Sífilis de la laringe

Sífilis de la laringe
Información sobre la plantilla
Sífilis de la laringe.jpg
Enfermedad infecciosa provocada por el Treponema pallidum, de transmisión sexual y contagiosa.

Sífilis de la laringe. Enfermedad infecciosa provocada por la Treponema pallidum, de transmisión sexual y contagiosa. La sensibilidad de la bacteria a la penicilina explica la considerable disminución de su incidencia desde la Segunda guerra mundial, sin embargo, la aparición en los años ochenta del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) ha inducido un incremento del número de casos de sífilis.

Las localizaciones laríngeas de la sífilis son poco frecuentes y muy polimorfas. Pueden encontrarse en cualquiera de los tres estadios de la enfermedad, y forman parte del diagnóstico diferencial de cualquier laringitis granulomatosa.

Etiología

La sífilis se debe a la infección por la espiroqueta Treponema pallidum, y es una enfermedad generalizada crónica que se transmite por contacto sexual y por el embarazo. La afección laríngea se presenta en la sífilis congénita y en la adquirida.

La lesión primaria de la sífilis adquirida, el chancro, es rara en la laringe debido a su inaccesibilidad al contagio primario. Con todo, pueden presentarse manifestaciones secundarias y terciarias, que en la actualidad son infrecuentes, pues, en general, la enfermedad se reconoce y se trata antes de que alcance las fases tardías.

La sífilis laríngea congénita, si ya existe en el momento del nacimiento, es semejante a la fase secundaria de la sífilis adquirida. La forma tardía de la sífilis congénita producirá lesiones semejantes a las de la sífilis adquirida terciaria.

Anatomía patológica

Las lesiones de la laringe se presentan en forma de un infiltrado gomoso nodular difuso. Los nódulos subepiteliales pueden ulcerarse y originar úlceras necróticas profundas con bordes cortados a pico, o bien, pueden unirse para producir un goma solitario de gran tamaño.

La pericondritis y la condritis son secundarias a la ulceración e invasión sifilítica. En ocasiones tiene lugar la cicatrización, con acentuada fibrosis y retracción, lo que causa deformidad y pérdida funcional.

Manifestaciones clínicas

El síntoma usual estriba en cierto grado de alteración de la voz, que puede variar desde la ronquera intensa a la afonía. Como síntomas precoces se presentan tos y hemoptisis.

Los síntomas de obstrucción laríngea aparecen cuando el edema, la parálisis de la cuerda vocal o el tejido inflamatorio alcanzan la glotis. Rara vez hay dolor, excepto cuando las placas mucosas alcanzan la epiglotis y se produce odinofagia.

Aspectos clínicos

La sífilis secundaria se caracteriza por una hiperemia laríngea difusa que puede acompañarse de una erupción maculopapulosa. Las placas mucosas tienden a quedar limitadas a la epiglotis.

Las lesiones terciarias son muy variables. Se observa una infiltración mucosa nodular de coloración rojiza asociada, a menudo, con úlceras en sacabocados. Puede existir edema, en especial cuando se presenta pericondritis.

A consecuencia de la pericondritis, la fibrosis o la parálisis, cabe que se alteren secundariamente los aritenoides y el movimiento de las cuerdas vocales. La fase final de la fibrosis se distingue por cicatrices estrelladas, con estenosis infraglótica, adherencias entre las cuerdas vocales y fijación aritenoidea.

Diagnóstico

En todos los casos de enfermedad laríngea, se sospeche o no la existencia de sífilis, deben practicarse las pruebas serológicas correspondientes. Es de uso común la prueba de fijación del complemento, y son raras las pruebas negativas falsas, en cambio, pueden presentarse resultados falsos, por lo que en tales pacientes, resulta útil la prueba de inmovilización del treponema.

Para descartar el carcinoma están indicadas la laringoscopía directa y la biopsia. La biopsia debe interpretarse con sumo cuidado, ya que la hiperplasia seudoepiteliomatosa que suele acompañar a la sífilis puede inducir hacia un diagnóstico erróneo de carcinoma. La espiroqueta causal es visible en las biopsias de lesiones secundarias, pero no en las lesiones terciarias.

Tratamiento

El tratamiento es el específico de la sífilis en cualquier parte del organismo. La penicilina constituye la medicación de elección y se preconiza una dosis de 6 millones de unidades cada diez días. Es preferible administrarla en una dosis intramuscular de penicilina con procaína y benzatina, en vista de la inconsistencia de muchos pacientes sifilíticos. Se sigue entonces la evolución del enfermo por medio de pruebas serológicas periódicas.

El tratamiento local se limita a atacar las complicaciones, tales como la obstrucción respiratoria aguda, la parálisis bilateral de las cuerdas vocales y la estenosis cicatrizal crónica.

Fuentes

  • John Jacob Ballenger. Enfermedades de la nariz, garganta y oído (en línea). Tomo 1 Pág. 451. Edición Revolucionaria. La Habana. Cuba. 1981.
  • Información sobre Sífilis de la laringe (en línea). Consultado: 06 de agosto de 2014. Disponible en: www.sciencedirect.com