La sublime embriaguez del poder
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La sublime embriaguez del poder. Algunos de los asuntos que con acierto maneja el autor de esta novela son las emociones, miedos, estremecimientos y finalmente la emoción causada por lo sublime del poder.
Introducción
Impulsado por una voluntad de omnipotencia que no siempre se identifica como propia, el personaje protagónico se introduce con sorprendente ductilidad en las sensaciones y el deleite que le provocan el señorío y la gloria. Desde un sólido discurso y con un exquisito manejo de la ironía el autor replantea de alguna manera las técnicas de la novela tradicional y despliega su juego con el interlocutor al que en más de una ocasión llama “lector desocupado” y a quién reta a renunciar a la lectura.
Prólogo
Acaso introducción, o mejor advertencia para el buen entendimiento, que se hace al que adquiere la obra, como en los tiempos antiguos, cuando se relataban historias solo para entretener a la gente, que es como debe ser. En fin, capítulo inicial o nota en que se apela al desocupado lector, que es como decir aquel que tiene tiempo suficiente para perderlo leyendo disparates como los que a continuación se ofrecen a sus ojos.
Sobre el Autor
Es graduado Ciencia y literatura Hispánica por la Universidad de La Habana, autor de unos veinte libros relacionados con el lenguaje y la lingüística, ha publicado entre otros: Para Expresarnos Mejor y El Lenguaje de la Medicina, Usos y Abusos. También ha desarrollado una importante labor como traductor, la cual incluye obras del Premio Nobel José Saramago.
Fuente
- Alpízar Castillo, Rodolfo. La sublime embriaguez del poder. La Habana : Editorial Letras Cubanas, 2008