Diferencia entre revisiones de «Mantua»
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Revisión del 14:57 19 mar 2010
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Mantua
En medio de una depresión en la margen norte del río que lleva su nombre, se asienta el pueblo de Mantua cabecera del municipio de la misma denominación y uno de los catorce que componen la provincia de Pinar del Río, la más occidental de Cuba.
Sumario
Surgimiento y desarrollo
A través de generaciones se ha venido transmitiendo que el origen de Mantua está vinculado al desembarco, a principios del siglo XVII, de un grupo de italianos por el surgidero de Los Arroyos, y su posterior peregrinación tierra adentro en busca de un asentamiento definitivo.
Han trascendido hasta nosotros dos versiones donde se recogen los hechos sin lujo de detalles, a veces, entretejiéndose indistintamente fragmentos de una y otra.
La exégesis popular aduce como navegantes italianos confundidos con corsarios fueron perseguidos por buques de guerra ingleses en los bajos del Archipiélago de los Colorados y al verse copados, se internaron en la Ensenada de los Lazos, incendiaron sus bajeles en el fondeadero de los Arroyos y huyeron hacia el interior de la isla. Por otra parte, se sostiene que el bergantín Mantua, al mando del capitán Anatolli Fiorenzana (en realidad debió ser Antonello Fiorenzano), arremetió contra la muralla de arrecifes coralinos paralela a la costa norte cuando trataba de explorar la cayería o alcanzar el litoral y comenzó a hacer agua; ante la evidencia del naufragio, los marinos abandonaron el navío en botes de salvamento y desembarcaron en un lugar próximo a Punta del Río. Después de explorar la zona, el grupo de náufragos se encaminó al surgidero de Los Arroyos, descubierto por una de sus avanzadillas.
Cualquiera de las dos historias puede avenirse a la realidad, mas, se impone un breve análisis para tratar de responder la siguiente interrogante: ¿eran aquellos marinos náufragos o corsarios?
Si se tiene en cuenta lo peligrosa que resulta para la navegación la barrera de escollos que, extendiéndose en forma de arco convexo, más allá de Cayo Rapado Grande, resguarda la costa norte de casi toda la provincia de Pinar del Río y, en especial de esta región, la historia del naufragio resulta más creíble, aún exceptuando su mayor profusión de detalles. Como lo ha corroborado la interminable lista de accidentes marítimos ocurridos en esta faja costera, sólo navegantes expertos conocedores de la zona serían capaces de sortear el cinturón de arrecifes a través de los estrechos pero profundos canales y canalizos naturales que lo atraviesan, entre los que descuellan el Paso de Buenavista, frente al cayo del mismo nombre; el Paso Roncador, al norte del Bolsón de Baja, y Balandras, al sur del Banco de Sancho Pardo.
Semejante reflexión no conduce a desechar la otra versión, sin embargo, se impone una realidad: los navegantes italianos perseguidos por los ingleses eran corsarios o piratas conocedores de los pasos entre la muralla de arrecifes, probablemente porque tenían su guarida en el surgidero de Los Arroyos o algo más hacia el nordeste, cerca de la playa Sierra, donde podían pasar inadvertidos resguardando sus buques en el embarcadero María, en la desembocadura del río Buenavista, que goza del abrigo natural proporcionado por los cayos Buenavista, Rapado Grande y Rapado Chico.
Basta dialogar con pescadores de Los Arroyos para disipar cualquier duda respecto a que para llegar hasta ese puerto, debe dominarse el secreto sobre los pasos a través de los arrecifes, por lo que resulta poco probable que navegantes no conocedores de tales particularidades hayan podido lograrlo y, menos aún, siendo perseguidos por navíos de guerra. También ambas versiones pudieran conjugarse para dar lugar a una sola historia: huyendo de la flota inglesa, el bergantín Mantua naufragó en la barrera de escollos después de internarse en el Archipiélago de los Colorados y burlar la persecución de los navíos británicos que lo habían confundido con una nave pirata.
Sobre los posteriores desplazamientos de los italianos en tierra firme, también existen versiones divergentes. Una recoge que después de desembarcar se establecieron en el propio surgidero de Los Arroyos y levantaron un caserío al cual llamaron Mantua; mientras en la otra se asevera que continuaron internándose en el territorio hasta llegar a las proximidades del Hato de Ábalos, a una aldea nombrada San Lázaro, unos 3 kilómetros más al oeste del lugar que actualmente ocupa Mantua. Naturalmente, las dos historias dimanan de ambas formas en las que se relata la llegada de los italianos a costas cubanas. Si estos eran perseguidos por veleros ingleses, es lógico que tras la quema de sus navíos buscaran refugio tierra adentro; pero si se trataba de náufragos nada tiene de extraño –y menos aún siendo marinos– que se instalaran, aunque fuera temporalmente, en el litoral.
Maceo en la Historia de Mantua
Primera Campaña
El día 22 de enero de 1896 es fecha memorable para todos los mantuanos. Ese día, a las tres de la tarde, las tropas mambisas, que de un tirón caminaron las siete leguas y media entre Guane y Mantua, avistaron la población más occidental que geográficamente significaba el término de la invasión libertadora, iniciada en el oriente de la isla.
Así describe la jornada el General José Miró Argentel, Jefe del Estado Mayor del Contingente Invasor:
“Ibamos a Mantua: !Hermoso y memorable día! Aun veíamos los cerros de Guane, azules y pintorescos (...) y se descorría la espléndida decoración de Montezuelo, el paisaje más brillante de vuelta Abajo. Todo es singularmente hermoso en este lugar: el abra de los montes, el color de la tierra, el color de la montaña, las fajas de cultivo, el verde profundo de la vegetación silvestre y la alegría de sus mozas, que parecen haber tomado de la risueña decoración el matiz y el jugo vital. Todo cantaba en Montezuelo: el río, el aire, el rumor del bosque, la tropa voladora y la gallarda juventud”.
El propósito de llevar la antorcha libertaria hasta el final de occidente había llegado a su fin exitosamente. Detrás quedaban decenas de heroicas jornadas, de sacrificios, de afanes patrióticos y valor sin límites. Al frente de estos hombres un héroe de leyenda y bronce: Antonio Maceo Grajales, quien ante el asombro del mundo sostuvo enconados combates contra fuerzas superiores en hombres y armamentos, obteniendo brillantes triunfos.
En 90 días desde Baraguá, Oriente – en 78 jornadas ha hecho el ejército invasor, con Maceo a la cabeza, 424 leguas, después de sostener 27 combates y ocupar 22 pueblos importantes; 2120 fusiles y 82000 cartuchos – números oficiales del estado mayor.
En las afueras del poblado, en la finca Los Conucos situada a unos 200 metros del río, una comisión compuesta por el Alcalde José Fors y parte de las autoridades de la villa y los más prestigiosos vecinos se le dio la bienvenida al General Maceo y su tropa. A las 4:00 de la tarde, el repique de la campana anunció el término de la gloriosa Campaña de la Invasión, con la entrada triunfal a Mantua, el último baluarte español del lejano occidente.
En el domicilio de Idelfonsa Izquierdo se hospedó Maceo, a unos 400m de allí, en Mangos de Roque, acampó su Estado Mayor.
Los voluntarios y algunos españoles integristas habían huido al darse cuenta de la proximidad de los libertadores, creyendo ser víctimas de represalias. El general Maceo comisionó al vecino de Mantua, José Fernández, para que se trasladara a los Arroyos y convenciera a aquellos de los verdaderos objetivos de la Revolución, autorizándolos a regresar a sus hogares con las armas o sin ellas, en la seguridad de que no serán molestados en lo más mínimo por ninguna fuerza cubana y – les dice en carta a Fernández – me servirá de viva satisfacción si una vez logrado ese paso se dedican al cuidado de sus familias, separados por completo de las luchas políticas tan detestables cuando sirven para el sostenimiento de un gobierno inicuo y enemigo capital de todo lo que sea de interés noble y bienestar del país… Todos regresaron a sus hogares, y entregaron a Maceo 50 fusiles y más de 4000 tiros.
El día 23 en la Sala Capitular del Ayuntamiento fue levantada el Acta Histórica Capitular donde consta:
Primero: Que el pueblo de Mantua está situado en el extremo Occidental de la Isla en la Provincia de Pinar del Río.
Segundo: Que el General Maceo con las fuerzas a sus órdenes ha ocupado la población y término municipal siendo respetas vidas y bienes de toda clase, guardando el orden público por sus tropas y dejando en el ejercicio de sus funciones a las autoridades y empleados que tenían colocados el gobierno Español que visto el procedimiento del Ejército Libertador y de su jefe se adhieren a sus principios y fines, creyendo que redundara, no solo en beneficio de esta comarca empobrecida de antes por las múltiples exacciones de que se le hacía víctima, si que también del país entero que sufría del mismo mal tratamiento y representado los presentes las fuerzas vivas del territorio, en la propiedad inmueble, en la ganadería, industria, comercio, las artes, profesiones, créditos y en la agricultura.
Firman, con las demás personas del Estado Mayor del Ejército Invasor, el señor cura Párroco y los demás presentes.
El día 23 le fue ofrecido un banquete al General Maceo en la casa de la familia Docal. El alcalde, Fors, brinda con champagne, ofreciendo una copa al general:
• Gracias, contestó Maceo, no bebo clase alguna de vinos ni de licores. • Bien, general, replicó el alcalde, pero le gustaría, como buen cubano, fumar un tabaco de vuelta abajo. • Lamento, dijo Maceo, no poder complacerlo, pero no fumo.
Y todo ello dicho en tono amable y sencillo. Al espectador –dice Eusebio Hernández- sin antecedentes de aquel hombre, no se le hubiera ocurrido pensar en el vencedor del gran ejército español, en el jefe de la victoria.
En horas de la noche, conforme al programa de festejos elaborado por los miembros del ayuntamiento que quedaron en Mantua se llevó a cabo un baile en el Casino Español.
El día 24, en horas de la madrugada, se levanta el campamento y las tropas invasoras se retiran de Mantua. Marchan con Maceo 65 hijos del territorio que se incorporan a su tropa entre ellos Maximiliano Quintana Silva y Antonio Pozo Barrios, que alcanzaría los grados de Coronel.
Segunda Campaña
A finales de Agosto del año 1896, el general Antonio Maceo se encontraba inquieto al no tener información sobre el general Juan Rius Rivera y su expedición, que procedentes de los Estados Unidos debían haber arribado a costas cubanas el 25 de Agosto por la zona de Guane.
No se podía correr el riesgo de que el valioso cargamento cayera en manos de los españoles. Maceo se encontraba acampado en Puerta de la Muralla y decide dejar sus operaciones y partir él mismo a recibir la expedición y escoltarla hasta un lugar seguro. El 1ro de Septiembre acampa Maceo en Tumbas de Estorino, distrito de Mantua. A este lugar acudieron numerosas familias solicitando amparo y alimentos.
La noche del 2 de Septiembre ataca en la costa al caserío fortificado de Dimas, arrasando los cultivos de la población Españolista y quemando sus casas.
El día 6, combate contra el batallón Wad Ras a las órdenes del Coronel Rafael del Álamo, cerca del poblado de Los Arroyos.
Finalmente, el 8 de Septiembre llega el barco esperado. Arriba por Punta de “María La Gorda”, en la ensenada de corriente. El General lo sabe al día siguiente y parte a su encuentro, marchando desde Tumbas de Estorino hacia Guanahacabibes.
Tras infatigables jornadas, el día 18 se encuentra Maceo con los expedicionarios en Puerta de la Guira. Además de la gran alegría de abrazar al antiguo compañero Rius Rivera, recibe la feliz sorpresa de que el joven Panchito, hijo del generalísimo Gómez también ha llegado. Se pone en manos de Maceo el boletín de guerra que reproduce la alocución de Máximo Gómez por la muerte del General José Maceo.
El 23 de Septiembre inicia desde los Remates de Guane, la marcha hacia el este. El 24 se enfrenta a la columna del Coronel San Martín en la zona montañosa de Montezuelo, y la derrota, muriendo el Teniente Coronel Español Pío Esteban. En el combate se utiliza por primera vez el cañón Sims-Dudley neumático, primero de su clase que se fabricó en el mundo y traído en la expedición, convirtiéndose Cuba en el primer país donde se utilizó. El combate de Montezuelo fue el bautizo de guerra de Panchito Gómez Toro, que ¨De cerca comprendió el horror de la guerra y la grandeza y el genio de Maceo¨ . La bajas cubanas fueron 10, las del enemigo más de 200.
El 27 desarrollan los españoles una ofensiva contra el Campamento de Tumbas de Estorino utilizando dos columnas, la del General Melguizo y la del Coronel Francés. La de Melguizo trata de empujar a los mambises hacia donde lo esperan los fuegos del Coronel Francés, estratégicamente situado junto a un río. Pero el cañón neumático hace dos blancos directos en el estado mayor de Melguizo produciendo una momentánea confusión que aprovecha Maceo para lanzar una carga general relampagueante que le da el triunfo, aunque los españoles luchan con su bizarría tradicional. En el momento más sangriento y reñido de la batalla cayó el teniente Coronel Ramón Ivonet, el gallardo abanderado del Cuartel General y de la Invasión, caído envuelto en los pliegues de la bandera. [[Panchito Gómez Toro[[, el coronel Pedro Ivonet hermano de Ramón y otros oficiales del Estado Mayor, velaron y enterraron en el mismo campo de batalla al valiente guerrero Oriental. Melguizo, arrojado de Tumbas de Estorino, en retirada, sufre la persecución cubana.
La otra columna la del Coronel Francés combate el dia 28 en La Manaja - una de las entradas de Tumbas de Estorino - y sufre 100 bajas sin poder adelantar un paso frente a las fuerzas del coronel Ducasse que Maceo había situado previamente en un lugar abrigado.
Tumbas de Estorino es una de las escasas ocasiones en que los mambises han estado suficientemente pertrechados, por eso la derrota enemiga es sangrienta, ha sufrido un total de 800 bajas.
Características
Geomorfología y Relieve
El relieve del municipio pertenece y forma parte de la cordillera de Guaniguanico, perteneciente al grupo montañoso de la Sierra de los Órganos, caracterizado por un relieve variado, presentando las pizarras del Norte una vegetación de encinos (pinos), además de valles intra montañosos, cuchillas y grandes valles desde la zona rural Antúnez-Montezuelo hasta el municipio de Guane.
El tipo de rocas que forman el relieve de las colinas es calizas y al descender la vegetación es muy tupida, destacándose los bosques de galería, que es aquella vegetación cercana a los ríos. En total cuenta el territorio con 20 montañas localizadas de la forma siguiente: por la falda derecha del río Mantua existen ocho y por el margen izquierdo doce.
Clima
Existe una notable diferencia de temperatura entre el invierno y el verano. En el invierno, la entrada de los frentes fríos, trae consigo una disminución notable y gradual de las temperaturas, alcanzando valores de hasta 9 °C, ocurriendo esporádicas precipitaciones. En el verano, las temperaturas son altas, resultando característico el incremento de las precipitaciones, relativamente abundantes, destacándose una clara definición entre el periodo de lluvia y sequía.
La temperatura media anual es de 24,5°C., siendo agosto el mes más caluroso del año y febrero el más frío.
Los vientos predominantes durante el año son de región noroeste, con una velocidad media de 9,7 Kms/h.
El promedio de lluvias es de 1577mm. Siendo junio el más lluvioso y mayo el menos lluvioso. La humedad relativa media anual, es de 81 %, la que alcanza valores extremos en los meses de septiembre y abril con 85% y 76% respectivamente.
Flora
Plantas: Autóctonas, nuevas especies.
La flora del municipio es la típica de la región occidental, no obstante en el área protegida Los Pretiles, se encuentra la mayor concentración de las especies autóctonas.
Es un área con una extensión de 3,2 Km de largo y de 300 a 500 metros de ancho, ubicada al nordeste del municipio. Presenta tres formaciones vegetales: Las sabanas arenosas con pinos, el manglar y el bosque latí folio. Determinándose un total de 280 especies, de las cuales 82 son endémicas para un 29,2 % de endemismo total.
En las sabanas arenosas con pinos, se determinaron 132 especies de 56 familias. Entre las especies más relevantes se encuentran Lyonia Ekmaii ( endémica total ) Xytis sp ( especia nueva para la ciencia y endémica local ) así como tres géneros de insectívoras: Drocetas, Pinguicola y ultricularia.
Manglar: Se han determinado trece especies entre las cuales se destacan la presencia de Nibiscus Tiliacus (majagua hembra) especie que aunque existe en otras regiones del planeta, en Cuba se había dado por extinguida, reportándose también en Cayo Jutía.
Bosque latifolio: Fueron determinadas 140 especies pertenecientes a 54 familias botánicas con 34 especies endémicas para el 24,3 %. De ellas 14 son endémicas regionales, las restantes son endémicas pan cubanas.
Las condiciones del área son propicias para ser utilizadas con fines científico docentes, dado el número de especies que atesora en un área relativamente pequeña.
La valoración económica de los fitorecursos da como resultado la existencia de 141 especies de interés, las que se distribuyen de la siguiente forma:
• Sabanas arenosas con pinos: seis especies maderables, once especies medicinales, dieciséis especies melíferas, cinco alimenticias fotoquímicas y tres de usos diversos. • Manglar: Cinco especies maderables, seis medicinales, cinco melíferas, dos alimenticias, seis especies tienen importancia fotoquímica y una de uso diverso. • Bosques latíferos: cuarenta y ocho especies maderables, cuarenta y ocho medicinales, cuarenta y siete melíferas, once alimenticias, treinta y dos tienen importancia fotoquímica y dieciséis tienen usos diversos. • Algunas de estas especies presentan más de un uso.
Fauna
Animales autóctonos, nuevas especies. En este aspecto existe poco endemismo por ser las mismas especies que habitan en la región Occidental, pero si hay algunas particularidades de especies como es el caso de la paloma rabiche, el tomeguín del pinar, los totíes, las bijiritas en distintas especies, los gorriones y golondrinas que se pueden localizar en bandadas abundantes en todo el municipio
Hidrografía
El municipio cuenta con el río más extenso de la vertiente norte de Pinar del Río, el Mantua. Este nace en la costa norte, en la zona nombrada “Mina Dora” y corre sin variar nunca su nombre un total de 66 Km., primero de Este a Oeste y luego al llegar a Las Cruces de Ávalos, hacia el Noroeste hasta llegar al litoral. De la cuenta madre, por el margen derecho, sale en La Manigua, Barrio Coronel Pozo9, el brazo de “Relumbroso”, que corre más tres Km y vuelve al Mantua en Las cruces. Más abajo, en Asiento Viejo, se bifurca, afluyendo principalmente por el brazo del Barranca a la Cienaga de San Francisco, pues, aunque por el de la derecha desagua al mar, solo resulta así en la estación de las lluvias. Su anchura varia de modo notable, alcanzando en algunas partes cincuenta metros y formando un crecido número de pocetos. Sus riberas, por lo común quebradas, son con frecuencia inundadas a causa de las grandes avenidas que experimenta. Su alveo resulta en los primeros treinta Km de lajas sueltas y arena gruesa y en el resto asaz fangoso. En su cauce y en sus orillas en las inmediaciones del pueblo, se encuentra arena insuperable para mezcla de fabricación. Dentro de los linderos de la hacienda El Rancho está la cascada que lleva éste nombre, y en el Arroyo de Los Ocujes, su tributario, a cuatro Km de la confluencia, se ve el salto de La Majagua, que mide como el del Rancho dos metros de altura. Once Arroyos considerables son afluentes del caudaloso Mantua.
Le sigue en orden el río Macurije con unos treinta Km de extensión se conoce también como Jicotea o Limones. Tiene dos saltos: Los Pozos y Ramones. El Municipio cuenta además con diez lagunas: Santa Lucía, Camarones, Los Canarreos, Ovas, Sábalo, Echeverría, Jibara, Lázaro, Prado y Bagazal ó Flamenco.
Posee diez Itabos: Los Limpios, Pitajonal, El Lirio, Itabo Hondo, El Rabón, Media Luna, Caniego, Itabo Largo y Las Tunas.
Existen además en el territorio 184 embalses o represas con una capacidad de dieciséis millones de m3 de agua y micro presas con cuatro millones de m3 de agua.
Economía
La base económica principal es la agricultura, la cría de ganado mayor y la explotación de vastos recursos forestales, El 51,7% de suelos constituye el fondo agrícola, el 48 % el forestal –disperso entre ciénagas costeras y zonas montañosas y sólo el 0,30% las áreas urbanas (el nivel de urbanización alcanza solamente el 36,9%). En la agricultura el lugar cimero lo ocupa el cultivo del tabaco; en la actualidad se dedican a la siembra de esa planta aromática alrededor de 240 caballerías de tierra, mientras que para la cría de ganado vacuno están asignadas casi 2 000 caballerías. El municipio exporta tabaco, productos del mar y en menor cantidad resina de pino y madera.
Símbolos del municipio
El escudo mantuano
Mantua cuenta con escudo propio desde el año 1946, el cual simboliza la unidad de todos los mantuanos.
Su creador fue el maestro Esteban Valderrama y Piña quien lo describió de la forma siguiente:
El escudo o blasón propiamente dicho es de forma igual al de la provincia de Pinar del Río al que pertenecía el ayuntamiento de Mantua, no lleva atributos a los lados, que solo deben ostentarlos las capitales de provincia.
Cortado en su tercio superior, aparece hundiéndose un Bergantín Italiano del cual se salvan unos náufragos en conformidad con la leyenda histórica aceptada.
En sus dos tercios inferiores, figura en primer término, al centro el monumento al soldado invasor que señala el final triunfante de la invasión libertadora, radica en su base unas matas de tabaco el principal renglón económico del municipio, al fondo en el lado diestro un pinar, al lado siniestro unas palmas canas, árboles típicos de la región.
En el horizonte los picos de la cordillera pinareña. Debajo un lazo extendido horizontalmente con tres palabras: Trabajo , Unidad , Progreso.
El himno de Mantua
Fue escrito en el año 1946. Su autor: Rogelio González Ricardo, maestro e inspector escolar durante largos años, allá en Manzanillo, Oriente, la tierra que lo vio nacer; escritor de recia envergadura, poeta de gusto exquisito.
En él está representado el espíritu patriótico de los mambises que salieron desde los históricos Mangos de Baraguá en el Oriente, junto a Gómez y Maceo, la gesta invasora hasta su culminación victoriosa en el occidente mantuano el 22 de enero de 1896.
Está presente en su contenido la incorporación de los pinareños, mantuanos, a los heróicos y victoriosos combates sostenidos por Maceo en Montezuelo y Tumbas de Estorino, como ejemplo de lucha, en los campos por la libertad de Cuba.
La música del Himno de Mantua fue compuesta en 1995 por Osvaldo Valdés Zambrana, quien fuera instructor de la casa de Cultura Ramón Ivonet en aquella época. Las notas del himno de Mantua fueron entonadas por primera vez en la tarde del 22 de enero de 1995, en Mangos de Roque, por el coro de la Casa de Cultura y el pueblo que asistió al acto conmemorativo por el noventa y nueve aniversario de la entrada de Maceo en Mantua.
LETRA DEL HIMNO.
¡Mantua! ¡Mantua! Joyel de Occidente,
de la patria reliquia y altar:
la legión libertaria de oriente
firmó en ti su epopeya inmortal.
La belleza de tus tradiciones
Y tus hechos gloriosos de ayer
coronaron tus nobles blasones
con simbólica palma y laurel.
No hay un palmo en tú indómita tierra
que no hallara triunfante el mambí,
¡Con qué ímpetu fuiste a la guerra
obediente al vibrar del clarín!
¡Montezuelo!, ¡Estorino!, en la historia
son ejemplos de heroico valor:
en tus campos cubríóse de gloria
la invencible, pujante invasión.
De Maceo las áureas estrellas
aún te envuelven en fúlgida luz,
en tus llanos y montes hay huellas
de su marcha aterrante de alud.
¡Mantua! ¡Mantua! Joyel de Occidente,
de la patria reliquia y altar.
¡En la guerra brillaste esplendente,
y eres faro radiante en la paz!.
Fuentes
- Sitio Web de los Joven de Computación en Mantua
- Sitio Web de la Dirección Municipal de Cultura de Mantua
- Periódico digital Ecos de Mantua