Academia francesa
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La Academia francesa . (en francés: Académie française) es una institución encargada de regular y perfeccionar el idioma francés. Fue fundada en 1635 por el cardenal Richelieu durante el reinado de Luis XIII, lo que la hace una de las instituciones más antiguas de Francia. Se compone de cuarenta miembros elegidos por sus iguales, llamados «los Inmortales». Es la primera de las cinco academias del Instituto de Francia.
Funciones
- La Academia francesa cumple un doble papel:
Velar por la lengua francesa
La primera misión le fue conferida en su origen por sus estatutos. Para llevarla a cabo, la Academia trabajó en el pasado para fijar la lengua y hacer de ella un patrimonio común a todos los franceses y a todos aquellos que practican la lengua francesa. En efecto, el artículo XXIV de los estatutos precisa que «la función principal de la Academia será la de trabajar con todo el cuidado y toda la diligencia posibles para dar unas reglas seguras a nuestra lengua y volverla pura, elocuente y capaz de tratar las artes y las ciencias». En la actualidad, actúa con el fin de mantener las «calidades» y seguir las evoluciones que considera necesarias. La Academia define así el «buen uso». Lo hace a través del Diccionario de la Academia francesa, que fija el uso de la lengua, pero también a través de sus recomendaciones y de su participación en diferentes comisiones de terminología. La Academia francesa se opone a toda mención de las lenguas regionales en la constitución, según una declaración del 12 de junio de 2008, mención que, según los académicos, llevará a Francia a ratificar la Carta Europea de las Lenguas Minoritarias o Regionales.
Mecenazgo
La segunda misión, el mecenazgo, no prevista originariamente, ha sido posible gracias a las donaciones y los legados que le han sido concedidos. La Academia otorga alrededor de sesenta premios literarios al año, de entre los cuales el Gran Premio de literatura de la Academia francesa. El Gran Premio de la Francofonía merece una mención especial; se otorga anualmente desde 1986 y atestigua el interés constante de la Academia por la expansión de la lengua francesa en el mundo. La Academia concede también subvenciones a sociedades literarias o científicas, obras de caridad, ayudas a familias numerosas, a viudas, a personas desfavorecidas, así como un cierto número de becas: Zellidja, Neveux, Corblin, Damade.
Historia
La Academia francesa fue fundada en 1635 por Richelieu. Los estatutos y reglamentos pretendidos por el Cardenal, junto con las cartas patentes firmadas en 1635 por Luis XIII y registradas por el parlamento en 1637, consagraron el carácter oficial de una compañía de doctos, que se habían reunido hasta entonces de manera informal. La misión que le fue asignada desde su origen fue la de fijar la lengua francesa, darle unas normas y hacerla más pura y comprensible para todos. Debe, para ser fiel a ese espíritu, empezar por componer un diccionario. La primera edición del Diccionario de la Academia francesa fue publicado en 1694, las siguientes en 1718, 1740, 1762, 1798, 1835, 1878, 1932–1935, 1992. La novena edición está en proceso de publicación. La Academia celebraba sus sesiones, al principio, en casa de tal o tal miembro, a partir de 1639 en casa del canciller Séguier, desde 1672 en el Louvre y, finalmente, en el Collège Quatre-Nations, convertido en palacio del Instituto de Francia, desde 1805 hasta nuestros días. Durante esos tres siglos y medio de existencia, supo mantener sus instituciones, que funcionaron con regularidad, salvo la interrupción entre 1793 y 1803 durante la Revolución, el Directorio y el Consulado. El cardenal Richelieu se había proclamado protector de la Academia. Tras su muerte, esta protección la asumieron el canciller Séguier, Luis XIV y, tras ellos, todos los reyes y jefes del estado de Francia. La historia de esta primera etapa de la Academia se dio a conocer a través del relato detallado escrito por dos de sus miembros en Histoire de l’Académie française, cuyo primer volumen, aparecido en 1653, es de Paul Pellisson y el segundo, aparecido en 1729, del abad de Olivet.
Estatutos y organización
En virtud de la ley de programa para la investigación (2006), la Academia francesa es una persona jurídica de derecho público con un estatuto particular gestionado por sus miembros en asamblea. Elige a su secretario perpetuo que, como su nombre indica, ejerce hasta su fallecimiento o su dimisión. Esta permanencia le convierte en el personaje más importante de la institución. La asamblea elige igualmente, cada tres meses, un presidente encargado de presidir las sesiones.
Ver también
Fuentes
- Jean-Pol Caput, L'Académie française, coll. « Que sais-je ? », 1986.
- Jacques Véron, « L'Académie Française et la circulation des élites: une approche démographique », Population, 1985, n° 3, pp. 455–471.
- http://ec.aciprensa.com/wiki/Academia_Francesa