2001: A Space Odyssey

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2001: A Space Odyssey
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Aventuras, Ciencia ficción | Bandera del Reino Unido Reino Unido, Bandera de los Estados Unidos de América Estados Unidos
2001 Una odisea del espacio.jpg
Nombre2001: Odisea del espacio en Hispanoamérica
2001: Una odisea del espacio en España
Otro(s) nombre(s)2001: A Space Odyssey
Estreno1968
GuiónStanley Kubrick, Arthur C. Clarke
DirectorStanley Kubrick
Producción GeneralStanley Kubrick
Dirección de FotografíaGeoffrey Unsworth
Director de ArteJohn Hoesli
RepartoKeir Dullea, Gary Lockwood, William Sylvester, Daniel Richter, Leonard Rossiter, Margaret Tyzack, Robert Beatty, Sean Sullivan, Douglas Rain, Frank Miller, Bill Weston, Ed Bishop, Glenn Beck, Alan Gifford, Ann Gillis, Edwina Carroll, Penny Brahms, Heather Downham, Mike Lovell, John Ashley, Jimmy Bell, David Charkham, Simon Davis, Jonathan Daw, Péter Delmár, Terry Duggan, David Fleetwood, Danny Grover, Brian Hawley, David Hines, Tony Jackson, John Jordan, Scott MacKee, Laurence Marchant, Darryl Paes, Joe Refalo, Andy Wallace, Bob Wilyman, Richard Woods
PremiosOscar por mejor efectos visuales
ProductoraMetro-Goldwyn-Mayer (MGM), Stanley Kubrick Productions, Polaris
PaisBandera del Reino Unido Reino Unido, Bandera de los Estados Unidos de América Estados Unidos

2001: A Space Odyssey (nombrada 2001: Odisea del espacio en Hispanoamérica y 2001: Una odisea del espacio en España) es una película dirigida por Stanley Kubrick y estrenada en 1968. Considerado por muchos como el mejor film de ciencia-ficción, es una de las películas más influyentes de la segunda mitad del siglo XX.

Libremente basado en un cuento del afamado Arthur C. Clarke, el argumento agrega episodios ambientados en diversos momentos históricos bajo la influencia de los misteriosos monolitos hasta convertirse bajo la rigurosa dirección de Stanley Kubrick en un ensayo metafísico y algo grandilocuente sobre los límites del ser humano y el futuro de la especie.

El film marca un punto de inflexión para este género en el cine, hasta entonces concentrado mayormente en historias de monstruos extraterrestres y científicos de cómic, y lo pone a la altura de su par literario. Como prueba de esta nueva relación, Kubrick y Clarke transformaron tan profundamente el relato original escrito por el segundo (llamado El centinela) que Clarke terminó creando una novela en paralelo con el guión.

Como suele ocurrir con los films de Kubrick ―probablemente con este más que ningún otro―, 2001: odisea del espacio representó un enorme salto en técnica cinematográfica. Sus decorados fijaron durante los 15 años siguientes la estética que un film del género debía tener, y su representación visual del espacio es impresionante aún para los estándares del cine actual. Esta obra ganó un merecido Oscar a los efectos especiales.

Pese a su elenco sin estrellas, su hermetismo narrativo y algunas críticas iniciales desfavorables, la apariencia experimental del film encontró un creciente respaldo en el espíritu rebelde e intelectual que las generaciones jóvenes de Occidente exhibían a finales de los años 60, hasta convertirse en una de las obras más taquilleras de 1968 en los Estados Unidos.

Argumento

El amanecer del hombre

En los albores de los tiempos, el hombre es tan sólo un primitivo mono que vive en grupo vagando por el desierto siempre en busca de comida y agua. Uno de estos grupos se pelea con otro por el control de una charca de agua, y lo pierden. El grupo perdedor se retira, y la noche cae. A la mañana siguiente, el grupo de homínidos se despierta, y se dan cuenta de que hay algo frente a ellos: un enorme monolito negro de forma rectangular, y puesto de pie. De él parecen surgir unos extraños sonidos sobrenaturales, parecidos a voces de ultratumba que poco a poco van subiendo de volumen. Los homínidos parecen sentirse atraídos, y acarician suavemente los lados lisos del monolito, mientras las "voces" suben de intensidad. Esa mañana, uno de los primates que juguetea con un hueso se da cuenta de que con él puede machacar, golpear y provocar daño. Ello le lleva a volver a la charca y moler a palos a uno de los primates del grupo rival, con lo que recupera de nuevo el control del agua.

Tres millones de años después, una nave surca en silencio el espacio. En su interior viaja el doctor Heywood Floyd (William Sylvester), y su destino es una enorme estación espacial con forma de rueda que se encuentra en órbita con la Tierra. Tras aterrizar en su interior, el doctor Floyd habla con su hija a través de un videófono y saluda a varios pasajeros rusos, en especial a un hombre que le pregunta por unos extraños sucesos ocurridos en la Luna. Allí se dirige, precisamente, Floyd en una lanzadera, después de terminar de hablar. Tras aterrizar en la base lunar de Clavius, el doctor da una pequeña conferencia en la que agradece la discreción con la que se ha llevado el ocultamiento del importante descubrimiento que ha tenido lugar allí. Ese descubrimiento nos es revelado después, cuando Floyd y algunos hombres, vestidos con trajes de astronautas, salen a la superficie lunar, y van a una excavación donde ha sido hallada una especie de monolito negro de forma rectangular, y, al parecer, de origen extraterrestre. Tras acariciarlo unos momentos, el grupo se dispone a hacerse una foto, cuando, de repente, un pitido potentísimo surge de los micrófonos de los astronautas, y que parece provenir del misterioso monolito.

Misión a Júpiter

El amanecer del hombre

Dieciocho meses después, la enorme nave Discovery Uno viaja hacia Júpiter con cinco tripulantes, tres en hibernación, dos despiertos, Dave Bowman (Keir Dullea) y Frank Poole (Gary Lockwood), y el ordenador más inteligente jamás construido, HAL 900, que gobierna la nave utilizando inteligencia artificial, lo que también le permite comunicarse con los humanos mediante el habla. La vida a bordo es monótona, comer, dormir, algo de ejercicio, hablar y jugar al ajedrez con HAL, comunicaciones de misión y personales con la Tierra y poco más.

Llegado un momento, HAL comienza a hacer preguntas y a tener conversaciones un poco fuera de lugar sobre la misión y durante una de ellas se autointerrumpe para anunciar un fallo en una unidad de comunicaciones que podría dar lugar a la pérdida de la conexión con la Tierra. Dave sale del Discovery en una de las pequeñas cápsulas y sale de ella en un paseo espacial para reemplazar la unidad teóricamente averiada. Cuando regresa al interior todos los análisis de la unidad son correctos y desde el control de la misión, con un ordenador gemelo a HAL, tampoco encuentran ningún fallo, lo que les hace sospechar de la fiabilidad de la computadora.

Dave y Frank se encierran en una de las cápsulas para hablar de ello, y para que HAL no les oiga, y debaten sobre la posibilidad de desconectarle, sin llegar a ninguna decisión. HAL 9000 vuelve a diagnosticar el fallo futuro de la unidad reemplazada, tomando la extraña decisión de volver a dejar la original para comprobar si acaba fallando o no, y a la vez confirmando los problemas de fiabilidad de HAL. En este caso es Frank el que sale a realizar la sustitución, pero cuando ha salido de la pequeña nave esférica, HAL toma control de ésta y la lanza sobre el astronauta, provocando la despresurización del traje espacial y enviándolo lejos del Discovery.

Dave no tiene claro qué ha pasado, HAL parece no saberlo tampoco y Frank no responde, por lo que corre a tomar otra de las cápsulas y sale en ella a rescatarlo. Con la nave a su mando, HAL provoca la muerte de los tres tripulantes hibernados. Dave consigue llegar hasta Frank, pero ya está muerto, así que lo recoge y regresa al Discovery, pero HAL le niega la apertura del hangar para que pueda entrar. Decide intentar una maniobra arriesgada que HAL no cree que pueda conseguir: abandona a Frank en el espacio, y entra por una puerta de emergencia. Dentro de la nave, Dave se dirige a la sala de memoria de la computadora y durante el recorrido, HAL parece querer explicar lo sucedido, exculpándose de todo y pidiendo que no lo desconecte. En la sala de memoria, Dave va desconectando todas las funciones de HAL una a una, mientras éste comienza a perder la voz y la mente, para terminar rememorando el día que fue inaugurado, y cantando, casi inaudiblemente, la canción "Daisy". Tras esto, "muere".

Inmediatamente, se pone en marcha una grabación que pone al corriente a Dave de la verdadera naturaleza de la misión: la investigación del destino de la señal emitida por un extraño monolito negro desenterrado en la Luna, dirigida, al parecer, a Júpiter.

Júpiter y más allá del infinito

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Dave Bowman llega, tras un tiempo, a los alrededores de Júpiter en el Discovery Uno, donde se puede ver un extraño monolito negro flotando en el espacio, y del que parecen surgir unas extrañas voces y gritos sobrenaturales. La cápsula se aproxima al monolito, y de una manera confusa, penetra en una especie de "agujero de gusano". Esto es un poco confuso, porque en el libro se deja claro que la cápsula entra dentro del monolito. Bueno, a partir de aquí Dave inicia el viaje más insólito jamás realizado. Él se limita a mirar por su ventanilla, y lo que ve es un viaje psicodélico a través de una dimensión llena de luces, colores y sonidos, que cambian de forma, aumentan y reducen la velocidad, y en los cuales no existen los conceptos de tiempo y espacio. Se pueden ver soles explotando y emitiendo llamaradas, galaxias contrayéndose y expandiéndose, mares de color verdoso y cielos azules y negros, llanuras rojas y rosas, nebulosas extrañas que se difuminan, estrellas son forma de diamantes, líneas y circunferencias de luz. Todo ello es captado por los ojos de Dave. La cápsula se detiene en lo que parece ser es una elegante suite de un hotel. Dave, al borde del colapso mental, no puede hacer otra cosa que seguir mirando fuera. Y afuera se encuentra un astronauta con el mismo traje que Dave... y no es otro que Dave, envejecido 15 años. Este Dave camina por las habitaciones, en las cuales se pueden escuchar sonidos lejanos. En una sala, hay un hombre anciano vestido de negro y comiendo. Es Dave, en la vejez. Cuando termina de comer, se dirige a la habitación, donde hay una lujosa cama. En la cama se encuentra un hombre viejísimo y agonizante (y ya no digo quién es), y ante él, a los pies de la cama, se encuentra de pie un misterioso monolito negro. Repentinamente, Bowman toma forma de feto dentro de su bolsa amniótica en su cama, pasando luego a flotar en el espacio sobre la Tierra en un apoteósico final que, como al principio, utiliza la música de "Así habló Zaratustra" de Richard Strauss

El rodaje

La filmación de estas escenas comenzó en marzo de 1966. Entre el giro de la centrifugadora, las cámaras de televisión, los reflectores y los micrófonos, el plató de Borenhan Wood no parecía un estudio de cine, sino la rampa de lanzamiento de Cabo Kennedy. Las operaciones eran tan complicadas, que fue preciso crear una especie de cuartel general, donde cuatro hombres coordinasen la actividad de un equipo de 106 personas. Y el plan de rodaje comenzó a retrasarse de forma ostensible. Estaba claro que 2001 no podría estrenarse en el plazo previsto.

Los 130 días de rodaje inicialmente calculados por Kubrick se duplicaron, luego se triplicaron. Y la filmación continuó durante todo el año 1967. Mientras el director iba resolviendo los problemas inmediatos de cada día, un equipo de técnicos inventaba incesantemente técnicas nuevas para rodar, por ejemplo, el viaje de la Discovery a Saturno; como no hubo forma de crear una imagen convincente de ese planeta, se eligió Júpiter y sus lunas como centro de la civilización que envió al centinela. Su único signo visible será ese centinela, que finalmente tomó la forma de un monolito negro. Inicialmente, y respetando la idea de Clarke, se pensó mostrarlo como un tetraedro. Pero esa figura no resultaba monumental, ni simple, ni fundamental; hacía pensar además en las pirámides del antigüo Egipto, que nada tenían que ver con la historia que 2001 pretendía contar. En un rasgo de intuición significativo, el monolito negro fue convertido en un paralelepípedo, esto es, una simple forma, sin que tal decisión tuviera una relación consciente con la Kaaba, la piedra negra sagrada de los musulmanes, cuyo origen se supone un meteorito, ni con los menhires de Stonehenge. Clarke descubriría más tarde la existencia de una secta budista que veneraba un negro bloque rectangular.

Kubrick decidió también en el último momento el diseño de HAL 9000, el supercomputador que es el sexto miembro de la tripulación de la Discovery. Su apariencia es anónima, una consola electrónica sin otro rasgo distintivo que un ojo rojizo, omnipresente, omnisciente. Lo que caracteriza a HAL es la voz, que debía prestarle el actor Martin Balsam. Al notar Kubrick que su voz era demasiado emotiva, hasta el punto de hacer redundantes sus escenas, la sustituyó por la de Douglas Rain, un actor canadiense contratado inicialmente como narrador; la voz de Rain, untuosa, paternalista y neutra, hizo de HAL el imprevisto y patético protagonista de 2001.

De eso se dieron inmediatamente cuenta los actores. "HAL era más humano que yo mismo", observó Keir Dullea, elegido por Kubrick para interpretar al cosmonauta Dave Bowman. Un actor alto, perspicaz, de característica mirada metálica, Dullea interpretó con agudeza las indicaciones de Kubrick, trató de mostrar a su personaje, un cosmonauta del siglo XXI, como "un hombre inteligente, muy preparado, solitario, alienado, no excesivamente imaginativo". En un toque indudablemente irónico, así es el hombre que acabará siendo el mesías del nuevo paso hacia adelante de la especie humana.

Banda sonora

2001: Una odisea del espacio significa en la filmografía de Stanley Kubrick, su primer paso encaminado a controlar el apartado musical de sus producciones. En sus anteriores películas la banda sonora estaba realizada por músicos de categoría que habían creado temas más o menos adecuados a las imágenes del film. Es el caso de Gerald Fried en sus primeras películas, de Alex North en Espartaco, 1960 de Bob Harris y Nelson Riddle en Lolita (1962) y de Laurie Johnson en Dr. Strangelove (¿Teléfono rojo? Volamos hacia Moscú, 1963). En 2001: Una odisea del espacio Kubrick]] inicia su peculiar selección de temas musicales que luego se extendería a sus posteriores films, como La Naranja Mecánica, 1972), donde es ayudado por Walter Carlos, Barry Lindon (1975) con adaptaciones clásicas a cargo de Leonard Rosenman, y El resplandor(1980), de nuevo con Walter Carlos.

Si Kubrick consiguió aciertos indiscutibles en ese campo, también es cierto que para 2001: Una odisea del espacio debió renunciar a Alex North, que ya había escrito su partitura, que permaneció escondida y olvidada durante muchos años, hasta que en 1993, de la batuta del gran compositor Jerry Goldsmith, fue grabada en los estudios de Abbey Road en Londres.

2001: Una odisea del espacio es un clásico indiscutible, la película definitiva sobre las atmósferas estelares, la obra maestra (y como tal, punto de partida para una oleada de imitaciones) de la ciencia-ficción espacial. Pero también lo es por su peculiar banda sonora, oscilante entre dos polos opuestos que fusionados no se repelen si no que consiguen el milagro de atraerse y envolver el film como un celofán transparente. Esos bornes son, por un lado, la música clásica en su sentido tradicional, y, por el otro, la vanguardia innovadora, el progresismo musical.

El técnico, el crítico o el espectador normal, podrían estar más de acuerdo con la visión fantasmal o ultramoderna de un mundo de astros y estrellas representada por la música de Ligeti, ya que al fin y al cabo es una música muy adecuada para insinuar esa sensación de vacío, ese temor a lo desconocido, esa soledad del hombre. Por ello, resultó más chocante que Kubrick optase por un vals vienés para arropar la suprema coreografía de los astros bailando, mientras las naves flotan -danzan- a su alrededor.

La gran curiosidad de la época fue el hecho de que Pink Floyd basara Echoes (un disco de 10 y un tema de 11) en la última parte del film, sobre la llegada a Júpiter. Y es que esos 24 minutos de canción son casi precisos con cada imagen del film en movimiento. Es sabido que Roger Waters quería hacer la banda sonora del film. Algo difícil, aunque no hubiese estado nada mal, pues Pink Floyd es considerada la mejor banda del Rock Progresivo Psicodélico de la historia.

Lista de pistas

  1. Obertura: Atmospheres(2:49), Gÿorgy Ligeti
  2. Título Principal: Así habló Zaratustra (1:41), Richard Strauss
  3. Requiem (6:33), Gÿorgy Ligeti
  4. Así habló Zaratustra (1:41), Richard Strauss
  5. El Danubio Azul (8:37), Johann Strauss
  6. Lux Aeterna (2:52), Gÿorgy Ligeti
  7. Gayaneh Ballet Suite (Adagio)(5:16), Aram Kachaturian
  8. Júpiter y más allá: Requiem, Atmospheres, Adventures (modificado). (15:13), Gÿorgy Ligeti
  9. Así habló Zaratustra(1:41), Richard Strauss
  10. Créditos: El Danubio Azul (8:37), Johann Strauss

Premios

Oscar

Año Categoría Receptor Resultado
1969 Mejor director Stanley Kubrick Nominado
1969 Mejor guión original Stanley Kubrick, Arthur C. Clarke Nominados
1969 Mejor dirección artística Anthony Masters, Harry Lange, Ernest Archer Nominados
1969 Mejores efectos visuales Stanley Kubrick Ganador

Curiosidades

  • Las posiciones y movimientos de las piezas de ajedrez fueron las de la partida jugada durante 1913 en Hamburgo entre Roesch y Schalge.
  • Se ha hablado bastante sobre el nombre de la computadora en la película, HAL, que si eran las letras anteriores a IBM por casualidad... Pero pocos saben que HAL significa también Hardware Abstraction Level, Nivel de abstracción de hardware y éste es el encargado de mostrarnos las famosas pantallitas azules que Windows muestra en los errores importantes.
  • Kubrick tenía varias toneladas de arena importada, lavada y teñida para las escenas de la superficie de la Luna.
  • Carecía de créditos al inicio de la película, algo absolutamente inusual en la época de su estreno (1969).
  • La pequeña niña que aparece en la película hablando con su papá por teléfono es una de las hijas de Kubrick.
  • Kubrick pagó 7500 dólares a la Vickers-Armstrong Engineering Group por una centrifugadora real (Kubrick quería que sus vehículos espaciales tuvieran gravedad centrífuga), de 12 metros de diámetro, que girando sobre un eje a la velocidad de 5 kilómetros por hora representaba parte del interior de la nave y su ingravidez.
  • Clarke Intentó, infructuosamente, convencer a Kubrick para que le permitiese publicar la novela antes de que la película fuera terminada.
  • Para hacer la película Kubrick estuvo 4 años junto a investigadores de la NASA para tener la seguridad de que todos los adelantos electrónicos y ordenadores existiesen en el verdadero 2001.
  • En la primera parte de la película, se puede ver un felino de la época comiéndose una cebra. La cebra era en realidad un burro pintado.
  • Uno de los monos de la secuencia de "el amanecer del hombre" es Danny Glover, el popular actor de la serie de "Arma Letal", en una de sus primeras apariciones en la gran pantalla.
  • La Luna se elaboró en los estudios teniendo en cuenta las fotografías de la NASA y con arena teñida de azul.
  • Originalmente estaba previsto que el Discovery fuese hacia Saturno, pero el equipo de Efectos Especiales no pudieron hacer un Saturno lo suficientemente realista, así que optaron por Júpiter.
  • El vestuario fue diseñado con los ojos puestos 35 años en el futuro.
  • Se rumorea que no se consiguió el Oscar al mejor maquillaje porque el jurado pensaba que los monos del principio eran... ¡REALES! El premio acabó llevándoselo "El Planeta de los Simios".
  • En la parte del principio de la película, "El Amanecer del Hombre", en un principio no eran monos sino una especie de "Hombre de Pekin", es decir el antecesor al Homo-Sapiens, así pues Stuart Freeborn (el maquillador de la película) hizo unos diseños impresionantes de hombres semidesnudos. El problema fue que Kubrick quería que se viesen los actores totalmente desnudos, pero la censura de la MGM no lo permitió, con lo que Freeborn hizo unas prótesis de maquillaje para esas partes sexuales, pero no convencieron a Kubrick. Se pensó en ponerles unos taparrabos, pero quedaba fuera de estilo, asi que Kubrick le dijo a Freeborn, que volviese a hacer todo el maquillaje basándose en simios.
  • Cuando HAL está siendo desconectado, canta la Canción "Daisy". "Daisy" fue la primera canción interpretada por una computadora no mecánica.

Fuentes