Faustino Oramas Osorio
El Guayabero (Faustino Oramas Osorio): Tresero y compositor. Holguín, Oriente, 4 de junio de 1911-27 de marzo de 2007. Trovador popular, sus rimas están impresas de un sentido picaresco sin igual.
Sumario
Vida
Inició su carrera artística en el Sexteto La Tropical, dirigido por Benigno Mesa. Posteriormente formó su propio grupo integrado por Santana Oramas Osorio, cantante y maracas, y Candito Oramas Batista, bongó. Más tarde se incorporó Misael Pino. Cultiva un son montuno tradicional, que nos recuerda a los primeros soneros de la región donde surgió este género. Su ritmo es sencillo, a base de tres, claves, maracas y su canto picaresco, a veces de doble sentido que, según él, lo pone el que escucha: Yo tengo una perra china / allá en mi casa amarrada / fíjate si es delicada / camina con gasolina. /
El otro día en una esquina / se le paró su carruaje / y un perro que iba de viaje / la enganchó por el rabito / y le llenó el tanquecito / en el último garaje.
Según Pablo Milanés: «
El Guayabero es un genio popular cuyas características muy especiales dentro de la música popular cubana, no pueden clasificarse en una tendencia determinada. Creo que, desgraciadamente, no hay otro como él [...]. Guayabero imprime una ternura especial como pocos, en tanto cultor de la picaresca. Él proyecta como nadie la cubanía de su verso y lo hace con bastante maestría.»
Para el tresero Pancho Amat: «El Guayabero es un juglar popular que canta las anécdotas y sucesos de su entorno y de su tiempo, matizado por el gracejo cubano. Afianza su música en la tradición sonera, la llena de vida. Desde el punto de vista musical, puedo hablar del tresero. Él es un tresero popular de tumbas, que utiliza un diseño melódico rítmico muy reiterado, en cuya célula más elemental radica el sabor cubano. Lo he estudiado con detenimiento, porque a veces se producen cierres en la orquesta que me permiten arrancar con un tumbao que gusta a todo el mundo, le quito o le pongo algo más, pero me inspiro en Faustino Oramas. Sus tumbaos son complejos; para cada número tiene uno distinto, y cuando los tocas levantan la música. Cabe en su pequeño grupo, pero también en formato de orquesta.
En cuanto a la rima, ha sido muy explotada en la música campesina y él la utiliza con acierto, incluso en aquella rima que no completa, pero que insinúa y usted le pone el doble sentido.
Su mérito consiste en haber hallado su raíz, y en su virtuosismo al expresarla. Creo que todo tresero, debe conocer sus “tumbaos”.» Realizó giras por México, donde coincidió con el Festival Cervantino; y en España actuó con el rockero Santiago Auserón, cantante y líder de la banda Radio Futura, y en el café-concierto El Sol.
Este artista, pintoresco si los hay, es muestra de lo que fue —es— el son cubano de todos los tiempos.
Obras
¡Ay, mamá!, Cómo baila Marieta, Cómo vengo este año, En Guayabero, Félix Solano no quiere trabajar, Mañana me voy a Sibanicú, Siempre en la cola, Tumbaíto.
Bibliografía
Félix Contreras. La música cubana. Una cuestión personal. La Habana, Ediciones Unión, 1999. // Evangelina Chió. «Faustino Oramas, El Guayabero: “Santa palabra”». Revolución y Cultura (La Habana) (4): 30-34, abril de 1990. // Leonardo Padura. «El Guayabero». Cuba Internacional (La Habana) (9): 23, septiembre de 1989. // Pere Pons. «El encuentro: flamenco y son». Ajoblanco (Barcelona) (60): 70-72, septiembre de 1994. // Dean Luis Reyes. «Los millones de El Guayabero». Juventud Rebelde (La Habana), 9 de julio de 2002: 6.
Fuente
Radamés Giro. Diccionario Enciclopédico de la Música en Cuba. Editorial Letras Cubanas, La Habana, 2009.

