Calor sensible
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Calor sensible. Cantidad de calor que absorbe o libera un cuerpo sin que en el ocurran cambios en su estado físico. Cuando a un cuerpo se le suministra calor latente en este aumenta la temperatura y por consiguiente el movimiento de sus moléculas como se observa en la imagen.
Sumario
Introducción
Se designa con el nombre de calor (Q) a la energía en tránsito que fluye desde una parte de un sistema a otra o de un sistema a otro, en virtud únicamente de una diferencia de temperatura. En física encontramos definidos varios tipos de calores para una mejor comprensión y entendimiento de los diferentes procesos y fenómenos que ocurren en las sustancias y los cuerpos, así se puede definir el calor sensible, calor latente y el calor específico. Calor sensible es aquel que un cuerpo o sustancia es capaz de absorber o ceder sin que por ello ocurran cambios en su estructura molecular, o sea, en su estado físico. El calor absorbido o cedido depende de la presión que sobre ella se ejerce, tomando como referencia la temperatura de 0o C. A mayor presión, mayor calor sensible y a menor presión, menor calor sensible.
¿Al suministrar calor sensible qué ocurre?
Cuando se calienta una sustancia que tiene una temperatura inferior a su punto de ebullición, absorbe calor y aumenta su temperatura, hasta alcanzar el punto de ebullición correspondiente a la presión a que esté sometida, luego de alcanzado este se detiene el ascenso de la temperatura y cualquier cantidad adicional de calor que se le suministre no aumentará la temperatura. Ejemplo: cuando se calienta agua a presión atmosférica, ésta absorbe calor sensible y su temperatura se eleva progresivamente, hasta que comienza a ebullir, estabilizándose entonces a 100o C. Si el calentamiento ocurre a presión inferior a la atmosférica entonces el agua comenzará a ebullir a temperatura inferior a 100o C, requiriendo para ello menos calor sensible. La cantidad de calor necesaria para calentar o enfriar un cuerpo es directamente proporcional a la masa del cuerpo, la presión a que este sometido y a la diferencia de temperaturas entre el foco frío y caliente.
¿Cómo se calcula?
Para ello resulta imprescindible fijar condiciones para que no ocurran variaciones en los puntos de cambio de estado de las sustancias, por tanto:
A presión constante
Qs = ΔH = mCp(t2 − t1) Donde:
- H es la entalpía del sistema,
- m es la masa del cuerpo,
- Cp es el calor específico a presión constante (definido como la cantidad de calor requerida para aumentar en un grado la temperatura de la unidad de masa de un cuerpo a presión constante),
- t2 es la temperatura final,
- t1 es la temperatura inicial del cuerpo.
A volumen constante
Qs = ΔU = mCv(t2 − t1) Donde:
- Cv es el calor específico a volumen constante,
- U representa la energía interna del sistema.
Los valores de calor específico varían también con la temperatura ambiente y el estado de agregación de las sustancias.
Ver además
Fuentes
- Tecnología Azucarera de la ing. María C. Santibañez.
- Calor específico Calorimetría

