Síndrome de Zellweger

Sindrome de Zellweger
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Es un trastorno autosómico recesivo causado por mutaciones en los genes Peroxinas o PEX.

Síndrome de Zellweger. También llamado síndrome cerebro-hepato-renal, es un desorden congénito poco frecuente que se caracteriza por la baja producción o ausencia de producción de peroxisomas, especialmente en tejidos encargados de la depuración y desintoxificación del cuerpo, tales como el hígado y los riñones.

Síntomas

No siempre son tan obvios como para dirigir a un rápido diagnóstico en el recién nacido. Los síntomas más comunes son aparentes en los rasgos faciales de los recién nacidos, pareciéndose a la dismórfia craneofacial en el síndrome de Down. Es común ver ataques epilépticos, fontanelas las partes blandas de la cabeza del bebé) anormalmente grandes, y notable hipotonia muscular.

Patogenia

Las alteraciones del peroxisoma, condicionadas genéticamente, implican perturbaciones importantes de sus vías metabólicas. Esto se relaciona fundamentalmente con la ausencia de proteínas funcionales de este orgánulo, las cuales son sintetizadas citoplasmáticamente, a través de la mediación de genes nucleares. Estas proteínas deben luego ser importadas, a través de un mecanismo mediado por secuencias polipeptídicas de reconocimiento peroxisomal. Cuando este proceso de importación ocurre de manera anómala, se producen cambios drásticos en la función del peroxisoma.

Clasificación

Dependiendo del grado de afectación funcional, se reconocen dos grandes grupos de trastornos peroxisomales:

  • Grupo I: En el cual la biogénesis normal del peroxisomas está alterada con alteraciones funcionales múltiples. Implican ausencia o disminución importante del número de peroxisomas, con posibles alteraciones microscópicas visibles (“fantasmas” de peroxisomas). El síndrome de Zellweger (enfermedad autosómica recesiva) es la forma más representativa, a veces conocida como síndrome cerebro-hepato-renal.
  • Grupo II: En el cual se presentan deficiencias aisladas de una proteína, con alteraciones puntuales. La adrenoleucodistrofia ligada al cromosoma X es una forma de este grupo.

A pesar de esta clasificación, actualmente se tiende a reconocer que los trastornos peroxisomales constituyen sólo una entidad clínica, con grados variables de presentación. En efecto, se presenta un continuo clínico, con manifestaciones como dismorfias, trastornos oculares, retraso psicomotor, hepato y nefropatías y trastornos importantes del sistema nervioso central, incluyendo desmielinización importante.

Diagnóstico

El cuadro clínico característico del síndrome de Zellweger incluye hepatomegalia, elevados niveles sanguíneos de minerales como el hierro y el aluminio, polimicrogiria (desorganización neuronal), retraso mental, pérdida auditiva, y defectos en la retina. El síndrome de Zellweger debe sospecharse en todo niño con problemas craneofaciales, asociadas a la hepatomegalia. Los síntomas no siempre son tan obvios como para dirigir a un rápido diagnóstico en el recién nacido. Los síntomas más comunes son aparentes en los rasgos faciales de los recién nacidos, pareciéndose a la dismórfia craneofacial del síndrome de Down. Es común ver ataques epilépticos, fontanelas anormalmente grandes, y notable hipotonia muscular. Otras enfermedades, como la de Refsum infantil (IRD), adrenoleucodistrofia neonatal (NALD), son generalizadas como síndrome similar a Zellweger debido a que es difícil distinguir un cuadro clínico del otro.

Genes implicados

Los genes implicados en la enfermedad son:

  • PEX1 – Locus 7q21-q22 (el más frecuente, en torno al 70%)
  • PEX2 – Locus 8q13-21
  • PEX3 – Locus 6q23-q24
  • PEX5 – Locus 12p13.31
  • PEX6 – Locus 6p21.1
  • PEX10 – Locus 1p36.22
  • PEX12 – Locus 17q12
  • PEX13 – Locus 2p15
  • PEX14 – Locus 1p36.2
  • PEX16 – Locus 11p12-p11.2
  • PEX19 – Locus 1q22
  • PEX26 – Locus 22q11-21

Tratamiento

No existe un remedio curativo para la enfermedad de Zellweger, solo un tratamiento paliativo que consiste en un suministro de ácidos grasos omega 3, que mejora las alteraciones neurológicas, frenando el retraso psicomotor y el deterioro visual y auditivo. Pero es de mayor importancia prevenir las infecciones para evitar complicaciones como la pulmonía y la dificultad respiratoria.

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