Sirena de Niebla
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La sirena de niebla. Útil instrumento creado para orientar a los buques cuando se encuentran navegando en sonas de densa niebla, el cual ha evitado fatales catástrofes en ese medio.
Hay una extraña historia detrás del poderoso y algunas veces inexplicable sonido de precaución de la sirena de niebla. Este sonido, que desde su invención ha sido oído por marinos que navegan los acéanos, lagos y ríos y por aquellos quienes viven dentro del alcance de oído de ese sonido en aguas navegables cubiertas de niebla.
Sumario
Su creador.
El inventor de la sirena de niebla fue un canadiense de Saint John, New Brunswich, Canada. Su nombre fue Roberts Foulís. A Foulis le había dado mucho que pensar la niebla y sus peligros. La opinión pública se había alarmado desde que el desastre de un vapor en la Bahía de Saint John, que fue la culminación de una serie de tragedias marítimas, siendo la niebla la mayor de las causas. Varios sonidos de precaución incluyendo campanas y cañones fueron experimentados a bordo de los barcos y en los faros pero la niebla parecía tener la habilidad de confundir para apagar esos sonidos.
Cómo surge el descubrimiento.
Robert Foulis era un maestro de música y en una noche de niebla en 1854 y cuando se aproximaba a su casa fue oyendo atentamente las notas de un piano; esas notas eran las del piano de su hija en su hora de prácticas pero estaba sorprendido que no parecía que el sonido venía de la brumosa dirección de su casa. Así como Foulis se aproximaba a su casa comenzó a oir desvanecerse o perderse la música que su hija estaba tocando en el piano. Pero una cosa lo desconcertó: su hija parecía estar tocando en una sola nota. Todo lo que él pudo oir fue una nota profunda, penetrante en la baja. A intervalos irregulares esta nota podía infiltrarse a través de la niebla.
Foulis caminó, se paró y oyó. Un poco más caminó y se paró otra vez. Ahora él podía oír otras notas que estaba tocando. Fue capaz de reconocer la pieza que él le había dicho a su hija que practicara. Entonces se le ocurrió una gran idea. Excitado corrió a su casa, entró en el cuarto de música e instruyó a su hija: “Toca en la escala baja y mantente repitiéndola suavemente”. Ella obedeció y Robert Foulis con el reloj en la mano apresurado regresó dentro de la niebla. El no pudo oír algunas de las notas altas. Probó a 200 pasos, 500 y 1,000. pocas notas podían filtrarse a través de la niebla pero finalmente – una nota – aquella misma nota baja, fue audible. Foulis apresuradamente regresó a la casa. Estaba convencido de haber hecho un importante descubrimiento, pero nadie más pensó que ese descubrimiento era importante. El maestro de música con la idea que él clamaba que podía vencer a la niebla para seguridad de los marinos, fue motivo de risas y que era propaganda para que se destacara su música.
Lo arduo de la creación.
Foulis pasó muchas horas en su taller experimentando con un extraño aparato. Este era una pequeña caldera con un silbato o pito adherido el cual permitía o le proporcionaba a él reproducir la nota grave del piano de su hija, penetrante de la niebla. Obtuvo permiso para colocar su aparato en Partrigde Island cerca de la entrada de la bahía de Saint John y le pagó a un hombre para que permaneciera y mantuviera el vapor en la caldera. Entonces Robert Foulis esperó a que viniera la niebla.
Tres semanas pasaron y pareció que la suerte no le acompañaba a él y a su maáquina penetrante de la niebla. Y en una noche sombría, la niebla volvió con fuerza. La navegación fue imposible, Foulis, ansioso trató de llegar a Partridge Island para ver si su nueva sirena de niebla estaba trabajando y se encontró que estaba aislado y confinado en su casa y no podía trasladarse a través del canal. Desesperado abrió completamente la ventana de su cuarto y atentamente trataba de oir. Repentinamente una gran nota retumbante se escuchó a través de la ciudad y más allá aún. La profunda vibración retumbó irresistible sobre el mar, y Foulis cerró sus ojos en oración de gracias.
Su invención fue un tremendo suceso y agradecidos marinos de todas partes del mundo llevaron a sus puertos, la noticia de este gran beneficio a la humanidad. Pronto el mundo entero adoptó la sirena de vapor y fue fervientemente bendecido su inventor. Hoy, bajo favorable circunstancias, modernas sirenas de vapor pueden ser oídas entre 20 a 30 millas mar afuera. Mecánicamente operada, la porción sónica de una sirena de niebla consiste de dos cilindros, uno de los cuales se mueve sobre el otro. Ambos cilindros tienen un número de perforaciones las cuales periódicamente coinciden durante la rotación, así que los hoyos superiores van sobre los inferiores.
Funcionamiento de la sirena.
Cuando el aire comprimido o el vapor es forzado a través de los hoyos del cilindro superior, en el momento, cuando los hoyos con el cilindro bajo coinciden, el aire fija una rápida vibración. El resultado es una fuerte y grave nota la cual es concentrada y emitida en la requerida dirección, por una gran bocina o una campana sobre el tubo. Las partes movientes de la sirena de niebla son movidas por un motor eléctrico o por aire comprimido.
Aunque otras varias clases de sirena de niebla han sido usadas para prevenir a los barcos de peligros durante la niebla, la invención de Foulis superó a todas estas, cuando penetró la distancia por el sonido. Campanas fueron probadas intensivamente, así como tambores, gongs, cañones, silbatos de aire comprimidos y silbatos de vapor. Los gongs no son muy poderosos como señales, a menudo fallan de ser oídos a una distancia de un cuarto de milla. Las campanas pueden oírse durante la niebla, a una distancia de unas 3 millas. Los cañones pueden oírse tan lejos como a 10 millas y con una ligera brisa soplando a través del sonido.
Sólo la Sirena de Foulis da a los marinos un ancho margen de tiempo de advertencia durante el cual se pueda fijar un rumbo seguro.
Todos aquellos que navegan por aguas nebulosas lo aludan y también a su lúgubre pero salvador sonido.
Fuente.
Revista Rumbos.
Volumen 1 No. 1 Julio, Agosto 1985

