Trastornos somatomorfos

Trastornos somatomorfos
Información sobre la plantilla
282 × 192 píxeles; 11 KB
Concepto:Es un dolor tan intenso que altera la vida cotidiana de la persona. El dolor es como el de un trastorno físico, pero no se encuentra ninguna causa física.

Trastornos somatomorfos. Son un grupo de trastornos caracterizados por molestias diversas, en mayor o menor grado difusas, que aquejan al paciente pero que no pueden ser explicadas por la existencia de una enfermedad orgánica, o al menos no de manera suficiente y concluyente.

Los pacientes suelen insistir en la presencia de síntomas físicos como dolor, inflamación, náuseas, vértigo, debilidad o lesiones, pero niegan tener problemas psiquiátricos,1 acompañado de demandas persistentes de exámenes y pruebas diagnósticas a pesar de que los hallazgos continuamente resultan negativos y de la garantía de los tratantes que los síntomas no tienen justificación orgánica. La sensación física reportada por los pacientes con trastornos somatomorfos no es ficticia o inventada, es sintomatología real que no tiene explicación o causa física.

El término es relativamente nuevo y se aplica a lo que con frecuencia se denomina trastorno psicosomático. El diagnóstico de un trastorno somatomorfo implica que los factores psicológicos son un gran contribuyente a la aparición, gravedad y duración de los síntomas referidos. Los trastornos somatomorfos no son el resultado de simulación consciente o de trastornos ficticios.



Distintos trastornos somatomorfos

El trastorno de somatización (anteriormente histeria o síndrome de Briquet) es un trastorno polisintomático que se inicia antes de los 30 años, persiste durante varios años y se caracteriza por una combinación de síntomas gastrointestinales, sexuales, pseudoneurológicos y dolor.

El trastorno somatomorfo indiferenciado se caracteriza por síntomas físicos no explicados, que persisten al menos 6 meses y que son insuficientes para establecer el diagnóstico de trastorno de somatización.

El trastorno de conversión consiste en síntomas o disfunciones no explicadas de las funciones motoras voluntarias o sensoriales, que sugieren un trastorno neurológico o médico. Se considera que los factores psicológicos están asociados a los síntomas o a las disfunciones.

El trastorno por dolor consiste en la presencia de dolor como objeto predominante de atención clínica. Además, se considera que los factores psicológicos desempeñan un papel importante en su inicio, gravedad, exacerbación o persistencia.

La hipocondría es la preocupación y el miedo de tener, o la idea de padecer, una enfermedad grave a partir de la mala interpretación de los síntomas o funciones corporales.

El trastorno dismórfico corporal es la preocupación por algún defecto imaginario o exagerado en el aspecto físico.

En el trastorno somatomorfo no especificado se incluyen los trastornos con síntomas somatomorfos que no cumplen los criterios de cualquiera de los trastornos somatomorfos específicos.

Causas

En el pasado, se pensaba que este trastorno estaba relacionado con el estrés emocional. Con frecuencia se decía que el dolor estaba "todo en la cabeza".

Sin embargo, los pacientes con el trastorno de dolor somatomorfo parecen experimentar sensaciones dolorosas de una cierta manera que aumenta su nivel de dolor. El dolor y la preocupación crean un ciclo que es difícil de romper.

Las personas que tienen antecedentes de abuso físico o sexual son más propensas a padecer este trastorno. Sin embargo, no toda persona con trastorno de dolor somatomorfo tiene una historia de abuso.

A medida que los investigadores aprenden más acerca de las conexiones entre el cerebro y el cuerpo, hay más indicios de que el bienestar emocional afecta la forma en la cual se percibe el dolor.

Características y Síntomas

La característica común de los trastornos somatomorfos es la presencia de síntomas físicos que sugieren una enfermedad médica y que no pueden explicarse completamente por la presencia de una enfermedad, por los efectos directos de una sustancia o por otro trastorno mental (p. ej., trastorno de angustia). Los síntomas deben producir malestar clínicamente significativo o deterioro social, laboral, o de otras áreas importantes de la actividad del individuo. A diferencia de lo que ocurre en los trastornos facticios y en la simulación, los síntomas físicos no son intencionados (p. ej., bajo control voluntario). Los trastornos somatomorfos se diferencian de los factores psicológicos que afectan el estado físico por la ausencia de una enfermedad médica diagnosticable que pueda explicar por completo todos los síntomas físicos. La agrupación de estos trastornos en un único grupo está basada más en la utilidad (p. ej., la necesidad de excluir enfermedades médicas ocultas o etiologías inducidas por sustancias) que en las hipótesis sobre etiologías o mecanismos compartidos. Estos trastornos se observan con bastante frecuencia en los centros hospitalarios.

El síntoma principal de este trastorno es un dolor crónico que dura varios meses y que limita el trabajo, las relaciones interpersonales y otras actividades de la persona.

Los pacientes con frecuencia están muy preocupados o estresados por su dolor.

Pruebas y exámenes

Se hace una evaluación médica completa, incluyendo estudios de laboratorio y exámenes radiológicos (resonancia magnética, tomografía computarizada, ecografía, radiografía) para determinar las posibles causas del dolor.

El trastorno de dolor somatomorfo se diagnostica cuando estos exámenes no revelan una fuente clara del dolor.

Tratamiento

Los analgésicos que necesitan o no receta con frecuencia no funcionan muy bien. Estos medicamentos también pueden tener efectos secundarios y pueden conllevar el riesgo de adicción.

Los síndromes de dolor crónico de todos los tipos con frecuencia se pueden tratar con antidepresivos y psicoterapia.

La terapia conductual cognitiva (TCC), un tipo de psicoterapia, le puede ayudar a manejar el dolor. Durante la terapia, usted aprenderá:

  • A reconocer lo que parece empeorar el dolor.
  • A desarrollar maneras de afrontar las sensaciones corporales dolorosas.
  • A mantenerse más activo, incluso si todavía tiene dolor.

Los medicamentos antidepresivos con frecuencia también ayudan tanto con el dolor como con la preocupación en torno a dicho dolor. Los antidepresivos normalmente utilizados abarcan:

  • Inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina (ISRS), tales como fluoxetina (Prozac), sertralina (Zoloft), paroxetina (Paxil), fluvoxamina (Luvox), citalopram (Celexa) y escitalopram (Lexapro).
  • Inhibidores de la recaptación de la serotonina-norepinefrina (IRSN), como venlafaxina (Effexor), desvenlafaxina (Pristiq), duloxetina (Cymbalta) e ilnacipran (Dalcipran, Ixel, Savella).
  • Antidepresivos tricíclicos.

Es posible que algunos pacientes no crean que su dolor esté conectado a factores emocionales y pueden rechazar estos tratamientos.

Las medidas de apoyo que también pueden servir abarcan:

  • Técnicas de distracción
  • Compresas frías y calientes
  • Hipnosis
  • Masaje
  • Fisioterapia
  • Ejercicios de reducción del estrés

Grupos de apoyo

Las personas con este trastorno se pueden beneficiar del tratamiento en centros para el dolor.

Expectativas (pronóstico)

El pronóstico es desalentador para pacientes que hayan presentado síntomas durante mucho tiempo. Dicho pronóstico mejorará si uno puede empezar a realizar sus actividades previas, incluso con dolor.

El hecho de buscar un profesional en salud mental con experiencia en el tratamiento de personas con dolor crónico ha demostrado que mejora los pronósticos.

Posibles complicaciones

  • Adicción a los analgésicos que necesitan receta (si no se usan correctamente)
  • Complicaciones de la cirugía
  • Depresión y ansiedad

Fuente