Calle Cuba
| Calle Cuba | |
|---|---|
| Calle de Cuba | |
| Entidad | Calle |
| • País | |
| • Provincia | La Habana |
| • Municipio | Habana Vieja |
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Calle Cuba estrecha y sombreada de La Habana, situada en la zona más antigua de la ciudad. Con el paso de los siglos su recorrido es muestra fehaciente de los estilos constructivos de diferentes épocas y los más variados géneros. Religiosos, civiles y como es lógico la tipología doméstica en todas sus características.
Historia
Limites
Se extiende de norte a sur con 18 cuadras, haciendo de ella, la vía más larga de La Habana Vieja. Es atravesada por las calles. Chacón, Empedrado, O Reilly, Obispo, Obrapía, Teniente Rey, Jesús María, Paula entre otras. La disposición del trazado urbano, desde los mismos inicios del surgimiento de la ciudad, había advertido los inconvenientes del clima cálido, de ahí que en las Leyes de Indias y las Ordenanzas de Felipe II se estipulara que: “en lugares fríos fueran las calles anchas y en los cálidos, angostas”, previéndose desde entonces la protección ante el radiante y agotador sol del trópico. Esto demuestra un tanto el por qué de la sinuosidad de esta calle de la antigua ciudad.
Los nombres
El origen de su nombre (Cuba)es incierto para los estudiosos de la toponimia de las calles y aquí está lo curioso de su denominación, porque Cuba es el nombre de la isla, pero también se llamó así a Santiago en el extremo oriental del país, según afirman los estudiosos de este tema. En tiempos pasados se le llamó también de la Campana y de la Fundición, porque existió una fundición de metales en el lugar que ocupó la Maestranza de Artillería.
Desarrollo
Se alega que fue una de las calles por donde comenzó a extenderse la ciudad hacia el norte, porque llevaba hacia el Torreón de la Caleta o de San Lázaro, donde un vigía acechaba la llegada de corsarios y piratas. La calle llegaba muy próxima al litoral donde rompían las olas de la bahía en épocas remotas. En su recorrido se levantaron importantes construcciones religiosas, como la Iglesia de San Agustín, la del Espíritu Santo, y la de la Merced. Con el paso de los siglos su recorrido es muestra fehaciente de los estilos constructivos de diferentes épocas y los más variados géneros: religiosos, civiles y como es lógico la tipología doméstica en todas sus características.
Instituciones
- Hotel Palacio O Farrill. (Calle Cuba Números. 102-108 esquina a Chacón). El majestuoso palacio, fue la antigua residencia de D. José Ricardo O Farrill y O Daly, fundador de una de las familias más pudientes y acaudaladas de la nobleza habanera en la época colonial. Su familia procedía de Irlanda y D. Ricardo llega a La Habana a principios del siglo XVIII. Fue un rico comerciante que se vinculó estrechamente al tráfico de esclavos, siendo propietario además de varios ingenios azucareros. Se le atribuye la fundación de la familia O Reilly, destacada en la administración, la economía y el desarrollo cultural del país.
Posterior a los O Farrill, tuvieron sede en dicha mansión, varias instituciones prestigiosas como fueron: el Registro de Propiedad, el Tribunal Supremo y su Fiscalía, la Secretaría de Justicia, el Colegio de Abogados y finalmente el Fondo Especial de Obras Públicas, sección de la Secretaría de Hacienda encargada del registro de vehículos automotores cuyas oficinas radicaron allí hasta después de 1959. El edificio sufrió transformaciones en su arquitectura durante el siglo XX, que completan la imagen que tiene en la actualidad.
El Hotel brinda un servicio profesional y personalizado a sus visitantes. En su interior el patio acogedor y el antiguo aljibe, se ven protegidos por un lucernario que le otorga un ambiente excepcional. La inclusión de los siglos XVIII, XIX y XX en los elementos arquitectónicos y la decoración de cada uno de sus tres niveles respectivamente, producen un excepcional efecto de historia y modernidad en los visitantes, los cuales disfrutarán la experiencia única de vivir tres siglos en un instante.
- ESICUBA antiguo Banco de La Habana. Cuba No 74 entre Obispo y Obrapía. La historia de este inmueble, obtenida del Registro de sus propietarios, se remonta a la segunda mitad del siglo XIX. Era entonces la casa No. 74, propiedad de la familia Pedroso. En 1883 es comprada por el banquero Joaquín María Borges y Gastelamendy y en 1906 es vendida por Antonio Hermógenes Bermúdez al señor Sebastián Gelabert, Director y Gerente de la Sociedad Anónima Banco de La Habana, en representación de su presidente Carlos Zaldo, fundador de la institución. En 1913 el señor Gelabert, con el objetivo de levantar una nueva sede para oficinas del Banco, compró la casa No. 72, y dos años más tarde, en 1915, quedaron refundidas ambas en el edificio Banco de La Habana.
En 1962 fue beca de los alfabetizadotes que quisieron especializarse en tornería, prensadores y electricistas, entre otros oficios que la política de la nueva Revolución ponía en manos de los jóvenes. En 1965 pasó a ser Taller de Refrigeración y dibujo de la Escuela Frank País y a partir de 1975 se utilizó como local del INDER, practicándose aquí diferentes deportes hasta 1983 que pasa al Comité Estatal de Finanzas (CEF) y un año más tarde el antiguo edificio del Banco de La Habana fue asignado por el CEF a ESICUBA. Fue restaurado en 1988 con el fin de preservar el inmueble con su fisonomía original. Recientemente fue objeto de otra intervención que, si bien no le devuelve el otrora esplendor al Banco de La Habana, al menos permite apreciar sus altos valores artísticos y arquitectónicos.
- Hotel San Miguel antigua residencia de Antonio San Miguel, Cuba 52 e/ Cuarteles y Peña Pobre, devenida en hotel desde el 2001.
- Iglesia Nuestra Señora de la Merced situada entre la calle Merced y Leonor Pérez, este templo se levantó frente a una plazuela que permite apreciar su imponente fachada, la cual remeda elementos del barroco donde se destaca su puerta principal de arco abocinado y un nicho central. Consta de tres naves separadas por arcadas de medio punto, profusamente decoradas. Al final de las naves laterales hay dos capillas, una dedicada a la Virgen de Lourdes y la otra dedicada al Espíritu Santo, en ambas resalta sus valores artísticos. La Capilla de Lourdes, inaugurada en 1876, está decorada con pinturas murales de Chartrand y Melero, notables pintores cubanos del siglo XIX. Su convento anexo, accesible como el templo, llama la atención por la belleza de su patio claustral, entre arcadas altas de medio punto, esculturas, plantas ornamentales y robustos árboles.


