El Tulipán Negro (novela)

Revisión del 07:10 29 oct 2011 de Lizandravert1 jc.cmg (discusión | contribuciones) (Página creada con '{{Ficha Libro |nombre= El tulipán negro |nombre original= |portada= |tamaño= |descripción= |autor(es)= Alexandre Dumas |editorial= |coleccion= |genero=Novela histórica,...')
El tulipán negro
Información sobre la plantilla
Autor(a)(es)(as)Alexandre Dumas
GéneroNovela histórica, Folletín
PaísBandera de Francia Francia

El tulipán negro (La tulipe noire) es una novela histórica del escritor francés Alejandro Dumas, publicada originalmente en tres volúmenes durante 1850.

La narración comienza en 1672 con un hecho histórico: el linchamiento del primer ministro holandés Johann de Witt y su hermano Cornelis, por parte de una turba que, al parecer, estaba en desacuerdo con sus políticas de estado. Este fue uno de los capítulos más nefastos de la historia holandesa, cuestión que Alejandro Dumas describe con enorme intensidad dramática; tal vez demasiada.


La trama

El tulipán negro se establece en los once meses posteriores al asesinato: En la ciudad de Haarlem se realiza una especie de concurso, cuyo premio es otorgado a quien pueda cultivar un tulipán negro. Los mejores jardineros del país se hacen presentes. Entre ellos está el joven burgués Cornelius Van Baerle, quien momentos antes de obtener el ansiado tulipán -y el premio- súbitamente es arrojado a prisión, donde conoce a una muchacha, Rosa. Juntos y ensombrecidos por los muros de la cárcel llegan a descubrir algunos detalles que, por respeto, dejamos en manos de don Alejandro Dumas.

Personajes

Los señores de Witt Representan a los gobernantes nobles y esforzados que dedican su vida al pueblo. Terminan como mártires y así se sienten

ellos. Son valerosos y

orgullosos y no se doblegan ni a las puertas de la muerte.

Cornelius van Baerle Joven culto, ha estudiado medicina, arte

y botánica. Su

dedicación a esta última ciencia le ha hecho apartarse del contacto

con el mundo y

reacciona con gran inge- nuidad ante los problemas en los que se

ve envuelto.

Rosa Joven hermosa y buena que se comporta

con generosidad. Es sagaz e

inteligente. Muestra un gran espíritu de sacrificio,

pero también es capaz

de sentir el aguijón de los celos.

Boxtel Este pobre tulipanero, cuya mente se ve

cegada por su fracaso,

será la causa de to- dos los males de Cornelio. Se va envileciendo cada vez más, siendo capaz de cometer cualquier crimen para satisfacer

sus deseos de venganza y

su codicia.

Guillermo de Orange El favorito del pueblo es descrito como

un hombre cruel que

ejecuta sus crímenes calladamente ocultándolos bajo una

máscara

de compasión y de incapacidad

para impedir que se cometan

tropelías.

Índice

Capítulo I: Un pueblo agradecido Capítulo II: Los dos hermanos Capítulo III: El discípulo de Jean De Witt Capítulo IV: Los asesinos Capítulo V: El aficionado a los tulipanes y su vecino Capítulo VI: El odio de un tulipanero Capítulo VII: El hombre feliz entabla conocimiento con la desgracia Capítulo VIII: Una desaparición Capítulo IX: La habitación familiar Capítulo X: La hija del carcelero Capítulo XI: El testamento de Cornelius Van Baerle Capítulo XII: La ejecución Capítulo XIII: Lo que ocurría durante ese tiempo en el alma de un espectador Capítulo XIV: Los palomos de Dordrecht Capítulo XV: El postigo Capítulo XVI: Maestro y alumna Capítulo XVII: El primer bulbo Capítulo XVIII: El enamorado de Rosa Capítulo XIX: La mujer y la flor Capítulo XX: Lo que había ocurrido durante esos ocho días Capítulo XXI: El segundo bulbo Capítulo XXII: La floración Capítulo XXIII: El envidioso Capítulo XXIV: En el que el tulipán negro cambia de dueño Capítulo XXV: El presidente Van Systens Capítulo XXVI: Un miembro de la sociedad hortícola Capítulo XXVII: El tercer bulbo Capítulo XXVIII: La canción de las flores Capítulo XXIX: En donde Van Baerle, antes de abandonar Loevestein, arregla sus cuentas con Gryphus Capítulo XXX: En el que se comienza a imaginar cuál era el suplicio reservado a Cornelius Van Baerle Capítulo XXXI: Haarlem Capítulo XXXII: El último ruego Capítulo XXXIII: Conclusión

Fuente