La leyenda del perro familiar
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Leyenda del Perro Familiar. Mito que se esparció entre los cañaverales argentinos en el que se afirmaba que un perro demoníaco ayudaba a los dueños de estas plantaciones a castigar a aquellos que desobedecían y se enfrentaban al patrón o dueño de esas plantaciones.
Sumario
Historia
Durante el siglo XIX, la industria azucarera experimentó un crecimiento vertiginoso, impulsado por la llegada del ferrocarril a zonas productivas. En ese escenario de expansión acelerada, los ingenios comenzaron a generar fortunas colosales en períodos sorprendentemente cortos.
Tal prosperidad desató la imaginación colectiva, que pronto atribuyó tales riquezas a pactos oscuros con entidades infernales. Se decía que los propietarios habían sellado acuerdos con el Diablo o con criaturas enviadas por él, quienes exigían un tributo humano para asegurar el éxito de cada zafra.
Ese tributo debía ser un trabajador, y la criatura encargada de cobrarlo era conocida como el Familiar: un perro gigantesco, de pelaje negro como la noche, ojos encendidos como brasas y cadenas que resonaban como lamentos metálicos.
Algunos sostenían que el Familiar era simplemente el emisario del Maligno. Otros, más radicales, afirmaban que se trataba del mismísimo Diablo encarnado.
Los accidentes fatales
Era común que en los ingenios ocurrieran accidentes fatales durante las jornadas laborales. No faltaban los casos de obreros que caían en las calderas ardientes o eran atrapados por los engranajes del trapiche. Tales tragedias no se consideraban inusuales. Sin embargo, cuando sucedían, la voz popular aseguraba que el Familiar había salido a saciar su apetito. Y si algún peón desaparecía sin dejar rastro, la explicación era la misma: el perro infernal lo había reclamado.
Lo más inquietante del relato es que los elegidos por la bestia eran, casi siempre, los trabajadores más inconformes, los que desafiaban órdenes, los que alzaban la voz. Una vez que el can los encontraba, jamás se volvía a saber de ellos.
Pacto no renovado, fortuna disipada
Cuando el dueño del ingenio fallecía sin transmitir el secreto del pacto a un sucesor, el Familiar también se desvanecía, pues nadie quedaba para alimentarlo. En consecuencia, la fortuna acumulada comenzaba a disiparse. No obstante, esa pérdida era temporal, ya que el Mal, en sus múltiples manifestaciones, buscaba recuperar el terreno perdido y extender su influencia, beneficiando a unos pocos privilegiados y condenando a la mayoría a la miseria.
Mecanismo de control
La creencia en un acuerdo entre el Diablo y un individuo que se enriquecía de forma abrupta servía como explicación simbólica de la profunda desigualdad social y económica que aplastaba a las clases trabajadoras. Esta narrativa, si se considera como una construcción de los obreros, también funcionaba como un mecanismo de control: el miedo al Familiar reforzaba el poder del patrón, quien se convertía en figura temida y dominante.
En un artículo publicado el 6 de noviembre de 1994 en “El periódico” de San Miguel de Tucumán, el escritor José Augusto Moreno reflexionó:
El ataque del Familiar
Se dice que El Familiar absorbe el alma humana, sobre todo de aquellos que no respetan a su patrón.
Los únicos que lo conocen son aquellos que fueron sus victimas y lograron sobrevivir. No es posible matarlo ni herirlo con el filo de las armas o disparándole; algunos han logrado escapar con vida, mostrándole la cruz que se forma con la empuñadura de un puñal.
Del Mito a la realidad
Cabe entonces preguntarse si aquellos trabajadores que fueron arrebatados por el Familiar no constituyen, en cierto modo, los primeros desaparecidos de la historia argentina. Muchos de ellos eran considerados por el pueblo como personas nobles, mientras que para los capataces y propietarios eran los más incómodos, los que cuestionaban, los que no se doblegaban.
Bibliografía
- Colombres, Adolfo; Scafati ,Luis. Seres mitológicos argentinos. Buenos Aires: Ediciones Colihue SRL. p. 86/88. ISBN 9505634749.
- Forgione, Claudia Alicia. Encuentro Nacional de Docentes Universitarios Católicos, ed. «El Familiar del Diablo en la religiosidad del Pueblo Andino». Argentina.
- Galeano, Eduardo (1986). El siglo del viento. México: Siglo XXI. p. 156. ISBN 968231786X.

