Andes, ocupa 57 km². La economía está vinculada a la industria vinícola, alimenticia, la extracción y refinación de petróleo. Así como por sus valores paisajísticos es un importante centro turístico y universitario. El idioma oficial es el español.

Historia

Los rastros de poblamiento más antiguos en esta zona se remontan a 9.000 años A.C. y han sido encontrados al sur del río Mendoza, en las localidades de Agrelo y Barrancas , corresponden a pueblos cazadores, recolectores y agricultores, con incipientes conocimientos de riego, tejido e hilado, cerámica y construcción de chozas con quincha rudimentaria.

  • Etnia Huarpe Milcayac

A la llegada de los conquistadores españoles habitaba aquí esta etnia, recientemente incaizada. Se calcula que unos 15.000 aborígenes se distribuían entonces en el territorio entre los ríos Mendoza, Diamante, Desaguadero y la cordillera. Se encontraban junto a los cursos de agua, principalmente en las lagunas de Guanacache y del Rosario (hoy casi disecadas) y en los valles de Cuyo Güentata, junto al río Mendoza, y de Uco-Juarúa, junto al Tunuyán.

Estaban organizados en familias que conformaban grupos reunidos alrededor de un cacique, propietario de un territorio. Eran agricultores y en sus chacras cultivaban maíz, quinoa, poroto, zapallo, con riego por acequias que surcaban las tierras de cada cacique, tomando sus nombres. Guaymallén, Tobar, Allaime y otros.

Sus caseríos de quincha (ramas, carrizo y paja recubiertos con barro) eran reducidos y distaban aproximadamente 20 km. entre sí.

Como complemento de la agricultura eran cazadores, recolectores y pescadores y de sus ancestros conservaban curiosas modalidades de cacería, como la persecución de guanacos a trote lento durante días hasta vencerlos por cansancio, hambre y sed, o la captura de patos laguneros, que realizaban sigilosamente sumergidos en el agua, con la cabeza escondida dentro de calabazas. Recolectaban algarroba para hacer patay (pan) y aloja (bebida), así como otros frutos y semillas (chañar), raíces (totora) a incluso insectos (langostas), que secaban y molían para amasar.

Los huarpes laguneros eran habilísimos pescadores y secaban truchas, cuyo comercio persistió durante la época colonial. Sus canoas de totora y su cestería, que pueden admirarse en el Museo Juan Cornello Moyano (Parque General San Martín). Denotan influencias de la importante cultura andina del Titicaca.

Con fibras vegetales de esteros y lagunas realizaron excelente cestería, que asombra por la firmeza de sus formas, los coloridos dibujos y el apretado trenzado que las hacía impermeables y aptas para contener líquidos.

  • Período Incaico

La incaización se produjo en las dos últimas décadas del siglo XV, menos de un siglo antes de la llegada de los españoles. Cuyo, integró el Collasuyo, parte austral del Tahuantinsuyo o imperio incaico, cuya capital estaba en el Cuzco y alcanzaba su confín en esta latitud, a ambos lados de los Andes.

El inmenso imperio se comunicaba por el camino del Inca, con tramos troncales en Argentina y Chile y ramales que vinculaban ambas vertientes. Este camino descendía por territorio andino hasta Uspallata. Vinculaba tamberías para albergar a los chasquis (mensajeros) y poblaciones de mitimaes, colonos agricultores y militares incaizados.

En Uspallata se localizó una de ellas. Bajo la influencia incaica los huarpes perdieron la pureza de su etnia y sufrieron una considerable transformación cultural. Reemplazaron la lengua milcayac por el quechua, incorporaron el culto al sol, la luna y el lucero, y perfeccionaron las técnicas de irrigación y cultivo, como también las textiles y de alfarería.

  • Conquista Española

Período que se extiende durante poco más de dos siglos y se divide en épocas bien diferenciadas.

  • Época del Virreinato del Perú

Al iniciarse la conquista española, el territorio que hoy forma nuestro país fue parte del inmenso Virreinato del Perú, con capital en Lima. Desde el Perú se comandaron las acciones de exploración y asentamientos humanos que terminaron por estructurar esta nueva formación geopolítica sudamericana. Ella persistió hasta su desmembramiento en 1776, cuando fue sucedida por otros virreinatos de menor tamaño pero de más eficiente administración, como el del Río de La Plata.

El territorio fue explorado por primera vez en 1551 por la expedición de Francisco de Villagra que avanzó por el este de la cordillera desde el Cuzco a Chile, Ilevando refuerzos para la guerra de Arauco. Antes de este descubrimiento estas tierras habían sido anexadas a la Capitanía General de Chile por el Licenciado La Gasca, con confirmación por Real Cédula de Carlos V en 1552. Desde Santiago del Nuevo Extremo, sede de la Capitanía, salieron las expediciones fundadoras de tres ciudades, las cuales lograron sentar las bases para la administración del territorio durante más de 200 años.

Luego de fundadas las dos primeras (Mendoza, 1561 por Pedro del Castillo, y San Juan de la Frontera, 1562 por Juan Jufré), en 1564 se formó el Corregimiento de Cuyo, uno de los 11 en que se subdividió Chile. Este fue reorganizado 20 años más tarde al fundarse San Luis de La Punta, por Luis Jufré de Loaysa y Meneses.

La capital del corregimiento fue Mendoza, donde residían las autoridades. Esta ciudad se emplazó en el camino de Santiago al estuario del Plata, lugar en que se fundó Buenos Aires por segunda vez en 1580. Aunque la vinculación entre los océanos Pacífico y Atlántico fue considerada vital y estratégica y ella justificó también la fundación de otras cinco ciudades en el camino al Alto Perú (gobernación del Tucumán), los intereses de la capital virreinal del Perú (Lima), a la cual este confín de América se subordinaba, impidieron por dos siglos la habilitación de Buenos Aires al comercio con España. Por ende, el movimiento por esta ruta fue de escasa importancia hasta fines del siglo XVIll.

Mendoza, como las otras ciudades de Cuyo, vivió aislada, distanciada de la sede de la Capitanía por la cordillera y de otros pueblos al este por vastísimas travesías sin agua. En el siglo XVII un viaje desde Mendoza a Santiago demandaba ocho días promedio, a Córdoba 20 días y a Buenos Aires, 45.

Su persistencia férrea, asolada por los sismos, el desierto y los aluviones estivales, sólo puede explicarse por la firme voluntad hispánica de sustentar focos en el interior de su vasto imperio, que consolidabaan una formidable sed de conquista.

En teoría, su territorio llegaba por el sur hasta los grandes lagos, pero de hecho sólo pudo alcanzar hasta el río Diamante, donde se estableció la frontera con tierras de puelches y pehuenches araucanizados, no dominados hasta fines del siglo XIX.

Mendoza tuvo una posición estratégica junto al camino a Chile, en un sitio del antiguo poblamiento huarpe, donde encontró abundante mano de obra y un oasis incipiente de cultivo, con acequias de riego abiertas a partir de un zanjón (probable falla geológica), que derivaba aguas del río Mendoza.

Los frutos del Mediterráneo, en especial la vid, introducida en 1566, maduraron dulcísimos en este oasis de atmósfera seca, intensamente asoleado, cuyas lluvias no coincidían con el período de floración de los frutales.

Su economía básica fue de subsistencia, pero hacia 1600 la superproducción de vinos permitió iniciar su comercio, al que se agregó el de arrope, aguardiente, vinagre y frutas secas. Los largos viajes a Córdoba, Tucumán, Buenos Aires, el Litoral y Paraguay sumados a los deficientes envases alteraban los líquidos que se transportaban.

La vitivinicultura estimuló otras industrias anexas: fabricación de lagares y botijas, construcción de carretas y desarrollo de la ancestral artesanía de tejidos de totora, con que se forraban vasijas y carretas para aislarlas térmicamente.

AI finalizar la época del Virreinato del Perú (1776), Mendoza tenía una economía diversificada entre la agricultura, incipientes industrias, ganadería, extracción minera (plata y cobre de UspaIlata) y comercio.

Su población total se estimaba en 13.318 habitantes, entre los que sólo el 1 % era español; predominaban los criollos (más del 42 % ); los indígenas, en gran parte desarraigados por los encomenderos chilenos hacia sus propiedades trasandinas, constituían con los mestizos sólo un 22 % de la población, inferior al número de esclavos negros (33,5 %). Las áreas pobladas eran surcadas por los grandes ríos Mendoza y Tunuyán, y sus afluentes (vaIles de Gúentata, de Uco-Juarúa y de Uspallata).

También, gran parte de la población aborigen se mantenía en las lagunas de Guanacache, en el límite con San Juan. El resto de los pobladores se dispersaba en estancias agrícola-ganaderas y mantenía una actividad pecuaria de montaña, caracterizada por el traslado de animales a potreros de invernada y veranada hacia valles situados a distintas alturas. A las pasturas altas Ilegaban ganados de estancias de ambas vertientes de los Andes, utilizando los numerosos pasos cordilleranos.

La ganadería contribuyó a desarrollar una cultura regional andina, con fuertes vinculaciones que persistieron hasta fines del siglo pasado. En las estancias ganaderas se llevaba a cabo una vida aislada y sencilla.

Muchas de ellas fueron también postas en los caminos y fortines en las areas de frontera con el indio (especialmente las del valle de Uco). Sus oratorios familiares a menudo se transformaron en verdaderos imanes para la radicación de pobladores.

A fines del siglo XVIII, además de la ciudad de Mendoza, existían ya numerosos pueblos incipientes y otros fundados como doctrinas (nuevos pueblos de indios establecidos por españoles) por la Junta de Poblaciones de Chile. San José de Corocorto (hoy La Paz), sobre el río Tunuyán en la carrera Buenos Aires; también Rosario, Asunción y San Miguel de Las lagunas.

  • Época del Virreinato del Río de la Plata

El 1° de agosto de 1776 el Corregimiento de Cuyo fue separado de la Capitanía de Chile e incorporado al recién fundado Virreinato del Río de la Plata. Esta estructuración provisional, firmada por Carlos III en San lldefonso, fue ratificada al año siguiente por la Real Cédula del 27 de octubre de 1777.

El nuevo Virreinato fue una creación borbónica que tuvo como finalidad lograr mayor eficiencia administrativa en las colonias, tanto para su defensa de la expansión portuguesa como para la mayor rentabilidad económica y el orden general.

Se configuró así una nueva realidad geopolítica. Buenos Aires fue erigida en capital virreinal y su puerto habilitado al comercio con España, iniciándose un vertiginoso proceso de centralización de poder y riqueza que impactó notablemente en el desarrollo de las áreas interiores.

En 1787 el Corregimiento de Cuyo desapareció como entidad política, según la Ordenanza de Intendentes promulgada entre 1782 y 1783 por el soberano. Mendoza, San Juan y San Luis pasaron a ser comandancias de armas y distritos de la Intendencia de Córdoba, una de las dos en que se dividió la antigua Gobernación de Tucumán.

El Virreinato del Río de la Plata duró menos de cuarenta años, período breve pero de grandes cambios y progreso, impulsados por la nueva administración del Siglo de las Luces.

En Mendoza se mejoraron las defensas aluvionales con la apertura del canal oeste (Jarillal), un tajamar o desagüe al sur de la ciudad y una toma del río (MHN) con murallón de cal y canto, y nuevas compuertas. Se amplió la red de riego, tanto a partir del zanjón Guaymallén como de otras fuentes. El canal de Corocorto (hoy La Paz) posibilitó el cultivo de nuevas áreas y la mejora de las comunicaciones por la travesía del Tunuyán.

Se consolidó el itinerario real de postas en la carrera de Mendoza, estimulándose las vinculaciones comerciales con Córdoba y el Litoral.

El principal comercio fue de vino y aguardiente, estimándose en la década de 1790 un movimiento de 15.000 carretas. Aunque la habilitación del puerto de Buenos Aires al comercio con España afectó esta economía por la competencia con vinos españoles de mejor calidad, las dificultades que vivió Europa a fines de siglo frenaron esta irrupción y posibilitaron la persistencia de los vinos mendocinos en el mercado interior.

Aun gravado por fuertes impuestos, se calcula que a fines del virreinato se comercializaban 10.000 barriles anuales de vino mendocino fuera de su región.

En las estancias del valle de Uco se intensificó el desarrollo ganadero después de las exitosas campañas de Amigorena. Este valiente vasco realizó nueve campañas en 15 años, entre 1783 y 1792, logrando paces generales por 35 años con los aborígenes del sur. El cese de los temidos malones estimuló la expansión austral del poblamiento hispánico.

En 1808 la introducción del álamo de Lombardía, traído en estacas por Juan Cobo, condujo a un cambio decisivo en la configuración del paisaje mendocino. Las alamedas, plantadas para generar sombra, como bordes de propiedades o como barreras contra vientos a orillas de canales y acequias, agregaron un elemento clave en la identidad del ambiente rural.

Estos árboles también fueron importantes en el desarrollo de la arquitectura local, hasta entonces muy pobre en madera. Las típicas construcciones de tapia y adobe con generosas bóvedas y cúpulas de tierra -de las que hoy restan pocos testimonios, como las de Uspallata. Pronto se reemplazaron por techumbres de largos y rectos rollizos de álamo, que sostenían encañados cubiertos por la tradicional torta de barro. Entonces se generalizaron las anchas galerías frente a las habitaciones de las casas, como excelente protección de los rigores del sol abrasador.

  • Siglo XIX e Independencia

Durante este período se operaron enormes cambios que dieron fin a la época colonial. En julio de 1810, tras vacilar entre las órdenes de Córdoba, a cuya Intendencia pertenecía, y las de la Junta de Buenos Aires, primer gobierno patrio, Mendoza se definió por las de ésta última y se comprometió en el camino hacia la independencia, proclamada seis años más tarde en el Congreso de Tucumán.

En 1813, luego de algunos cambios administrativos de corta duración, se creó la Intendencia de Cuyo, siendo designado al año siguiente como tercer gobernador intendente el general José de San Martín. Durante su gobierno se llevó a cabo la Campaña del Ejército de los Andes, para lograr la independencia de Chile y Perú. En esta gesta gloriosa los pueblos de Cuyo contribuyeron hasta el sacrificio.

  • Campaña Sanmartiniana

Los preparativos se iniciaron en 1814 con medidas para sufragar los gastos de guerra. Ese año también comenzó la formación del Ejército, con las fuerzas del general chileno O' Higgins, exiliado en Mendoza después del desastre de Rancagua, y luego con milicias de Mendoza, San Juan, San Luis, La Rioja y Buenos Aires. Un total de 4.000 hombres formó el Ejército de los Andes, con San Martín como general en jefe.

En 1816 se estableció el campamento en El Plumerillo, una legua al noroeste de la ciudad (próximo al actual aeropuerto internacional).

En este campo se dio severo adiestramiento militar a los soldados y también formación teórico-práctica a los oficiales. La maestranza fue dirigida por el franciscano Fray Luis Beltrán, quien debió imaginar ingeniosos métodos pare fabricar armamentos y transportarlos a través de la cordillera.

Para hacerse cargo de la conducción del ejército, San Martín solicitó relevo en el mando civil de Cuyo, nombrándose en su lugar a Toribio de Luzuriaga quien le brindó incondicional apoyo. En enero de 1817 el ejército se hallaba presto a partir, bajo la protección de la Virgen del Carmen de Cuyo, proclamada Patrona del Ejército, y enarbolando una bandera bordada y donada por mujeres patricias, encabezadas por la chilena Dolores Prats de Huici. Vestían uniformes confeccionados y teñidos por el mismo pueblo y contaban con provisiones integradas mediante aportes y «derramas».

  • El Plan y la Acción

Recién en enero de 1817 el plan fue dado a conocer a los principales del ejército. Dividido en dos columnas y cuatro destacamentos, utilizaría diversas rutas transcordilleranas y atacaría a los realistas en diversos puntos de Chile, desde Copiapó a Talca, impidiéndoles reunirse en Santiago (el objetivo mayor), donde convergerían las fuerzas principales. En este plan quedaba fuera la ciudad de Concepción, entonces la más austral de Chile, pues no había pasos expeditos al sur de Mendoza para poder neutralizarla.

Primero partieron destacamentos del norte y del sur, destinados a tomar plazas menores v a desconcertar al enemigo, impidiendo su concentración. los efectivos se distribuyeron de Ia siguiente manera.

Destacamento de La Rioja, bajo el mando del teniente coronel F Zelada partió de Guandacol el 22 de enero, cruzó la cordillera y el 12 de febrero su vanguardia tomó Copiapó.

Destacamento de San Juan. aI mando del teniente coronel J.M.Cabot avanzó el 9 de enero por la ruta de Pismanta, atravesó los Andes por el Paso de Guana y tomo Coquimbo el 15 de febrero. Destacamento del Planchón, bajo las órdenes del teniente coronel chileno Ramón Freire pasó por los fuertes de San Carlos y San Rafael, remontó el río Atuel e irrumpió hacia Curicó y Talca haciendo creer que era la vanguardia del ejército y fomentando insurrecciones populares.

Destacamento del Portillo Conducido por el capitán J. L. Lemos partió del Fuerte de San Carlos, atravesó el valle de Uco y cruzó por el paso del Portillo de Piuquenes, simulando ser el grueso del ejército que se dirigía a Santiago

  • La Anarquía

Entre 1820 y 1852 hubo gran inestabilidad política nacional y luchas entre unitarios y federales, con desplazamiento de tropas y batallas provinciales. En la batalla de Rodeo del Medio (24 de septiembre de 1841) las fuerzas rosistas de Pacheco vencieron a las de Lamadrid, gobernador provisional de Mendoza, en el combate más violento y sanguinario de las guerras civiles del país. A él se sumó un recrudecimiento de los temidos malones del sur, que despoblaron las estancias.

En 1820 se disolvió la Intendencia de Cuyo, proclamándose las tres autonomías provinciales. La estructuración administrativa de Mendoza en departamentos comenzó a mediados del siglo, en coincidencia con la época de la organización nacional.

  • Organización Nacional y el Avance al Desierto

En la década de 1860, el flamante gobierno nacional incluyó, dentro de los primeros programas de organización del país, la conquista definitiva del sur.

En el sur de la provincia de Mendoza, el proceso comenzó con un nuevo y minucioso estudio geográfico y topográfico, comisionado al Coronel Olascoaga en 1864. AI año siguiente se encargó al agrimensor francés Julio Ballofet, autor del trazado de la Nueva Ciudad de Mendoza (1863), el estudio cartográfico de un área al sur del río Diamante, en las proximidades del fuerte de San Rafael, con miras a su colonización.

En la década de 1870, el proceso de conquista de San Rafael estaba en plena marcha. El gobierno nacional había establecido cuarteles, con potreros y canales propios en Cuadro Nacional, cerca del fuerte. También se radicaban los primeros inmigrantes sanrafaelinos junto a Ballofet y el padre Manuel Marco ( Ilegado como capellán del 7°de Caballería), quienes pronto iniciaron gestiones para atraer a sus connacionales como colonos.

En Malargüe se radicaron importantes hacendados en 1874, los campos de El Chacay fueron cedidos temporariamente al teniente coronel Rufino Ortega, dando bases a la estancia conocida más tarde como La Orteguita.

Simultáneamente, en tierras antes colonizadas por Fraipán y el capitán Juan Troncoso, se formó la estancia Las Chacras (410.000 ha), propiedad del doctor Edmundo Day, en sociedad con sus cuñados José Vicente y Martin Zapata. Esta acción, al sur de la provincia de Mendoza, coincidía con la campaña emprendida en 1876 durante la presidencia de Avellaneda a implementada por su Ministro de Guerra, Alsina, quien desarrolló una táctica de avances sobre el desierto, marcada por líneas de fortines y zanjas.

A la muerte de Alsina (1877), el nuevo Ministro de Guerra, J. A. Roca, implementó un plan ofensivo de alcance nacional que comprendió dos etapas. Campañas Preliminares, en las que se realizaron expediciones aisladas hacia los puestos de avanzada de los indígenas, para sorprender tolderías y obligar a los indios a replegarse. La Campaña del Río Negro fue organizada en base a cinco brigadas que avanzaron hacia el desierto, desde cinco puntos diferentes, ubicados en la larga frontera que se extendía desde el Atlántico hasta los Andes. Todos actuaron bajo el mando del general Roca y alcanzaron Choele Choel, en 1879.

La brigada que salió desde Mendoza estuvo a cargo de la 4a División, que partió del fortín El Alamito, bajo órdenes de Napoleón Uriburu y con otros jefes como Rufino Ortega, Zacarías Taboada y José Salas. La expedición se prolongó hasta 1882 cuando tuvo lugar la Campaña de los Andes, comandada por Rufino Ortega, quien incursionó por los cajones cordiIleranos para atacar las últimas tolderías y llegó hasta el río Aluminé.

  • La Conquista Definitiva

Luego de la Expedición al Desierto, el sur de Mendoza comenzó un activo programa agrícola con radicación de extranjeros. Mientras tanto, las tribus indígenas, desarraigadas y encomendadas para el trabajo en los campos, se dispersaron y mestizaron, formando parte de la actual población rural y urbana.

En San Rafael Grandes terratenientes, como Tiburcio Benegas y Domingo Bombay establecieron «cuadros» con viñas y frutales. Con exitosos planes de inmigración calificada, se originaron las colonias francesa e italiana y, en poco tiempo, los campos se transformaron en tierras prósperas y productivas. En 1903 llegó el ferrocarril.

En General Alvear, la colonización fue emprendida por un descendiente del General Carlos María de Alvear, quien adquirió vastas propiedades junto al Atuel. En la empresa participaron sus yernos Enrique Bosch y Pedro Christophersen, quien fundó la colonia La Escandinava.

En Malargüe, se renovó el impulso de las estancias ganaderas, mientras que la agricultura tuvo un desarrollo menor. El teniente coronel Rufino Ortega, quien donó los terrenos para fundar la villa cabecera, fue uno de los principales pioneros de la zona.

Geografía

Está ubicada en el sector centro-oeste de Argentina, limita al norte con San Juan al este, con San Luis y La Pampa; al sur, con La Pampa y Neuquén; y al oeste, con la República de Chile.

Región

La superficie de Mendoza es de 148.827 km2. Se divide administrativamente en 18 departamentos. La capital provincial es Mendoza y las principales ciudades son: San Rafael, San Martín, Godoy Cruz y Luján de Cuyo.

Clima

Los factores determinantes del clima de Mendoza son, entre otros, su latitud geográfica, la altitud respecto al nivel del mar, las formas del relieve, la distancia a los mares y los vientos que caracterizan a la región. Los aspectos climáticos se encuentran bien diferenciados en las zonas llanas del este, en las altas cumbres de sus cordones montañosos del oeste, en las zonas desérticas y medanosas del noreste y en el paisaje que muestra la llamada patagonia mendocina en el sur.

Relieve

El relieve de la provincia es determinante para conocer algunas características de su clima. La altitud oscila entre los 600 metros, en el este, y los 6.000 metros de la cordillera principal y cordillera frontal, en el oeste, con un máximo de 6.959 metros (cerro Aconcagua).

Régimen de lluvias

Las precipitaciones son escasas en la provincia. Alcanzan valores de 192 milímetros anuales en el este y de 343 milímetros en el sur. La zona de máxima aridez se registra en el noreste, con valores inferiores a los 100 milímetros de precipitación anual.

El régimen de lluvias es estival, lo que significa que las mayores precipitaciones se registran en el período noviembre-marzo, con mayor intensidad en la época diciembre-febrero. La temperatura media anual es variable En el este, zona llana y de escasa altura respecto al nivel del mar, la media anual alcanza los 15,6º C, mientras que en el sudoeste la temperatura promedio anual es de 11,4º C. Las amplitudes térmicas, es decir, las diferencias entre las temperaturas medias anuales del verano y del invierno, oscilan entre los 13º C en el noroeste, en Uspallata, a 1.751 metros de altura, y 16,3º C, en la zona llana del este.

Los vientos

El áspero relieve del oeste mendocino, en los cordones montañosos de la cordillera principal, determina la poca humedad del ambiente. Los vientos del Pacífico, se elevan y pasan los Andes, donde pierden la humedad; atraviesan la cordillera vientos fríos y secos El viento que en cuyo se conoce como Zonda, se origina en el océano Pacífico sur, y al atravesar la cordillera, pierde su humedad en los faldeos cordilleranos de Chile, pasando como viento seco a las provincias andinas.

Al descender, en el Baldeo oriental de la cordillera, se va calentando, hasta llegar a la región como un viento cálido, seco, sofocante, con temperaturas que pueden superar los 40º C El viento Zonda se manifiesta con mayor intensidad en los meses de agosto y septiembre. Los vientos del Atlántico, debido a la distancia con la región, tienen una acción perceptible en el verano. su acción origina las características tormentas del desierto, torrenciales, concentradas en espacio y tiempo, que se producen principalmente en el período diciembre-febrero.

Las estaciones

La primavera mendocina es corta y puede ser lluviosa. Octubre suele ser el mes más agradable, dado que comienzan a llegar los vientos del Atlántico y el clima se toma menos seco y más cálido.

El verano es lluvioso e inestable, con tormentas eléctricas y granizadas que producen graves daños en los cultivos. El otoño corto y agradable, tiene días soleados y serenos, pero pueden presentarse heladas prematuras muy dañinas. El invierno se caracteriza en las zonas de los valles y planicies, por días despejados, tibios y secos debido a la acción del viento Zonda. Esto contrasta con el sector sur, cuyos días son frescos, y con las altas montañas donde se producen tormentas de nieve.

Relieve

El norte de la provincia de Mendoza, territorio con paisajes de notables contrastes. Hay montañas, travesías y oasis, siendo los dos primeros formaciones naturales y el último, una creación del hombre.

Al centro de este territorio se encuentran serranías medianas, como el islote montañoso del bloque de San Rafael, que es cortado por los dos ríos en profundos cañones. El más bello eimportante es el del Atuel, aprovechado para el gran Embalse Dique El Nihuil y otras presas que generan gran parte de la energía hidroeléctrica de Cuyo. El núcleo del bloque de San Rafael es la sierra Pintada (con un importantísimo yacimiento de uranio), que se prolonga hacia el sur en erosionadas huayquerías solitarias (huayquería= lomas arcillosas fácilmente erosionables).

Entre estas serranías y el pie de los Andes la tierra se deprime en una extensa cubeta, rellenada por arenas erosionadas de las montañas que llegan arrastradas por el agua y el viento. A esta depresión confluyen algunos cursos de agua que quedan aprisionados y forman la vasta cuenca lacustre de Llancanelo (Reserva Faunística Provincial), con bañados y salinas enormes, donde habita una extraordinaria fauna acuática.

El subsuelo es un gran reservorio de agua, aún no explotado. Al sur, esta cubeta está cerrada por la altiplanicie del Payén -o La Payunia-, meseta de tipo patagónico, esteparia y cubierta por escoriales, cuyas ondulaciones rematan en volcanes solitarios, como el volcán Payún Matrú (3.860 m.s.n.m.). Según vulcanólogos, esta es una de las áreas con más densidad de campos piroclásticos de Sudamérica (piroclasto = material volcánico sólido y fragmentado que es despedido al afire durante y después de una erupción).

Al oeste, se levanta el espectacular relieve andino, con la cordillera Principal que extiende generosamente sus estribaciones, surcadas por cientos de cursos de agua, El basamento cordillerano es de duras rocas tobas y basálticas, pero está cubierta por estratos sedimentarios marinos y continentales, anteriores al gran plegamiento que formó los Andes. En las márgenes de los ríos y en los caminos cordilleranos pueden encontrarse fácilmente restos fosilizados de organismos de aquellas eras, en que este territorio primeramente fue fondo oceánico y, más tarde, pantano boscoso.

La cordillera

Al sur del río Diamante cambia sus características, aumentando su ancho pero disminuyendo sus alturas, que raramente superan los 5.000 m.s.n.m.

Junto a la frontera con Chile se encuentran glaciares, volcanes y lagunas, en paisajes fabulosos que hasta hace poco más de un siglo fueron escenario de correrías pehuenches y, hoy, se abren al más fascinante turismo de aventura.

De los 33 pasos que abre la cordillera en esta zona, el Paso Pehuenche, dominado por el Cerro Campanario (4.049 m.s.n.m.), es el camino internacional que lleva hacia Talca, en Chile. Ha sido habilitado para tránsito en temporada de verano y aún no time pavimento.

Los ríos

De los cuatro grandes ríos que surcan esta Zona, Diamante, Atuel, Grande y Barrancas, los dos primeros desembocan con deltas en el Desaguadero Salado, que no tiene salida oceánica y es consumido por la árida planicie.

El Río Grande es el más caudaloso de los ríos cordilleranos del país, al norte del paralelo 37. Su caudal promedio, de 120 m3/seg, se equipara con el total de los otros grandes ríos mendocinos; pero en épocas de deshielo aumenta, alcanzando crecidas de hasta 1.500 m3/seg. Corre de norte a sur entre los cordones andinos captando más de 50 afluentes, desemboca en el río Barrancas, límite sur de la provincia, y es afluente del río Colorado, que llega al Atlántico. El territorio, recorrido por estos tres grandes ríos, aun poco conocido turísticamente, es el borde de otra fascinante Argentina: la Patagonia.

Montañas

Ocupan la mitad oeste de la zona, con cordones longitudinales de distintos orígenes y características que forman un dominio común. Al poniente se desarrolla la Cordillera de los Andes, que en esta latitud corresponde a los Andes Aridos, formados por la Cordillera Principal o del Límite y la Cordillera Frontal. La primera, de mayor altura y continuidad, tiene escurrimientos fluviales hacia ambas vertientes, es divisoria de aguas y ha sido tomada como referencia limítrofe entre Chile y Argentina.

Se la franquea por altos pasos de más de 3.000 m.s.n.m., que en invierno son bloqueados intermitentemente por las nevadas. En esta zona hay más de 17 pasos, pero sólo dos están habilitados con oficinas de migraciones en destacamentos de Gendarmería Nacional.

Las Cuevas (a 3.832 m.s.n.m) es un excelente camino internacional a Chile, que atraviesa la frontera por un túnel. Piuquenes (a 4.030 m.s.n.m.) Una ruta lleva hasta el Portezuelo Argentino, a 25 km de la frontera, desde donde se extiende un camino de tierra.

Es ideal para trekking. Los restantes pasos son controlados por la fracción orgánica de Gendarmería más próximos a los mismos y son arrieros que llevan sus ganados a los valles altos de veranada.

Esta cordillera impresiona por sus altísimas cumbres (cerro Aconcagua 6.959 m); Tupungato, 6.800 m; Maipo, 5.323 m), con glaciares y ventisqueros donde se forman caudalosos ríos que sustentan los fértiles oasis en las tierras bajas.

Debido a la sequedad del aire sólo hay acumulaciones persistentes de hielo y nieve en alturas superiores a los 5.000 m. Por debajo, predominan laderas y valles cubiertos por gigantes acarreos de material suelto (argayos), disgregados por efecto de los violentos contrastes de temperatura.

Extraordinario para cacería fotográfica es el Parque Nacional Aconcagua, de 71.000 ha, con fondo de fabulosos glaciares y un cielo limpio y azul.

Al pie de la Cordillera Frontal (cordillera del Tigre y cordón del Plata) se extienden los valles de Uspallata y de Uco, cuyas fértiles tierras surcadas por ríos cordilleranos sustentan oasis agrícolas y ganadería. Esta actividad se caracteriza por el traslado de los animales a distintos valles según la estación: la invernada se realiza en los valles bajos y la inveranada en los a altos, aprovechando las pasturas que abundan en vegas alimentadas por deshielos

Valle de Uspallata

Se prolonga al norte en los valles de Calingasta e Iglesia, y tiene un buen camino consolidado que recorre magníficos paisajes. Por allí pasaba el Camino del Inca.

Valle de Uco

Alcanza hacia el sur hasta los bañados de Malargúe, ocupando la larga franja de la Depresión de los Huarpes. En su sector norte se encuentra el oasis de Tupungato, Tunuyán y San Carlos, con varios núcleos urbanos a infraestructura turística.

Ambos valles se cierran al este por formaciones montañosas paralelas a la cordillera, el cordón de Paramillos, que aisla a Uspallata, y la cerrillada Pedemontana, baja, con bordes erosionados en características huayquerías que limitan al valle de Uco. Estas geografías son usualmente recorridas por motocross y vehículos 4x4.

Región volcánica de la Payunia

Esta región se presenta en su totalidad cubriendo la superficie del departamento de malargüe, más de 41.000 km2 se ubica al sur de la provincia, formando un conjunto de mesetas y planicies elevadas de origen volcánico.

Recibe su nombre del volcán Payún, que se eleva a 3.680 metros sobre el nivel del mar. Es una región extensa, donde confluyen elementos de la planicie y de la montaña, que permiten el desarrollo de algunas importantes actividades económicas como la minería, la ganadería y, en menor medida, la agricultura, limitada por las condiciones climáticas. La zona tiene un predominio de formas de origen volcánico. Se presentan cuencas cerradas, depresiones, salinas y médanos, con afloramientos de coladas basálticas y escasa vegetación.

Travesías

Son llanuras áridas que ocupan la mitad este de la Zona y forman parte de las vastas planicies cuyanas. Sus características sedimentarias parecen haber dado origen al nombre cuyanas (arenal).

La vegetación natural es rala, xerófila, achaparrada y espinosa. Predominan la jarilla y chilca, con algarrobos, breas y chañares aislados. Notables reservas ecológicas de bosques autóctonos son Ñancuñan (Santa Rosa) y Telteca (Lavalle). La fauna característica es de zorros, liebres, comadrejas, armadillos, pichiciegos, cuises y lagartos.

En las antiguas lagunas y esteros habitan aves acuáticas, como patos maiceros, gallinetas y garzas. Las travesías de esta zona están surcadas por los ríos cordilleranos Mendoza y Tunuyán, que cuando llegan a la planicie alcanzan bastante proximidad (unos 20 km), para luego abrirse y alejarse en distintos rumbos: el río Mendoza hacia las lagunas de Guanacache (hoy case inexistentes) y el Tunuyan hacia el río Desaguadero. En el sector fluvial piedemontano se concentra el mayor de los oasis país, cuyo principal centro es la ciudad de Mendoza.

Oasis

La ciudad de Mendoza está a la vanguardia en el urbanismo de zonas áridas. Es cabeza de serie de un tipo urbano regional, que cambia su microclima por medio de un original sistema de acequias urbanas y arboledas.

Flora

Zona cordillerana

En la zona de la cordillera principal, la frontal y en la precordillera se desarrolla la llamada vegetación altoandina, característica de los Andes. Allí, por encima de los 2.800 metros sobre el nivel de mar, crecen pastos duros, los coirones, sometidos a las nevadas invernales, a la sequía y a los vientos fríos. Por encima de los 3.900 metros de altura la vegetación disminuye hasta desaparecer, ahí existen amplias zonas de montaña con nieves permanentes. Sobre los arroyos de montaña y en las vertientes se forman pequeños oasis de altura llamados vegas, cubiertos por numerosas plantas acuáticas resistentes al frío de altura.

Zona de los valles

La vegetación de la región de valles y depresiones secas del centro de la provincia es de estepa árida, donde abundan arbustos como las jansias, breas, retamos, atamisques y chañares. En las zonas de suelos desarrollados y con buenas posibilidades de riego se forman los oasis de campos cultivados y los grandes centros urbanos. También hay reservas ecológicas de bosques autóctonos con algarrobos de diversas especies.

Meseta de la Payunia

En la meseta volcánica de la Payunia crece una vegetación de estepa arbustiva muy semejante a la que se desarrolla en los desiertos de la Patagonia. Allí crece el solum, un arbusto adaptado a la sequía, acompañado de pastos de distintas clases.

Las salinas

Sobre las áreas salinas, especialmente en el sector noreste de Mendoza, prospera una vegetación de pastizales salinos compuestos por gramíneas adaptadas a las características del suelo.

El bosque seco

En las llanuras mendocinas orientales se observa un bosque seco, donde predominan los algarrobos, resistentes a la aridez del clima y del suelo; también crecen quebrachos y otros arbustos y árboles, como el retamo, el chañar, la jarilla y, al sur de la provincia, el caldén

Fauna

La fauna de Mendoza se distribuye de acuerdo con las características del clima, de la altitud, de la vegetación, del grado de aridez del terreno, etc.

La alta montaña

Esta región, ubicada por encima de los 3.000 metros sobre el nivel del mar, y hasta los 4.500 metros, posee una fauna muy escasa, condicionada por la falta de alimentos, las temperaturas extremas y la presencia de las tormentas de nieve y viento. Entre las aves se destacan el cóndor. Los mamíferos están representados por guanacos y pumas.

La montaña

En los terrenos ubicados a alturas menores de 3.000 metros existen numerosos valles y quebradas donde la fauna encuentra mejor refugio y más alimento que en las altas cumbres. Entre las aves características de la zona se destacan el ñandú petiso cordillerano, la perdiz serrana chica, el pato cortacorriente, el pato crestón, el cóndor, el águila mora y el aguilucho, el cernícalo, el búho virginiano. Los mamíferos más comunes en la zona son: guanacos, pumas, zorros colorados, cuises, ratones, liebres europeas y dos especies de murciélago, el común y el orejudo chico. También hay reptiles, como el lagarto de cola espinuda, la yarará nata y la culebra ratonera.

Zona preserrana

Esta zona tiene una fauna similar a la del monte, pero dañada por la acción del hombre. Allí se encuentran, entre las aves, el ñandú común, el águila mora, el aguilucho, el halconcito y el chimango. Los mamíferos característicos son el puma, el zorro gris, el gato montés, el zorrino.

El monte

Comprende las extensas llanuras del este mendocino, en parte muy medanosas, con radicales salpicados de bosquecillos de algarrobo y chañar. Aquí habitan el ñandú, la perdiz de monte, la perdiz chica, la martineta, el chimango, el carancho, el aguilucho y el cernícalo. También hay mamíferos, como murciélagos, peludos, zorros grises y gatos monteses. Entre los reptiles se cuentan lagartijas, lagartos verdes, boas de las vizcacheras y tortugas terrestres.

Región de la Payunia

En este paisaje árido, modelado por la actividad volcánica con vegetación adaptada a la falta de agua, las especies características son las siguientes: ñandú petiso o choique, jote cabeza negra, chimango, águila mora, aguilucho, martineta, chorlo cabezón, chingolo y calandria. Hay mamíferos como marmotas, piches patagónicos, liebres y conejos europeos, maras, vizcachas, chinchillones, cuises, tunduques, guanacos, pumas, zorrinos patagónicos o chiñes y zorros grises. Entre los reptiles están la yarará nata, la culebra ratonera, el matuasto y la lagartija. Los anfibios más comunes son el sapo y la ranita andinos.

Región de ambientes acuáticos

Esta región, que comprende los pantanos, esteros y lagunas naturales, como laguna de Llancanelo, laguna Blanca, laguna de los Álamos, La salinilla, los pantanos de San Miguel, esteros del Atuel y del salado, tiene una amplia avifauna, representada por flamencos, cisnes coscorobas, cisnes cuello negro, macaes plateados, garzas brujas, garzas moras, gallaretas, patos overos, patos zambuilidores, patos capuchinos, teros comunes y reales. Entre los mamíferos se encuentra el coipo o nutria

Economía

La estructura económica de Mendoza se caracteriza por la producción e industrialización de productos agrícolas. La abundante cosecha de vid, frutas y hortalizas dio origen a una importante industria vitivinícola y de producción de conservas. "aproximadamente el 2% del territorio de la provincia de Mendoza se ocupa con sus principales cultivos.

La superficie implantada en cada temporada alcanza 300.000 hectáreas, de las cuales se suelen destinar a la vid unas 140.000, completando la producción con frutales, olivos, hortalizas, oleaginosas, forrajeras, legumbres, bosques y otros cultivos, La producción de vino y otros productos vínicos mantiene un promedio de entre 11 y 12 millones de hectolitros, representando aproximadamente entre el 68% y el 70% de la producción nacional.

Mendoza exporta anualmente productos por un valor aproximado 220 millones de dólares. Esos productos son: vino, mosto y frutas frescas, e incluso maquinaria industrial.

Esta provincia es la principal productora, a nivel nacional, de ajo y tomate, que en gran parte se exportan deshidratados a países latinoamericanos y europeos.

Agricultura

Mendoza es el mayor productor nacional de fruta fresca (manzanas, peras, ciruelas, duraznos, cerezas, guindas, membrillos y nueces), zumos y frutas deshidratadas.

La horticultura (tomate, papa, ajo, cebolla, zanahoria, pimiento, espárrago, legumbres) se practica en los alrededores de la capital provincial, principal consumidora de verduras y hortalizas frescas.

Los olivos, que crecen en las zonas marginales de los oasis de regadío, en el norte de la provincia, aportan el 40% del total nacional producido.

Ganadería

La actividad ganadera de Mendoza no tiene la envergadura de otras provincias, ubicadas e zonas más propicias, como la pampa húmeda. La mayor producción se registra en los departamentos de San Carlos, General Alvear y Malargüe. La cantidad de cabezas de ganado según datos del INDEC para 1996, era de 821.760. De esa cantidad, aproximadamente el 50% era ganado bovino. Le seguía el ovino con un 33%, el equino con un 11,8% y el porcino con un 4,2%.

Invernada y vernada

En el invierno, por los fríos intensos, los productores mendocinos deben trasladar a todos sus animales hacia las zonas bajas, en los valles, donde pueden alimentarse de pastos tiernos y con un clima no tan riguroso. Este movimiento del ganado se llama invernada.

En el verano el ganado es desplazado a zonas más altas y más frescas a la búsqueda de mejores pastos para su alimentación; esto se conoce como veranada.

Minería

En San Isidro, Sierra Pintada y La Escondida hay yacimientos de uranio, y en El Saltito, Santa Máxima y Cervantes, de carbón. Además, existen yacimientos de rocas de aplicación: arena, canto rodado, ónix y, principalmente, caliza, al norte, en el cerro La cal; y al sur, en malargüe.

También se extrae hierro en Hierro Indio, San Rafael, y manganeso en Ethel, Malargüe. Entre los minerales no metalíferos se exporta la sal común en la Salina del Diamante; azufre, en Volcán Overo, y fluorita, en las cercanías de Malargüe. El mayor rendimiento económico está en los yacimientos de petróleo y gas natural. En Mendoza hay dos cuencas petrolíferas la cuyana, al norte, con los yacimientos de Las vizcacheras, Barrancas, Tupungato y El Carrizal y la neuquina, al sur, con los yacimientos de pampa Palauco, Llancanelo, Puesto Rojas, Agua Botada y Cajón de los Caballos

Turismo

  • Basílica de San Francisco

El área norte de la provincia de Mendoza, está surcada por los ríos Mendoza y Tunuyán y ofrece la más notable reunión de cordillera, travesías y oasis, en paisajes de fascinantes y atractivos contrastes. Al oeste, las montañas cuyas altísimas cumbres (las mayores de América) desafían a los más diestros escaladores y cuyos ríos cordilleranos abren sendas de increíble belleza. Varias excelentes carreteras y otras agrestes rutas casi inexploradas son ideales para el turismo de aventura. Al este, las enormes travesías desérticas, horizontes planos de tierra blanquecina y soles abrasadores, donde habitan ancestrales comunidades de puesteros, vinculados por laberínticas huellas. AI centro, los oasis cultivados con irrigación. Proporcionalmente su extensión es minúscula pero bullen de vida y dinamismo. Son los oasis más grandes a importantes del país. En ellos se encuentran las tierras agrícolas, base de la economía provincial, y los centros urbanos. La zona cuenta con buena infraestructura turística y excelente turismo receptivo, para lodo tipo de paseos y excursiones de aventura. El sur de Mendoza es una floreciente Zona Turística, donde en los últimos años se ha despertado gran entusiasmo por el turismo deportivo. Para su presentación se la ha dividido la provincia en seis sectores:

  • Mendoza y alrededores

Incomparable ciudad-oasis levantada dentro de un bosque artificial regado por acequias. Es el principal centro urbano de los oasis occidentales del país.

  • Tierras del este

Esta parte abarca a los antiguos barreales que el General San Martín comenzó a convertir en chacras para sustentar la Expedición Libertadora son hoy oasis fertilísimos. Es un deleite recorrer sus cultivos por caminos rurales a interesante conocer sus bodegas a industrias frutihortícolas. Las temidas travesías de antaño se realizan hoy por veloces rutas.

  • Alto Río Mendoza

En este paseo recorrerá un excelente camino internacional a Chile que remonta el río, con espléndidos panoramas de precordillera y cordillera. muy buenos hoteles y centros de esquí Es punto de partida de excepcional turismo de aventura al cerro Aconcagua.

  • Valle de Uco y Cordillera

En este paseo recorrerá un oasis al pie de la Cordillera Frontal, con enormes estancias agrícola-ganaderas, fincas con manzanares, quintas de nogales y pequeños pueblos. Posee buena infraestructura de hoteles y campings.

  • San Rafael y General Alvear

Tierras del sudeste, predominantemente planas, con espléndidos oasis de cultivo regado por canales. En los extensos y pintorescos embalses de los ríos Diamante y Atuel se practican todos los deportes náuticos. El espectacular cañón del Atuel es escenario de un conocido Pentatlón.

  • Malargüe y el Oeste

Esta zona del sudoeste es la conjunción de planicies y cordilleras, con imponentes paisajes aún poco visitados, donde se están desarrollando importantes centros turísticos con muy variados programas para todas las estaciones del año. El principal es el afamado Las Leñas. Excelentes también para turismo y safaris fotográficos son la laguna de Llancanelo y La Payunia, reservas faunísticas insospechadas.

  • Sector Gran Mendoza

En este sector turístico se encuentra el área metropolitana de Mendoza, el territorio que la vincula a la ciudad de San Juan a lo largo de la RN40 y las cerrilladas pie de montañas de Chacras de Coria y El Challao.

  • Tierras del Este

Comprende las planicies sedimentarias del este de Mendoza, llamadas travesías, donde corren dos grandes ríos de origen cordillerano: Mendoza y Tunuyán. Es territorio de paisajes y culturas físicamente próximas pero notablemente contrastantes.

  • Alto río Mendoza

Este Sector es surcado por el espectacular camino internacional (RN7) que une Mendoza y Chile por el Paso de Las Cuevas.

La ruta acompaña el curso del río Mendoza, desde el vasto oasis agrícola hasta la cordillera del Límite, cuyos glaciares alimentan el cauce.

Fue el Camino del Inca en época precolombina y, durante la colonia, la principal senda hacia Santiago de Chile, sede de la Capitanía.

AI norte y sur del río se desarrollan cordones andinos, con vaIles intermedios de gran belleza. Los más bajos, Potrerillos y UspaIlata, tienen pintorescos cultivos, hoteles, villas veraniegas y buenos campings. Cacheuta es un centro termal. Los más altos presentan la imponente desnudez de los Andes Áridos, con los centros de deportes de alta montaña: Los Penitentes y Puente del Inca.

Este Sector puede recorrerse en auto o en confortables viajes organizados por empresas de turismo, que pueden ser contactadas en la calle Las Heras o en la Terminal de Omnibus de Mendoza .También hay fascinantes excursiones de aventura, de distintos grados de dificultad, algunas aptas para iniciados y otras para expertos .

  • Valle de Uco y cordillera

Comprende el amplio valle longitudinal al sur del río Mendoza, entre la majestuosa cordillera Frontal, al oeste, y la cerrillada piedemontana, al este. Corresponde a una franja de relleno sedimentario, conocida como la Depresión de Los Huarpes, naturalmente árida pero de suelo fértil. De los Andes bajan numerosos cursos de agua, varios con caudal permanente, que desembocan en el río Tunuyán, lo que ha permitido la formación de un floreciente oasis agrícola mediante riego artificial.

Su consolidación fue penosa por ser área de frontera con el indio, sus estancias soportaron doscientos años de malones, a pesar de la existencia del fuerte de San Carlos desde 1770. El último malón atacó en 1876. A fin de siglo comenzó un sostenido desarrollo del oasis, por la conjunción de políticas estimulantes y el trabajo de viejos hacendados y nuevos inmigrantes.

En la actualidad el paisaje es espléndido. Destacan los cultivos de frutales nogales, manzanas, almendras, duraznos, membrillos y ciruelas. También hay extensos campos de papas, ajo, cebolla, zanahoria, cebada cervecera, alfalfa y ordenados viñedos de excelentes cepajes, que entregan vinos de gran calidad. Sus frutas y hortalizas sostienen una activa industria de frigoríficos, empacadoras y plantas conserveras. La ganadería de vacunos sigue su tradición en las estancias.

El área de la cerrillada es un imponente yacimiento petrolífero. Para el recorrido se proponen dos alternativas: el bellísimo circuito Potrerillos-valle de Uco que, por caminos rurales, vincula pequeños pueblos, puestos, estancias y centros urbanos principales; o por la RN40, que accede a las principales localidades, desde donde podrá organizar otros paseos.

  • San Rafael - General Alvear

Comprende el sureste de la provincia de Mendoza, es decir, el territorio oriental del departamento de San Rafael y todo el de General Alvear. En él predominan las travesías áridas, limitadas al oeste por el bloque de San Rafael. Está surcado por los cursos medio a inferior de los caudalosos ríos Diamante y Atuel, que son aprovechados para riego agrícola y generación energética con varias presas, encabezadas por El Nihuil. Ello ha permitido el desarrollo del importante oasis sur de la provincia de Mendoza.

Sus variados cultivos de vid, frutales, hortalizas y olivos, junto a sus alamedas, conforman bellísimos paisajes, concentrados en el escaso territorio de] oasis, que contrasta con la aridez natural del entorno.

En el sitio privilegiado donde los ríos Diamante y Atuel se aproximan hasta una distancia de 10 km, se ubica la principal área agrícola de este fértil oasis y las dos ciudades más importantes San Rafael y General Alvear. La primera destaca como el gran polo de desarrollo del sur. Este Sector ofrece notables atractivos paisajísticos y turísticos, con deportes náuticos en los y lagos.

  • Malargüe y el Oeste

Este fascinante y aún poco conocido territorio incluye la parte suroeste de la provincia de Mendoza, entre los ríos Diamante, por el norte, y Barrancas-Grande, por el sur. Corresponde a parte del departamento de San Rafael y a todo Malargüe. Abarca tres áreas: Cordillera, laguna de Llancanelo y La Payunia, donde el turismo, especialmente el deportivo, encuentra innumerables alternativas de interés.

La cordillera es ancha, con faldeos suaves y prolongados contrafuertes. Tiene hermosos valles surcados por torrentosos ríos y nieve persistente, varios meses al año. Allí se han desarrollado importantes centros de turismo de alta montaña, encabezados por el excelente complejo Las Leñas, de alto nivel internacional.

La Laguna de Llancanelo en el confín de la depresión de los Huarpes se encuentra estos bañados, que forman una extraordinaria reserva de flora y fauna acuática, un paraíso para safaris fotográficos.

La Payunia es una enigmática altiplanicie pehuenche, con estepas y volcanes dominados por el Payún Matrú, de 2.930 m de altitud. Esta cuña patagónica, también reserva ecológica, guarda flora y fauna excepcionales y la principal población de guanacos de Cuyo. El Sector es atravesado por un camino principal -las RN144 y 40- que conecta San Rafael-Malargüe-Ranquil y sigue por el piedemonte andino rumbo a la región de los lagos

Fuentes

  • «Provincia de Mendoza», artículo publicado en el sitio web Todo-Argentina. Consultado el 2 de enero de 2013.
  • «Región de Mendoza», artículo publicado en el sitio web Todo-Argentina. Consultado el 2 de enero de 2013.
  • «Clima de Mendoza», artículo publicado en el sitio web Todo-Argentina. Consultado el 2 de enero de 2013.
  • «Relieve de Mendoza», artículo publicado en el sitio web Todo-Argentina. Consultado el 2 de enero de 2013.
  • «Flora de Mendoza», artículo publicado en el sitio web Todo-Argentina. Consultado el 2 de enero de 2013.
  • «Fauna de Mendoza», artículo publicado en el sitio web Todo-Argentina. Consultado el 2 de enero de 2013.
  • «Economía de Mendoza», artículo publicado en el sitio web Todo-Argentina. Consultado el 2 de enero de 2013.
  • «Turismo de Mendoza», artículo publicado en el sitio web Todo-Argentina. Consultado el 2 de enero de 2013.
  • «Historia de Mendoza», artículo publicado en el sitio web Todo-Argentina. Consultado el 2 de enero de 2013.
  • Mendoza.gov.ar, sitio web del Gobierno de Mendoza.
  • Turismo en Mendoza (sitio del Gobierno).
  • Hoteles en Mendoza, artículo publicado en el sitio web Indoor Argentina.
  • Geografía de Mendoza, artículo publicado en el sitio web Mendoza (Cuyo). Consultado el 1 de octubre 2012
  • Geografía de Mendoza desde el punto de vista hídrico, artículo publicado en el sitio web Oni Escuelas.Consultado el 1 de octubre de 2012
  • Censo 2010 Argentina, artículo publicado en el sitio web del INDEC (Instituto Nacional de Estadísticas y Censos). Consultado el 3 de octubre de 2012.
  • Flora y fauna, artículo publicado en el sitio web AAFC. Consultado el 5 de octubre de 2012
  • «La provincia», artículo publicado en el sitio web INSMA (Madrid). Consultado el 5 de octubre de 2012
  • Fauna de Mendoza, artículo publicado en el sitio web Biología, flora y fauna. Consultado el 5 de octubre de 2012
  • Resúmenes de las XXV Jornadas de Botánica. Sociedad Argentina de Botánica. Mendoza (Argentina): Talleres Gráficos EON (calle Don Bosco 350), 1996. 576 págs.