Eugène Rubens-Alcais
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Eugène Rubens-Alcais Fue un mecánico automotriz y ciclista francés, que se destacó como activista del deporte para sordos. Se considera el padre del movimiento del deporte mundial para las personas con discapacidades auditivas. Fue el fundador de los primeros juegos internacionales para estos atletas en 1924 y presidente de la organización internacional que reunió a las federaciones similares de los diferentes países. Por sus aportes al deporte para sordos, ha sido llamado el Baron de Coubertin sordo.
Sumario
Biografía
Nació el 7 de mayo de 1884 en Saint-Jean-du-Gard, en el sur de Francia en el seno de una familia humilde. Su padre era cartero. Rubens Alcais nació y vivió su primera infancia con audición, pero la perdió alrededor de los nueve años debido a infecciones de oído. Después de esto, comenzó a asistir a una escuela para niños sordomudos. Posteriormente, se mudó a París y comenzó a trabajar como mecánico automotriz. Al haber aprendido de niño a hablar con su voz natural, Rubens Alcais podía hablar normalmente en francés oral y también con lenguaje de señas, que aprendió cuando perdió el sentido de la audición y fue a estudiar a la escuela de sordomudos. Y los historiadores de su vida consideran que además, era un destacado escritor.
Desde joven demostró habilidades para el deporte. Empezó a practicar futbol en Nîmes, una ciudad cercana a su lugar de nacimiento y niñez. Luego se mudó a París y se dedicó al ciclismo y a las carreras de medio fondo, por lo que fue forjando una amplia experiencia deportiva en diferentes modalidades, aunque la mayoría de las referencias históricas que existen lo caracterizan como ciclista, al parecer porque fue el deporte que practicó por más tiempo. Incluso, en aquella época de principios del siglo XX, existen fotos suyas con bicicletas y ataviado con ropa deportiva para la práctica de dicho deporte. En su tiempo libre, pedaleaba con sus amigos sordos y fue uno de los fundadores del primer club de ciclismo para sordos.
Utilizó sus habilidades para abogar por los derechos de los sordos, que escasamente existían, incluyendo el acceso a la educación: una mínima minoría de niños sordos asistía a la escuela en ese entonces, y no se impartía enseñanza en señas; así como por el trabajo y el deporte. Para él, la actividad deportiva no representaba solo un pasatiempo, sino la oportunidad de demostrar que las personas sordas, lejos de ser inválidos, eran capaces de excelencia física. Se involucró en la creación de clubes para atletas sordos e incluso fundó su propia revista dedicada al deporte para sordos.
En 1924, París fue la sede de nuevo de los Juegos Olímpicos (ya lo había sido en 1900) y Rubens consideró que esta era la oportunidad que él y sus aliados habían estado esperando. A propósito, en 1922 (dos años antes de comenzar los juegos), Rubens publicó un editorial en la revista que mantenía, donde definió sus objetivos:{{Sistema:Cita|"Es Francia la que reavivó el verdadero espíritu olímpico y ahora, 30 años después, los Juegos volverán a celebrarse en París"…"Es Francia la que abrió la primera escuela para sordomudos (en 1791]... "Por lo tanto, es a Francia a quien debe corresponder el privilegio de albergar las primeras Olimpiadas para sordos."Error en la cita: Etiqueta de apertura <ref> sin su correspondiente cierre </ref>[1]
Responsabilidades
En su vida, fue elegido para varias responsabilidades, sobre todo, al frente de algunas de las organizaciones que él mismo fue uno de los máximos impulsores y creadores. Y en varias de estas, estuvo presidiendo las mismas durante décadas.
Tal fue el caso de que ocupó la responsabilidad de Presidente del Comité Internacional de Deportes para Sordos desde su creación en 1924 hasta 1953.
También, fue Presidente de la Federación Francesa de Deportes para Sordos, en este caso fue el tercer presidente de dicha organización en el período desde 1946 hasta 1951, simultaneando esta tarea con la del Comité Internacional que él mismo había fundado.
Igualmente, fue director de la Gaceta de los Sordomudos, una revista mensual, fundada en 1890 y de la cual Rubens-Alcais fungió como su tercer presidente durante un largo período de 28 años, desde 1932 hasta 1960.
Premios y reconocimientos
Entre los premios y reconocimientos recibidos, merecen citarse los que le otorgó la organización que él contribuyó a fundar, actualmente con el nombre oficial de Deaflympics y conocida en español como el Comité Internacional de Deportes para Sordos:
- Medalla de Oro de Deaflympics en 1949
- Miembro honorario vitalicio del Comité Internacional de Deportes para Sordos desde 1953. En este último caso, fue el reconocimiento que le otorgó dicho comité, cuando Rubens-Alcais dejó la presidencia de dicha organización.
Fallecimiento
Falleció el 8 de marzo de 1963 en Ivry-sur-Seine, una comunidad ubicada en lo que se conoce como el Gran París Metropolitano. Tenía al morir, 78 años. Fue enterrado en el cementerio de esa comunidad de Ivry-sur-Seine. Su tumba tiene una tarja con su rostro en relieve, reflejando ya una edad madura, su nombre, los años de nacimiento y fallecimiento y la inscripción: “Fundador de la Federación Deportiva de Sordomudos de Francia y del Comité Internacional de Deportes Silenciosos”.[2]
Premios Rubens-Alcais
El Comité Internacional de Deportes para Sordos (ICSD) creó este premio en su honor. De acuerdo con los documentos oficiales de dicho comité, los propósitos del Premio Rubens-Alcais son:
-Honrar a una Federación Nacional de Deportes para Sordos que ha logrado resultados sobresalientes en el desarrollo y promoción del deporte para personas sordas en los últimos dos años.
-Reconocer los logros ejemplares en el deporte, el espíritu y las habilidades de la Federación Nacional de Deportes para Sordos.
-Para animar a otras Federaciones Nacionales de Deportes para Sordos a esforzarse y emular los logros de la Federación Nacional de Deportes para Sordos, que recibieron el Premio Rubens-Alcais.
Se entregan desde 1969 y el primer premio fue entregado en ese año a Italia. En 2025, se habían entregado 28 Premios Rubens-Alcais, a alrededor de 20 países, pues han tenido la particularidad de que se han entregado a un grupo de países en varias ocasiones, como a Bulgaria, que lo recibió en 1995, 2005 y 2017. Polonia en 1981 y 2022; Dinamarca en 1983 y 1999 y a Finlandia también dos veces, en 1975 y 1997.[3]
Referencias
- ↑ Eugene Rubens Alcais Média Pi, consultado el 25 de noviembre de 2025
- ↑ Eugène Rubens-Alke Deaf History, consultado el 25 de noviembre de 2025
- ↑ Rubens-Alcais Award Deaflympics (en inglés), consultado el 23 de noviembre de 2025

