Concilio ecuménico
Un concilio ecuménico es una asamblea celebrada por la Iglesia católica con carácter general donde se convoca a los obispos y superiores generales de órdenes religiosas, para tratar cuestiones sobre la doctrina y de disciplina eclesiástica[1][2]. Fueron convocados originariamente por los emperadores Bizantinos.
El término concilio proviene del latín concilium[2], que significa "asamblea" o "congreso". Ecuménico, proviene del latín concilĭum, traducción a su vez del griego οἰκουμένoν (oikoumene), que significa (mundo) habitado.
Los concilios ecuménicos se numeran del I al XXI, y se dividen en dos grupos: griegos y latinos, según hayan tenido lugar en Oriente u Occidente. Los concilios griegos fueron convocados por los emperadores de la época que, generalmente, los presidieron. Los concilios latinos fueron convocados por los papas. Los concilios de la Iglesia Católica Romana, deben ser convocados por el Papa y presididos por él o por un delegado suyo, y en ellos habrá de estar representada una mayoría de los obispos de las provincias eclesiásticas. Para la validez de sus acuerdos es preciso, como condición sine qua non, la sanción del Sumo Pontífice Romano.
Referencias
- ↑ Concepto de concilio ecuménico. Consultado el 30 de julio de 2012.
- ↑ 2,0 2,1 Significado de la palabra concilio según el Diccionario de la Real Academia Española en su Vigésima segunda edición. Consultado el 30 de julio de 2012.

