Diferencia entre revisiones de «Descamisado (libro de 1993)»
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Su relato da la impresión que reproduce un minucioso diario de campaña, donde cada día se anotan con precisión los acontecimientos de la jornada, fueran estos trascendentales o anecdóticos y al correr de la pluma se plasmara también su estdado de ánimo, las interrogantes sobre lo acaecido, las dudas sobre lo que sucedería en lo adelante. | Su relato da la impresión que reproduce un minucioso diario de campaña, donde cada día se anotan con precisión los acontecimientos de la jornada, fueran estos trascendentales o anecdóticos y al correr de la pluma se plasmara también su estdado de ánimo, las interrogantes sobre lo acaecido, las dudas sobre lo que sucedería en lo adelante. | ||
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Revisión del 13:42 14 ago 2011
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Relata los hechos como él los percibió en entonces y se conservan en su memoria.
Enrique Acevedo González
Nació en Cuba en el año 1942 y catorce años después se unió a la guerrilla que encabezaba Fidel Castro Ruz.
A las órdenes del Che Guevara hace la campaña de liberación de su país hasta el triunfo en enero de 1959.
Desde entonces permanece en el Ejército.
Cumplió misiones internacionalistas en Angola.
Impresiones de Raúl Castro Ruz
Desde la posición de lector (Fragmentos)
Este testimonio de Enrique, visto desde el prisma de un soldado, es lo mejor que he leído sobre nuestra lucha guerrillera.
Su relato da la impresión que reproduce un minucioso diario de campaña, donde cada día se anotan con precisión los acontecimientos de la jornada, fueran estos trascendentales o anecdóticos y al correr de la pluma se plasmara también su estdado de ánimo, las interrogantes sobre lo acaecido, las dudas sobre lo que sucedería en lo adelante.
Este estilo, muy propio, singular nos entrega en toda su frescura las peripecias de un adolescente de 14 años, que, junto a su hermano Rogelio, un poco mayor que él y también imberbe, decide unirse a la épica lucha que tiene por escenario la Sierra Maestra, cuya trascendencia liberadora no puede abacar en toda su dimensión histórica.
Más su rebeldía juvenil que lo subleva contra la oprobiosa tiranía imperante, sus sentimientos de justicia lo conducen a intuir que allí se libra una causa noble.
Al contarnos estas vivencias y confesarnos las intimidades más recónditas de sus reacciones y sus cavilaciones, Enrique, sin proponérselo, refleja lo que los combatientes del Ejército Rebelde experimentaron, en mayor o menor medida, en circunstancias similares o parecidas. En no pocos pasajes me vi yo mismo.
Sin embargo, la lección más valiosa y perdurable que surge de esta narración es que nos muestra cómo se forjó el Ejército Rebelde, sus combatientes, sus oficiales, sus jefes.
Para los que vivimos aquellos veinticinco meses de la más reciente de nuestras guerras de liberación, la lectura del testimonio de Acevedo, no solo nos ha hecho recordar con verdadero deleite aquellas inolvidables setecientas y pico jornadas, sino que también nos ha revelado una faceta fascinante dedes su puesto de soldado descamisado en la tropa del Che.
Véase además
Fuentes
- Libro Descamisado, Enrique Acevedo., Ciencias Sociales, 2000
