Dromedario
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El dromedario o camello arábigo (Camelus dromedarius)
Historia y distribución
Los dromedarios son originarios de la península Arábiga, aunque han sido introducidos por el hombre en dicímiles lugares. A modo de ejemplo se pueden citar los camellos del Sáhara, introducidos por primera vez en la época romana, y los de Australia, que llegaron allí durante las exploraciones inglesas del siglo XVIII, a partir de ejemplares transportados desde las Islas Canarias.
El uso de este animal como motor de trabajo en las tareas agrícolas ha sido común en dicho archipiélago hasta la reciente industrialización, generándose términos propios como guelfo, para definir a la cría del dromedario.
Se preservan numerosas referencias literarias, epigráficas y papirológicas de la presencia de los dromedarii en los ejércitos romanos, y se estima que la primera unidad que contó con ellos se formó en época del emperador Trajano,3 aunque los propios romanos conocían su uso por parte de aliados y enemigos desde hacía mucho tiempo.
Alimentación
El dromedario se alimenta exclusivamente de vegetales y es muy fácil de contentar en ese aspecto. Pasa semanas enteras comiendo la hierba más dura y seca del desierto y, en casos de extrema necesidad, consigue matar el hambre tragando un viejo cesto o una estera de hojas de palma. Es verdaderamente extraño el hecho de que las espinas y los pinchos más agudos no hieran su boca; muchas veces se ha visto dromedarios que tragaban ramas de acacia totalmente cubiertas de espinas lo bastante duras como para traspasar de lado a lado la suela de los zapatos.
Cuando el dromedario se alimenta de vegetales jugosos, puede estar semanas enteras sin beber agua. Ello se debe, en parte, a la especial disposición de su estómago, cuyos dos primeros compartimentos tienen grandes celdas que se pueden considerar como verdaderos depósitos de agua.
Los dromedarios del desierto, acostumbrados desde pequeños a beber cada cuatro o seis días y a alimentarse de plantas secas, son mucho más aptos para los largos viajes que los originarios de los países más fértiles, donde no padecen hambre ni sed.

