Aborígenes de Cuba

Aborígenes cubanos
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Los aborígenes cubanos. Los historiadores estiman que a la llegada de Cristóbal Colón a Cuba, la isla estuvo estaría habitada por unos 300 mil indios. Eran pacíficos y amistosos, y estaban agrupados en tres grupos principales: los guanatahabeyes y siboneyes no ceramistaS y los taínos; ceramistas. El clima noble, la variada flora con abundantes alimentos naturales desde frutas hasta tubérculos que aún hoy forman parte de la dieta de los cubanos como el boniato y la yuca y la inexistencia de animales peligrosos, favorecían de manera especial la vida de los pobladores originales del archipiélago. Entonces sólo los huracanes –cuyo paso desde luego era imposible de pronosticar- constituían una amenaza a la vida, pero aún frente a ellos existía el amparo protector de las cuevas.

Los guanatahabeyes
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Pertenecieron a la fase menos avanzada de las culturas aborígenes cubanas y se les considera los más primitivos pobladores del país. Aunque estuvieron muy extendidos, al momento de arribar los primeros europeos a Cuba se hallaban confinados al extremo oeste de la isla, en la zona del Cabo de San Antonio.

Las referencias históricas describen que utilizaban las cuevas y abrigos rocosos similares como refugio, y que se alimentaban de pescados y moluscos marinos, así como de algunas frutas que recolectaban.

En una carta de Diego Velásquez del día 18 de abril de 1515, se afirma: “…la viviendas de estos guanahatabibes es a manera de salvajes, porque no tienen casa, ni asientos, ni pueblos, ni labranzas, ni comen otra cosa sino las carnes por los montes y tortugas y pescado”.

La gubia de concha – su principal instrumento- y vasijas, martillos, picos e incluso adornillos de caracoles han sido encontrados en los residuarios guanatahabeyes de Cuba, y en menor cuantía cuchillos de pedernal y otros aperos de piedras que se supone utilizaran para machacar y preparar carnes y algunas comidas.

Los siboneyes
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Más avanzados que los guanatahabeyes, los siboneyes lograron formas simétricas y un mayor acabado de sus distintos instrumentos.

En la mayoría de los casos los obtenían a partir de conchas o piedras para construir morteros, percutidores, majaderos, cucharas e instrumentos de corte.

Alrededor del año 1500 se localizaban en lo fundamental al norte de la actual provincia de Villa Clara y en los cayos del norte conocidos como Jardines del Rey. También habitaban toda la franja costera sur de la región centro-este hasta el Golfo de Guacanayabo, y el archipiélago Jardines de la Reina, fundamentalmente dedicados a la pesca. Sin embargo, desde el punto de vista arqueológico los estudiosos les atribuyen una presencia casi generalizada por todo el país.

Los taínos

Al igual que sus parientes los siboneyes – a quienes según los cronistas de la época tenían subyugados- los taínos provenían de la vecina isla La Española, que hoy comparten la República de Dominicana y Haití. Localizados fundamentalmente en el centro y oriente de Cuba, los taínos fomentaron la agricultura y la alfarería, en las que lograron un alto nivel de desarrollo. Sus poblados comunales estructurados por caneyes y bohíos, indistintamente, eran pequeños pero bien organizados y el cacique era la máxima autoridad.

Las labores se distribuían en beneficio de todos, y así, mientras los hombres salían a cazar y pescar, para lo cual ya contaban con redes tejidas de algodón y anzuelos de espinas, las mujeres contribuían de manera decisiva a las siembras, la atención de los cultivos y las cosechas. También les estaban encomendada la producción alfarera, de finalidad utilitaria fundamentalmente cazuelas, burenes y otros, que utilizaban para cocinar los alimentos.

Se sabe que cultivaban el ají, el maní, el boniato, la yuca, de la cual producían el casabe –una torta de este tubérculo parecida al pan que todavía hoy se come en Camagüey y la zona oriental del país para acompañar las carnes-; el algodón, que utilizaban para hacer sus hamacas y redes y, además, el maíz y el tabaco, el cual consumían de preferencia asociado a distintas ceremonias.

En sus yacimientos se han encontrado gran cantidad de instrumentos de piedra como morteros, martillos y hachas, así como ídolos de distinta naturaleza lítica pero de gran belleza y perfección, y unas piezas de maderas preciosas tipo banquetas llamadas dujo que utilizaban los caciques para sentarse.

Desarrollaron además la cestería y la cordelería. Por su ubicación el este del país los taínos fueron los que más vinculados estuvieron a los duros procesos de conquista y colonización.

Con el inicio de los repartimientos y encomiendas en 1514, fueron sometidos a esfuerzos extraordinarios en labores de explotación, constructivas y agrícolas. El trabajo forzado, las matanzas de escarmiento, los suicidios masivos para salvarse de la crueldad con que algunos conquistadores emprendieron su misión, los éxodos a islas y cayos en los alrededores, y asimismo algunas epidemias de enfermedades atípicas hasta entonces, diezmaron considerablemente la población aborigen, cuyos únicos descendientes actuales en Cuba se encuentran en zonas intrincadas de Guantánamo próximas a Yateras.

La historia recoge enfrentamientos organizados contra los españoles y los nombres de los caciques Hatuey y Guamá, como los primeros rebeldes cubanos.

Fuentes

http://www.google.com.cu/search?q=Aborigenes+cubanos&hl