Soplo cardiaco

Soplo Cardíaco
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Los soplos son sonidos que produce la sangre al circular por las cavidades o válvulas del corazón o a través de los vasos sanguíneos próximos al corazón.

Soplo Cardíaco. Los soplos son sonidos que produce la sangre al circular por las cavidades o válvulas del corazón o a través de los vasos sanguíneos próximos al corazón.

Introducción

Los sonidos normales del corazón se producen en pares. A menudo se describen como un constante «lab-dab, lab-dab». El primer «lab-dab» es el sonido que producen las válvulas mitral y tricúspide al cerrarse. El segundo «lab-dab» es el sonido que producen las válvulas aórtica y pulmonar al cerrarse inmediatamente después. Pero si hay un problema, aparte de este «lab-dab» normal, puede producirse un soplo. Al escuchar el corazón con un estetoscopio, el médico puede determinar si el sonido anormal indica turbulencia. Esto se denomina soplo cardíaco.

Algunos soplos cardíacos son de un tipo inofensivo denominado «soplo funcional» o «soplo inocente». Son comunes en los niños y no requieren tratamiento alguno ni cambios en el estilo de vida. En la mayoría de los casos los soplos funcionales desaparecen al llegar a edad adulta.

Aunque algunos soplos cardíacos son funcionales, otros son síntomas de un problema cardíaco más grave. En estos casos, el sonido podría indicar que la sangre fluye por una válvula cardíaca que está dañada o que realiza un esfuerzo excesivo, que puede haber un orificio en una de las paredes del corazón o que existe un estrechamiento en uno de los vasos sanguíneos del corazón.

Principales causas de los soplos de corazón

Los soplos del corazón pueden ser causados por diversos factores o enfermedades, incluyendo los siguientes:
Válvulas cardíacas defectuosas. uando la sangre debe pasar por una válvula estrechada (lo que se denomina estenosis), o cuando se filtra hacia atrás por una válvula defectuosa (lo que se denomina regurgitación). Estos problemas valvulares pueden ser congénitos (de nacimiento) o producirse más adelante debido a fiebre reumática, enfermedad arterial coronaria, endocarditis infecciosa o el proceso de envejecimiento.

Orificios en las paredes del corazón (defecto del tabique auricular o defecto del tabique ventricular)
Cirugía reparadora de defectos cardíacos congénitos (presentes al nacer).
Procesos tales como un embarazo, anemia (disminución de los glóbulos rojos de la sangre), presión arterial alta, fiebre o una glándula tiroides hiperactiva también pueden ocasionar un soplo cardíaco intermitente.

Principales tipos de soplos

El médico evaluará un soplo según diversos factores. Los soplos se analizan para saber el tono, el volumen y la duración. También se clasifican en función de su intensidad (en una escala del uno al seis, en la que el uno es el más débil y el seis el más fuerte).

Entre los tipos de soplos se incluyen los siguientes:

  • Soplo sistólico - soplo del corazón que ocurre durante una contracción del músculo cardíaco. Los soplos sistólicos se dividen en soplos de eyección (debidos a que la sangre fluye a través de un vaso estrechado o de una válvula irregular) y soplos de regurgitación.
  • Soplo diastólico - soplo del corazón que ocurre durante la relajación del músculo cardíaco entre los latidos. Los soplos diastólicos son causados por un estrechamiento (stenosis) de las válvulas mitral o tricúspide o la regurgitación de las válvulas aórtica o pulmonar.
  • Soplo continuo - soplo del corazón que ocurre durante todo el ciclo cardíaco.

Los soplos relacionados con una cardiopatía congénita (presente al nacer) u otro problema que involucre las estructuras del corazón se escucharán con mayor volumen en la zona del tórax donde tiene lugar el problema. Algunos defectos importantes casi no presentan soplo en el recién nacido debido a las presiones normalmente elevadas en los vasos sanguíneos de los pulmones. Los soplos pueden ser inconsistentes y difíciles de oír en un bebé que está agitado o que llora. De esta manera, los soplos pueden ser pasados por alto o no detectados.

Síntomas

La mayoría de la gente que tiene soplos cardíacos no presenta síntomas. Los soplos generalmente se descubren durante un reconocimiento médico realizado debido a otros síntomas, tales como dolor en el pecho, falta de aliento, cansancio o la presencia de una coloración azulada en la piel o las puntas de los dedos (lo que se denomina «cianosis»).

Diagnóstico

En la mayoría de los casos, el médico podrá oír el soplo cardíaco utilizando un estetoscopio para escuchar el corazón (una técnica denominada «auscultación cardíaca»). Los soplos cardíacos cambian según la posición del cuerpo o la respiración, por lo cual es posible que se revise al paciente de pie, en cuclillas y acostado y que se le pida que respire profundamente o contenga la respiración mientras el médico escucha el corazón.

Para determinar si el soplo es funcional o si se debe a otro problema del corazón, el médico también podría ordenar los siguientes estudios:

  • Una radiografía de tórax para determinar si el corazón está agrandado.
  • Una electrocardiografía (ECG) para determinar si hay alguna irregularidad de los latidos (arritmia) o si el corazón está agrandado.
  • Una ecocardiografía para examinar el funcionamiento de la válvula, el movimiento de la pared del corazón y el tamaño del corazón.
  • Un estudio con un medicamento especial denominado «nitrato de amilo» que se utiliza para definir ciertos soplos cardíacos. El médico le pedirá que inhale el medicamento, el cual altera momentáneamente la presión arterial y la frecuencia cardíaca.

Tratamientos

El tratamiento del soplo cardíaco depende de la causa. Los soplos cardíacos funcionales generalmente no necesitan tratamiento alguno. Si el soplo cardíaco se debe a una enfermedad subyacente, tal como una presión arterial alta, se trata esa enfermedad. Si el soplo cardíaco se debe a una enfermedad de la válvula en sí (enfermedad valvular intrínseca) u otros defectos del corazón, podría ser necesario administrar medicamentos o realizar un procedimiento quirúrgico.

Modificación del estilo de vida

Antes los médicos recetaban antibióticos a sus pacientes con soplos cardíacos antes de un procedimiento dental o quirúrgico para prevenir una infección en las válvulas cardíacas. (Algunos de estos procedimientos pueden ser causa de que entren bacterias en la corriente sanguínea, lo cual puede producir una infección.) Hoy en día, la mayoría de los médicos consideran que los pacientes con soplo cardíaco no necesitan antibióticos antes de un procedimiento dental o quirúrgico, a menos que el soplo sea producido por una enfermedad valvular intrínseca. Si no sabe si debe tomar antibióticos antes de un procedimiento, hable con el médico o el dentista.

Medicamentos

El médico puede recetar ciertos medicamentos, según la causa subyacente del soplo cardíaco.

  • Diluyentes de la sangre (anticoagulantes), que pueden impedir que se formen coágulos sanguíneos que puedan obstruir los vasos sanguíneos.
  • Betabloqueantes, que ayudan a normalizar los latidos cardíacos rápidos y el aleteo.
  • Medicamentos que reducen la presión arterial (antihipertensivos), que alivian el esfuerzo del corazón.
  • Antiarrítmicos, que controlan las irregularidades de los latidos (arritmia) y alivian los síntomas de las palpitaciones cardíacas.
  • Diuréticos, que reducen la presión arterial eliminando el exceso de líquido y sal del organismo.
  • Digoxina, que fortalece los latidos cardíacos.

Procedimientos quirúrgicos

En algunos pacientes, podría ser necesaria una intervención quirúrgica para corregir un defecto cardíaco o corregir o sustituir una válvula cardíaca dañada.

Soplo cardíaco en niños

A pesar de que muchos padres se temen lo peor cuando le diagnostican a su hijo un soplo cardíaco, es importante saber que este diagnóstico, en realidad, es sumamente habitual. De hecho, a muchos niños les detectan un soplo cardíaco en algún momento de su vida. La mayoría de los soplos no deben ser motivo de preocupación y no repercuten sobre la salud del niño.
Entonces, ¿qué es exactamente un soplo cardíaco? En sí mismo, la expresión soplo cardíaco no es un diagnóstico ni una enfermedad; pero, para entender lo que significa, es importante saber cómo funciona el corazón.

El corazón se divide en cuatro cavidades; dos en el lado izquierdo y dos en el derecho. La sangre procedente del cuerpo se bombea a los pulmones, donde se oxigena, y después se bombea a través de las arterias al resto del cuerpo. Una vez utilizado el oxígeno, la sangre vuelve al corazón a través de las venas y se bombea de nuevo a los pulmones para que se vuelva a oxigenar.
La palabra soplo describe un sonido sibilante que hace la sangre cuando fluye a través de cualquiera de las cavidades o válvulas del corazón o incluso a través de un orifico que hay en el interior del corazón.

Diagnóstico en niños

El soplo se oye cuando se ausculta al niño con un estetoscopio. Puesto que el corazón de un niño está muy cerca de la pared torácica, los ruidos sutiles se pueden oír más fácilmente. De todos modos, a veces puede ocurrir que el pediatra no pueda oír un soplo a menos que el niño se siente y se esté muy quieto. Aunque se pueden oír en bebés muy pequeños, los soplos se detectan más a menudo cuando los niños tienen entre 2 y 4 años. Algunos pediatras creen que esto se debe a que la mayoría de los niños han tenido tiempo para familiarizarse con su pediatra y tenerle confianza, por lo que se están más quietos y cooperan más durante la exploración.

Los soplos cardíacos se clasifican en una escala de 1 a 6. El 1er grado apenas se puede oír, mientras que el 6? se oye muy fuerte. El pediatra de su hijo también se fijará en qué parte del corazón está el soplo, qué tipo de ruido hace (por ejemplo, si se parece más a un roce o a un soplido), en qué momento del ciclo cardíaco se produce, y si se modifica cuando el niño cambia de posición. Cuando el pediatra de su hijo descubra el soplo, es posible que remita al niño a un cardiólogo pediátrico, si considera que es preciso completar la evaluación.
Debido a lo extendida que está la idea equivocada de que los soplos cardíacos son graves, es importante que los padres entiendan qué tipo de soplo tiene su hijo y si necesita que le hagan una evaluación más a fondo.

¿Todos los soplos implican una enfermedad cardíaca?

No todos los soplos son síntoma de enfermedad cardíaca. A veces, un soplo puede escucharse en un niño normal que tenga fiebre o esté anémico; estos soplos desaparecen cuando se trata el problema subyacente.

Algunos niños tienen lo que se conoce como soplo inocente. Estos soplos no están relacionados con cardiopatías congénitas y generalmente se resuelven cuando el niño llega a la adultez. Si el médico de su hijo escucha un soplo inocente, es posible que quiera llevar a cabo pruebas adicionales para asegurarse de que no haya una cardiopatía. El niño que tiene un soplo inocente puede llevar una vida normal y estar tan activo como cualquier niño sano.

Soplo funcional

El tipo más habitual de soplo cardíaco es el denominado funcional o inofensivo. Este diagnóstico implica que el soplo está producido por un corazón normal y completamente sano. Puede aparecer y desaparecer a lo largo de la infancia. Suele desaparecer por si solo conforme el niño va creciendo y no supone ningún riego para la salud.

Los niños que tienen soplos funcionales no requieren seguir una dieta especial, restringir sus actividades ni ningún otro tratamiento especial. A los niños que son lo bastante mayores como para entender que tienen un soplo se les debe asegurar que no son diferentes a los demás niños y que pueden llevar una vida completamente normal.

Cardiopatías congénitas

Algunos soplos cardíacos pueden indicar que hay un problema en el corazón. Si el pediatra de su hijo sospecha que el niño puede tener algo más importante que un soplo funcional, lo remitirá a un cardiólogo pediátrico, que tal vez le mande o haga algunas pruebas complementarias como una radiografía de tórax, un ECG (electrocardiograma), o un ecocardiograma. El ecocardiograma, o "eco", permite obtener una imagen especial en movimiento de las cavidades cardíacas y de cómo fluye la sangre a través del corazón. Registra el tamaño y forma de las cavidades, válvulas y vasos sanguíneos del corazón. También muestra la dirección del flujo sanguíneo a través del corazón y ayuda a determinar con qué eficacia está bombeando este órgano.

Aproximadamente 1 de cada 100 bebés nace con un problema cardíaco estructural, denominado cardiopatía congénita. Estos bebés pueden presentar síntomas de cardiopatía tan pronto como durante los primeros días de vida, o puede parecer que están completamente sanos hasta mucho más adelante. Algunos niños no tendrán ningún síntoma aparte de un soplo cardíaco, pero otros presentarán síntomas que se podrían confundir con otras enfermedades o trastornos.

Entre los síntomas de una enfermedad cardíaca importante en un recién nacido, se incluyen:

  • Respiración rápida
  • Dificultad para alimentarse
  • Labios azulados o morados (lo que se denomina cianosis)
  • Retraso del crecimiento.
  • Los síntomas en un niño o adolescente pueden incluir:
  • Fatiga
  • Dificultad para hacer ejercicio o practicar actividades físicas
  • Dolor torácico.

Si percibe alguno de estos síntomas en su hijo, contacte con su pediatra.

Las cardiopatías congénitas están provocadas por factores genéticos (incluyendo las anomalías cromosómicas como el síndrome de Down o el síndrome de DiGeorge, una enfermedad congénita de origen genético muy poco frecuente) y por factores ambientales (como la exposición a sustancias químicas de uso industrial), pero muchos niños no tienen ningún factor de riesgo conocido. Algunos padres pueden tener más de un hijo con una cardiopatía, pero en la mayoría de los casos, las cardiopatías no se consideran hereditarias.

La salud de la madre durante el embarazo también desempeña un papel. Las mujeres que tienen más probabilidades de dar a luz a un hijo con cardiopatía son aquellas que durante el embarazo:

  • Contraen la rubéola
  • Tienen una diabetes no tratada o no controlada
  • Tienen fenilcetonuria (un trastorno metabólico de origen genético).
  • Algunos medicamentos también pueden aumentar las probabilidades de tener un hijo con una cardiopatía congénita. Beber alcohol durante el embarazo o el hecho de que la madre o el padre consuman drogas también son factores de riesgo.
  • Los bebés que presentan otros tipos de anomalías o que nacen prematuramente también pueden tener cardiopatías.

Cardiopatías más frecuentes

Los problemas cardíacos más frecuentes en la población infantil son las anomalías estructurales, que pueden provocar un soplo cardíaco e incluir la presencia de orificios en el interior del corazón (comunicación interauricular o comunicación interventricular), y las anomalías en las válvulas (estenosis valvular aórtica o pulmonar).

Las anomalías en el tabique cardíaco afectan a las paredes que dividen el corazón en 4 cavidades. Cuando hay un orificio en el tabique del corazón, la sangre puede fluir a través de él a las otras cavidades cardíacas. Esta sangre sobrante puede provocar un soplo. También puede hacer que el corazón tenga que trabajar demasiado y, consiguientemente, aumente de tamaño. Algunos orificios pueden ser lo bastante grandes como para producir otros síntomas aparte del soplo; otros son de menor tamaño y a veces se acaban cerrando por sí solos con el tiempo.

Las anomalías en las válvulas también son frecuentes. Entre las cavidades del corazón hay 4 válvulas (aberturas en un sólo sentido) que impiden que la sangre retroceda cuando es bombeada. Cuando una válvula se estrecha o se bloquea, no permite que la sangre fluya libremente; las válvulas que tienen una morfología anormal pueden no ser eficaces a la hora de impedir que la sangre fluya hacia atrás dentro del corazón. En cualquiera de estos casos, habrá un soplo.

Si su hijo presenta alguna de estas cardiopatías, es posible que sea lo bastante leve como para que no requerir ningún tratamiento. Un cardiólogo pediátrico le ayudará decidir si es preciso tratar la anomalía y, en tal caso, si es preciso operar o es mejor aplicar algún otro procedimiento.

Fuentes