El libro de los cinco anillos
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El Libro de los Cinco Anillos es uno de los textos más importantes sobre la lucha y la estrategia surgido de la cultura guerrera japonesa. Escrito originalmente no sólo para los hombres de armas, pretende explícita-mente simbolizar procesos de lucha y de maestría en todos los campos e intereses de la vida.
Sumario
libro de los Cinco Anillos y Musashi Miyamoto
El surgimiento y el fortalecimiento de la clase samurai en Japón en dos términos utilizados para referirse a sus miembros: samurai y bushi. La palabra samurai procede del verbo japonés saburau, que significa "servir como ayudante". La palabra bushi es una palabra chino-japonesa que significa "pequeña aristocracia armada". La palabra samurai fue utilizada por otras clases sociales, mientras que los guerreros se llamaban a sí mismos mediante el término más digno bushi.
El Japón de la Era Tokugawa fue dividido en más de doscientas baronías, que fueron clasificadas según su relación con el clan Tokugawa. Los barones eran controlados por ciertos métodos, que incluían la regulación del matrimonio y de las herencias, el intercambio de territorios y un elaborado sistema de rehenes. Las baronías fueron obligadas a minimizar sus contingentes de guerreros, lo cual produjo que un gran número de samurais quedasen sin empleo, y fueron conocidos como ronin, u hombres errantes.
Muchos de los samurais privados de sus derechos se hicieron maestros de escuela, médicos o sacerdotes. Algunos más continuaron practicando las tradiciones marciales y enseñándolas a otros. Algunos más se convirtieron en bandidos y criminales, hasta llegar a ser posteriormente uno de los problemas sociales más graves de la última parte del periodo Tokugawa. Algunas características de El Libro de los Cinco Anillos provienen del hecho de que Musashi Miyamoto fue un samurai sin señor y siguió una carrera como duelista y como maestro independiente de artes marciales. Titulado con más propiedad El Libro de las Cinco Esferas, la obra de Musashi Miyamoto está dedicada a la guerra como una empresa puramente pragmática. Musashi censura la teatralidad vacía y la comercialización de las artes marciales, centrando la atención en la psicología y los movimientos físicos del asalto letal y de la victoria decisiva como esencia de la guerra. Su enfoque científicamente agresivo y absolutamente rudo de la ciencia militar, aunque no es universal entre los practicantes de artes marciales japonesas, representa una caracterización altamente concentrada de un tipo particular de guerreros samurais.
Aunque alrededor de sus espectaculares hazañas se formó una gran leyenda, poco se sabe con certeza de la vida de Musashi Miyamoto. Lo que él cuenta de sí mismo en El Libro de los Cinco Anillos constituye la principal fuente de información histórica. Mató a un hombre por primera vez a los trece años, y por última vez cuando tenía veintinueve. En algún momento abandonó aparentemente la utilización del "verdadero sable", pero continuó infligiendo heridas mortales a sus adversarios hasta el final de su carrera guerrera.
Musashi pasó las tres últimas décadas de su vida perfeccionando y enseñando su ciencia militar. Se dice que nunca se peinó, tomó un baño, se casó, construyó una casa ni crió ningún hijo. Aunque también se instruyó en las artes marciales, como recomienda hacer a todo el mundo, el mismo Musashi siguió básicamente un camino ascético de guerrero hasta el final.
Nacido en la lucha, educado en el combate mortal, testigo en definitiva de una transición hacia una política de tiempos de paz en una escala sin precedentes en la historia de su nación, Musashi Miyamoto abandonó una vida ordinaria para ejemplificar y transmitir los elementos esenciales de las antiguas tradiciones marciales y estratégicas.
El primero de estos principios básicos es mantenerse internamente tranquilo y claro, incluso en medio del caos violento; el segundo es no olvidar la posibilidad del desorden en tiempos de orden. Como guerrero de dos mundos muy diferentes, un mundo de guerra y un mundo de paz, Musashi se vio obligado a practicar ambos aspectos fundamentales de la vía del guerrero de una forma intensa, añadiendo a su trabajo una decisión y una velocidad que difícilmente pueden ser superadas.
Desde que los samurais tomaron el poder en Japón, siglos antes de que Musashi naciera, los budistas habían estado intentando civilizar y educar a los guerreros. Esto no significa que la casta samurai en general lograra ser imbuida de la iluminación budista, o ni tan siquiera del espíritu budista. Una de las principales razones de esto fue que los budistas habían estado ocupados, no sólo intentado civilizar a los samurais, sino también intentando clarificarse y solventar sus propias contradicciones. El budismo estaba muy ocupado en las tareas de enterrar a los muertos, acoger y educar a los muchos niños huérfanos producidos por la guerra, la pobreza, o que eran abandonados por ser hijos ilegítimos, y en dar refugio a las viudas abandonadas o que sufrían abusos.
El dominio prolongado del Japón por la casta guerrera fue una anomalía en los asuntos humanos, como queda reflejado por su discordancia con los ideales nativos japoneses y en general con las ideas sociopolíticas de Extremo Oriente. Por la forma en que se estableció el gobierno militar por medio de la fuerza, éste quedó destinado a adecuar los ideales sociales y filosóficos tradicionales que decía profesar.
El Manuscrito de la Tierra
Las artes marciales son la forma de vida del guerrero. Especialmente los oficiales deberían practicar estas artes, y los soldados deben también conocer esta forma de vida. En la actualidad no existen guerreros con un cierto conocimiento de la vía de las artes marciales. Antes de nada, pongamos un ejemplo sobre lo que es una forma de vida. El budismo es una vía para ayudar a la gente; el confucianismo es una vía para reformar la cultura. Para el médico, curar es una forma de vida; un poeta enseña el arte de la poesía.
Otras personas se dedican a predecir el futuro, al tiro al arco o a otras diversas artes o disciplinas. Las personas practican las vías a las que se sienten inclinadas y desarrollan sus preferencias individuales. Pocas personas son aficionadas a la vía marcial de la vida. Ante todo, la vía de los guerreros significa familiaridad con las artes culturales y marciales.
Aunque sean torpes en ellas, los guerreros deben fortalecer personalmente sus propias artes marciales tanto como puedan sus propias circunstancias.
La gente piensa normalmente que todos los guerreros reflexionan sobre el hecho de estar preparados para morir. En lo que se refiere a la vía de la muerte, ésta no se limita a los guerreros. Los monjes mendicantes, las mujeres, los campesinos, e incluso aquellos que pertenecen a las clases que están por debajo de ellos, conocen su obligación, se avergüenzan de descuidarla y se resignan a la muerte; en esto no hay ninguna distinción. La vía marcial de vida practicada por los guerreros se basa en superar a los demás en todo y en cualquier cosa.
Ya sea mediante la victoria en un duelo individual, o ganando una batalla frente a varias personas, uno piensa en servir a los intereses de quien lo emplea, en servir los propios intereses, en llegar a ser bien conocido y en estar socialmente establecido. Todo ello es posible mediante el poder de las artes marciales. Sin embargo, habrá personas en el mundo que piensen que aunque uno aprenda las artes marciales, no le servirán de nada cuando surja una necesidad real. A este respecto, la verdadera ciencia de las artes marciales significa practicarlas de tal forma que sean útiles en cualquier ocasión, y enseñarlas de tal forma que sean útiles en todos los caminos.
La ciencia de las artes marciales
En China y en Japón, los practicantes de estas ciencias han sido tradicionalmente llamados maestros de las artes marciales. Los guerreros no pueden dispensarse de aprender esta ciencia. Las personas que viven de las artes marciales en la actualidad sólo se ciñen a la esgrima. Los sacerdotes de los templos Kashima y Kantori, de la provincia de Hitachi, han fundado este tipo de escuelas, afirmando que sus enseñanzas han sido transmitidas por los dioses, y viajan de provincia en provincia transmitiendo a la gente sus enseñanzas; pero esto es realmente un fenómeno reciente.
Entre las artes y disciplinas de las que se habla desde la Antigüedad, el denominado arte de la ventaja ha sido incluido como una disciplina; así, una vez que hablamos del arte de la ventaja, no puede limitarse llegar a ser sólo la esgrima. Incluso la misma esgrima difícilmente puede ser conocida, si se consideran únicamente cómo ganar sólo mediante el arte del sable; está fuera de cuestión que sea posible alcanzar el dominio de la ciencia militar de este modo.
Cuando miro a la sociedad, veo que la gente convierte las artes en ganancias comerciales; se considera sí misma como mercancía e incluso lleva a cabo mejoras como si fuera un objeto de comercio. Distinguiendo lo superficial y lo sustancial, encuentro que esta actitud tiene menos realidad que la decoración.
El campo de las artes marciales abunda particularmente de esgrimas victoriosas, con popularización comercial y aprovechamiento por parte de aquellos que enseñan la ciencia y de aquellos que la estudian. La consecuencia de esto es que, como alguien ha dicho, "las artes marciales de aficionados son origen de graves heridas". Hablando de forma general, existen cuatro formas de vida: la forma de vida del caballero, la del campesino, la del artesano y la del comerciante. En primer lugar, está la forma de vida del campesino. Los campesinos preparan todo tipo de herramientas agrícolas y pasan años prestando constantemente atención a los cambios de las cuatro estaciones. Ésta es la forma de vivir del campesino. En segundo lugar, está la forma de vida del comerciante. Quienes elaboran licor obtienen los diversos utensilios requeridos y viven de los beneficios que obtienen según la calidad de lo que producen. Cualquiera que sea el negocio al que se dediquen, los comerciantes viven de los negocios que ganan conforme a su posición particular. Ésta es la forma de vivir del comerciante.
En tercer lugar, en lo que se respecta al caballero guerrero, esta vía implica construir toda clase de armas y comprender sus diversas propiedades. Esto es algo imperativo para los guerreros; ignorar la maestría de las armas y la comprensión de las ventajas específicas de cada una de ellas sería indicar una falta de cultura de un miembro de una casa guerrera.
En cuarto lugar, está la forma de vida del artesano. Si se toma como ejemplo la forma de vida del carpintero, ésta implica la fabricación habilidosa de toda clase de herramientas, saber cómo utilizar cada una de ellas con pericia, dibujar correctamente los planos sirviéndose de la escuadra y de la regla y vivir mediante una práctica diligente de sus técnicas.
Éstas son las cuatro formas de vida: de los caballeros, los campesinos, los artesanos y los comerciantes. Descubrirá la ciencia de las artes marciales comparándola con la disciplina del carpintero.
El carpintero se utiliza como una metáfora con referencia al concepto de casa. Hablamos de casas aristocráticas, casas militares y casa de las artes; decimos que una casa se derrumba o que una casa se mantiene; y también hablamos de tal o cual tradición, estilo o "casa". Por ello, como utilizamos la expresión "casa", he empleado la disciplina del maestro carpintero como metáfora.
La ciencia de las artes marciales
En términos de carpintería, los soldados afilan sus herramientas, fabrican diversos utensilios útiles y los guardan en sus cajas respectivas. Con las instrucciones del maestro carpintero, tallan las columnas y las vigas con hachas, cepillan los suelos y las repisas con garlopas e incluso esculpen enrejados y bajorrelieves. Asegurándose de que las medidas son correctas, hacen lo necesario para que las tareas se ejecuten de una manera eficaz; ésta es la norma de la carpintería. Cuando uno ha desarrollado el conocimiento práctico de todas las capacidades de esta técnica, puede más adelante convertirse en maestro carpintero. Para los carpinteros, un hábito esencial es tener afiladas sus herramientas y mantenerlas a punto. Corresponde al carpintero utilizar dichas herramientas con maestría, haciendo incluso objetos como templos en miniatura, estanterías, mesas, pies de lámpara, planchas para cortar tapaderas. Ser un soldado es igual. Debería reflexionarse sobre esto atentamente. Los logros que un carpintero debe realizar consisten en evitar las sinuosidades, hacer que las junturas ajusten bien entre ellas, una planificación experta, evitar las raspaduras y cuidar que no haya deformaciones posteriores.
La amplia escala es fácil de ver, la pequeña escala es difícil de ver. Para ser concreto, es imposible invertir la dirección de un gran grupo de personas de una vez, mientras que la pequeña escala es difícil de conocer, porque en el caso de un individuo existe sola una voluntad implicada y pueden hacerse cambios rápidamente. Esto debe de ser considerado cuidadosamente.
Como los asuntos de este Manuscrito del Fuego son cosas que suceden en un instante, en las artes marciales es esencial practicar diariamente para lograr familiarizarse con ellas, tratándolas como asuntos ordinarios, de forma que la mente permanezca inmutable. -Escribo sobre la lucha en la batalla en este Manuscrito del Fuego.-
En la práctica de cada forma de vida y de cualquier trabajo, existe un estado de mente del que se dice que está desviado. Aunque os esforcéis diligentemente en vuestro propio camino día tras día, si su corazón no está de acuerdo con él, aunque piense que estas en el buen camino, desde el punto de vista de la justicia y de la verdad, no es un auténtico camino. Si no sigues un auténtico camino hasta el final, una pequeña maldad al principio se convierte en una gran perversión.
El mundo considera que las artes marciales consisten sólo en la esgrima. En lo que respecta a los principios y tácticas de las artes marciales, esto no es así en absoluto.
- "Escuela de los Dos Sables"
Antiguamente éstos se llamaban tachi y katana, o el gran sable y el sable; actualmente se llaman katana y wakizashi; o sable y arma que se lleva al costado. No es necesaria una exposición detallada de los motivos de los guerreros de llevar dos sables. En Japón, la costumbre de los guerreros es llevarlos a ambos lados, tanto si se sabe manejarlos como si no. He llamado a nuestra escuela, Escuela de los Dos Sables, para señalar las ventajas de llevar los dos sables.
En cuanto a la lanza, la alabarda y otras armas, se consideran parte del equipo del guerrero.
En nuestra escuela, lo principal para los principiantes es practicar la ciencia de empuñar los sables, el largo en una mano y el corto en la otra. Cuando la vida de uno está en peligro, se desea utilizar todas las armas de que disponemos. Ningún guerrero querrá morir teniendo sus sables enfundados; sin embargo, cuando se sostiene algo en cada mano, es difícil esgrimir con la misma libertad la izquierda y la derecha; mi objetivo es que os acostumbréis a manejar el sable largo con una mano.
Con armas largas como la lanza y la alabarda, no existe ninguna elección; pero el sable largo y el corto son armas que pueden ser manejadas con una mano.
El problema de manejar un sable largo con ambas manos es que no es fácil hacerlo a caballo, y no es adecuado cuando se corre precipitadamente, es difícil en un terreno pantanoso, en campos embarrados, planicies pedregosas, caminos frecuentados o lugares abarrotados.
Cuando se tiene un arco o una espada en la mano izquierda, o cualquier otra arma que se esté manejando, se puede empuñar el sable largo con una sola mano; por ello, manejar el sable largo con ambas manos no es la auténtica vía.
Cuando es imposible golpear a muerte utilizando una sola mano, utilizad entonces las dos manos para hacerlo. Esto no debería exigir un gran esfuerzo. La Escuela de los Dos Sables es un método para aprender a manejar el sable largo con una mano; su objetivo es acostumbrar primero a las personas a manejar el sable largo con una sola mano.
El sable largo le parece pesado e inmanejable a todo el mundo al principio, pero cualquier cosa es así cuando se empieza: el arco es difícil de tensar, y es duro de empuñar la alabarda. En cualquier caso, cuando os familiarizáis con cada arma, os volvéis más fuertes con el arco y adquirís la capacidad de manejar el sable largo. Así pues, cuando alcanzáis el poder del método, se hace fácil de manejar.

