Combate de Ceja de Bonilla (1868)

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Bonilla (Ceja de Bonilla). Sinónimo de patriotismo.

Combate en Ceja de Bonilla

El 28 de noviembre de 1868, fuerzas patrióticas camagüeyanas alzadas en armas contra España a principio de ese mes y cuyo jefe era el General Augusto Arango, combatieron en este sitio ubicado a unos 27 Km. al NE de Puerto Príncipe (Camagüey) contra una columna de unos 800 efectivos y artillería que, dirigida por el conde Valmaseda, se dirigía a Nuevitas por tren. Los cubanos no pasaban de 150 hombres, armados con escopetas y armas cortas, y sin ninguna preparación militar. El jefe cubano ordenó preparar la emboscada en la noche del 27, pues había sido previamente informado de la proximidad del enemigo. Alrededor de las 10:00 horas apareció en la distancia el tren español y los insurrectos se preparan para el ataque, el cual debía resultar una sorpresa para las tropas coloniales; pero un disparo escapado puso sobre aviso al adversario y precipitó el combate. Las tropas españolas comenzaron a bajar del tren y a despejarse en guerrilla en las inmediaciones del puente por donde cruza la vía ferra.

La artillería entra en acción

Su artillería entró en acción lanzando más de 20 proyectiles con metrallas contra las filas insurrectas; estas se mantuvieron en las posiciones ocupadas respondiendo con el fuego de su escaso e inferior armamento y ahorrando todo lo posible las pocas municiones con que contaban. En estas condiciones el combate se prolongó por espacio de unas tres horas.

Avance por tierra de la columna española

La vanguardia de la columna española prosiguió el avance por tierra y logró salir del área de alcance de las armas insurrectas; pero entonces el fuego de estas se concentró en la retaguardia en los momentos en que el tren, que había quedado atrás, llegaba al lugar de acción. En esta última etapa se causó al adversario el mayor número de bajas, aunque finalmente Valmaseda pudo salir del combate y proseguir su avance. El tren que dejaron abandonado fue destruido, así como obstaculizada la vía férrea.

Bajas españolas y cubanas

En el campo quedaron 12 muertos españoles y se supo que los heridos pasaban de 50. Por los cubanos solo hubo 2 heridos. En el combate participó de forma destacada Ignacio Agramonte.

Fuente:

  • Colectivo de autores. Diccionario Enciclopédico de la Historia Militar de Cuba Tomo II._Ediciones Verde Olivo: Ciudad de La Habana, 2004.