Ñico López

Antonio López
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NombreAntonio López Fernández
Nacimiento2 de octubre de 1932
Marianao, La Habana, Bandera de Cuba Cuba
Fallecimiento7 de diciembre de 1956
Niquero, Granma, Bandera de Cuba Cuba
Causa de la muerteAsesinado
ResidenciaLa Lisa, Bandera de Cuba Cuba
NacionalidadCubana
Conocido porÑico López
Partido políticoJuventud ortodoxa

Antonio (Ñico) López Fernández. Joven revolucionario cubano asesinado durante la tiranía de Fulgencio Batista. Miembro del Movimiento 26 de julio.

Síntesis biográfica

Infancia y juventud

Nació el 2 de octubre de 1932 en el barrio de La Lisa, Marianao, Ciudad de La Habana.

Fue un niño inquieto y generoso. A los 10 años tuvo que dejar la escuela, cursando sólo hasta el tercer grado de la enseñanza primaría, para colaborar con el sostenimiento del hogar.

Realizó múltiples trabajos: venta de billetes de lotería, limpieza de pisos y después laboró con el padre en un camión en el mercado único, consiguió empleo en la tienda El Machetazo, el cual abandonó por inconformidad con el trato que practicaban los dueños con los empleados.

Trayectoria revolucionaria

Cuando se fundó el partido del pueblo cubano (ortodoxo), se incorporó a la juventud ortodoxa con apenas 15 años de edad. Realizó ingentes trabajos en las secciones obreras y estudiantiles de la ortodoxia, oponiéndose siempre a los elementos más conservadores que trataban de ocupar el liderazgo de la organización con posterioridad a la muerte de Chibás. Para enfrentarse a ellos creó una fracción dentro del partido que se denominó Los de Abajo. Después del funesto golpe de Estado de 10 de marzo de 1952 participó en el entierro simbólico de la Constitución del 40, organizado por la FEU en la Universidad de La Habana, del 2 al 6 de abril.

"Ñico", a la extrema izquierda, junto a Fidel, Abel, Tasende, Tizol y otros compañeros, en una finca del interior de La Habana, durante los preparativos para el asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes.

El 1 de mayo de 1952 conoció a Fidel Castro en un acto homenaje a Carlos Rodríguez, quien murió víctima de los golpes recibidos por la policía durante una manifestación de protesta en septiembre de 1951.

Fidel le encomendó la impresión y distribución del boletín El Acusador que el líder de la Generación del Centenario redactaba.

Fue jefe de la célula alrededor de la Plaza del Vapor; Calixto García fue su segundo. Participó en la constitución del las células de Artemisa y Consolación del Sur, en Pinar del Río.

El 27 de noviembre de 1952 participó en la peregrinación de La Punta. Estuvo presente en la protesta donde cayó mortalmente herido Rubén Batista Rubio. El 27 de enero de 1953 tomó parte en el Desfile de Las Antorchas junto a Fidel y los 500 jóvenes organizados. El 28 de enero estuvo también en otra manifestación estudiantil que se enfrentó a la policía.

Foto de Ñico López tomada en Guatemala, en "la tierra del Quetzal", como dice en su dedicatoria a sus familiares, el 28 de enero de 1954. Ese día los exiliados cubanos, encabezados por él, organizaron un acto ante un busto de José Martí para reafirmar su pensamiento martiano.

Durante los preparativos de los ataques a los cuarteles Moncada, en Santiago de Cuba y Carlos Manuel de Céspedes, en Bayamo, Fidel decidió que Raúl Martínez y Ñico fueran al frente de los hombres que atacarían este último.

Al fallar el ataque al cuartel de Bayamo, Ñico logra escapar de la persecución que desatan los esbirros batistianos contra los revolucionarios y tiene que asilarse en la embajada de Guatemala. Parte para ese país, en el que permanece un año antes de viajar a México.

El regreso a Cuba

Al dictarse la amnistía política en marzo de 1955 regresó a Cuba.

Después, emprende la tarea de trabajar en la organización del movimiento 26 de julio. El 12 de noviembre de 1955 se consagró a la organización del Movimiento en zonas de las provincias de Oriente comenzando por Manzanillo.

De su labor y actitud en aquellos años, expresó su amigo y compañero de lucha Raúl Castro:

"(...) basta recordar cómo lo vimos en una oportunidad con doscientos pesos del Movimiento incipiente en los bolsillos y verlo caminar cuadras y cuadras, por ahorrarle los seis centavos del pasaje al Movimiento; basta recordarlo haciendo esos recorridos con sendos agujeros en sus gastados zapatos cubiertos con un cartón, cosas que sabemos por convivir con él no porque las pregonase; basta recordarlo tomándose un café con leche, como único alimento, en cualquier cafetín habanero, al final de cada jornada, a altas horas de la noche, y teniendo en el bolsillo dinero del Movimiento; basta recordarlo emprendiendo dentro de cualquier reunión una crítica firme y fraterna contra todos los errores y debilidades que los demás pudiésemos cometer; y basta recordarlo irreductible, incorruptible, en la postura que mantuvo hasta el día de su muerte (...)".

Era perseguido por los cuerpos represivos de la tiranía, pero su ejemplo y dirección hacía crecer las acciones de las Brigadas Juveniles; con volantes dieron a conocer la consigna lanzada por Fidel de que: "en 1956 seremos libres o mártires".

En México

Más tarde partió hacía México para dedicarse al entrenamiento de los combatientes y a los preparativos de la expedición del yate Granma. Es él quien propicia el encuentro de Fidel con Ernesto Guevara.

Muerte

Fue uno de los expedicionarios del Granma que desembarcó el 2 de diciembre de 1956 por Los Cayuelos, muy cerca de la playa Las Coloradas.

La dispersión sufrida por los expedicionarios lo llevó hasta Boca del Toro, en la costa de la sureña localidad de Niquero, donde el 7 de diciembre de 1956 a consecuencia de una delación, fueron apresados por el teniente Julio Laurent, quien asesinó cobardemente al joven junto con los también expedicionarios Miguel Cabañas, José Smith, Tomás Royo y Cándido González.

Fuentes

  • Trabajadores
  • Cubaminrex
  • Héroes y Mártires de la Revolución. Ñico López 1932-1956. El Orientador Revolucionario, No. 27. Editado por la Comisión de Orientación Revolucionaria de la Dirección Nacional del PURS.