Acadios

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Acadios
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Territorio de Acadios
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Principales ciudadesMosopotania

Acadios. Los acadios representan uno de los pueblos antiguos que habitaron la región de la Mesopotamia. Varias civilizaciones se desarrollaron en la región del Creciente Fértil entre los ríos Tigris y Éufrates. Por lo tanto, además de los acadios, habitaron el lugar los pueblos sumerios, asirios, caldeos, hititas y amonitas.

El Imperio Acadio

El Imperio Acadio creo el primer reino unificado mesopotámico del que se tiene noticia, hace más de 4.000 años. Antes de la aparición de los acadios, Mesopotamia estaba formada por muchas ciudades-estado, cada una de las cuales tenía su propio rey, territorio y ciudades. En el sur de Mesopotamia vivían los sumerios, mientras que el norte lo ocupaban gente de habla semita. Se trataba de una lengua bastante distinta de la hablada por los sumerios, pero aparte de esta característica los habitantes del norte eran parecidos a sus vecinos sumerios. En torno a 2334 a.C., un funcionario de lengua semita de la Corte del rey de Kish, una de las ciudades-estado mesopotámicas, derrocó a su soberano y asumió el poder real. Se llamó a sí mismo Sargón (cuyo significado es rey verdadero) y desde Kish se dirigió contra el más poderoso monarca de la región, Lugalzagesi, señor y rey de Uruk. Sargón consiguió derrotarlo y luego atacó y venció a tres ciudades más en el sur de Mesopotamia: Ur, Lagash y Umma, derribando sus murallas. Después siguió avanzando con su ejército hasta llegar a las orillas del golfo Pérsico y, para demostrar que su autoridad desde Kish hasta el golfo, lavó las armas de su ejército en las saladas aguas.

El poder del Imperio Acadio

Los acadios gobernaron su imperio con la ayuda de un poderoso y despiadado ejército (el rey Sargón tuvo 5.400 soldados). Los acadios derribaban las murallas de las ciudades que se rebelaban y masacraban a todos sus ciudadanos. Muchos monumentos de piedra muestran a soldados acadios cargando el botín y llevándose a los prisioneros para ser asesinados.

El poder de Sargón se basó en un cambio radical del sistema de gobierno que los sumerios habían utilizado tradicionalmente.

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Los sumerios habían gobernado sus ciudades nombrando gobernadores de entre las principales familias originarias de esas mismas ciudades. Sargón, en cambio, prefirió nombrar gobernadores acadios, que eran enviados a las ciudades con órdenes reales. Al transformar las ciudades-estado sumerias en una potencia militar, Sargón difundió la cultura sumeria por todo el Oriente Medio. El cuneiforme fue adoptado ampliamente como sistema de escritura y el acadio se convirtió en la lengua semioficial de Mesopotamia y Oriente Medio.

La religión de los Acadios

Los acadios practicaban una religión politeísta que tenía muchos puntos en común con la de otras civilizaciones mesopotámicas, como la de los sumerios. Así, nos encontramos en primer lugar con una organización política y social donde la religión era muy importante, donde existía una poderosa carta sacerdotal y donde el gobernante era considerado como el representante de los dioses en la Tierra. Los dioses de la mitología acadia estaban, en general, relacionados con los diferentes fenómenos naturales y la explicación de las formas de vida vinculadas a la sociedad acadia. Los dioses que componen la mitología acadia son muy numerosos, pero se pueden considerar como los más importantes los siguientes: An o Anu: El dios An era el dios del cielo y también estaba considerado como el gobernante supremo de todos los dioses, encontrándose también bajo su mando diferentes fenómenos relacionados con los cielos, como las estrellas y las constelaciones. Como ocurre en otras mitologías, como la griega, donde el dios del cielo Urano se describía de la misma manera, en la mitología sumeria An era representado como una cúpula celeste que cubría la Tierra. Los acadios heredaron de los sumerios esta representación del dios del Cielo que, como dios supremo, también tenía bajo su mando el destino del resto de los seres celestiales y divinos. Por lo tanto, entre sus atribuciones más importantes, también se encontraba la de juzgar los delitos humanos y divinos que se cometían e imponer castigos por ellos. Enlil o Bea: El dios Enlil hace su aparición como un dios de destacada importancia no solo en la cosmología acadia, sino también en la de otras culturas relacionadas, como la sumeria, la asiria, la babilonia o la hitita. Enlil era el dios asociado a los vientos, a las tempestades y a la respiración. Enlil es también el padre de varias divinidades naturales, como el dios de la luna o la diosa del trigo. A causa de la relación tan cercana de Enlil con el mundo de la agricultura, al considerarse el responsable de las tormentas y, como consecuencia de ello, también de la lluvia, fue uno de los dioses más destacados del panteón acadio. Sin o Nanna: Sin era el dios de la luna del panteón acadio, que recibe el nombre de Nanna en el sumerio. Era el dios principal de la ciudad de Ur, por lo que, durante el periodo de predominio de esta ciudad-estado, alcanzó una preeminencia que pudo rivalizar con la del anteriormente citado dios An. Sin también tenía la importante adjudicación de dios de la sabiduría y de las artes relacionadas, dada la relación de la luna con el saber de la astronomía y las adivinaciones astrológicas, aspectos extremadamente importantes en la cultura mesopotámica. Utu: Utu era el dios acadio del Sol. El concepto del sol tenía gran importancia en una sociedad de base agraria como era la mesopotámica, pese a que el dios Utu se ve superado en importancia por otros dioses, como el mencionado dios An. También estaba considerado como el dios de la justicia y la verdad, dado que el sol todo lo ve y todo lo sabe. Ishtar: La diosa Ishtar es una de las diosas mesopotámicas más conocidas en la actualidad por los famosos restos que de monumentos dedicados a ella se conservan en el Museo de Pérgamo de Berlín. La diosa Ishtar era la diosa de la fertilidad, el amor, el sexo y también la guerra pasional e iracunda. Existen muchos mitos relacionados con esta popular diosa y con sus numerosos amantes e, incluso, se ha relacionado su culto con rituales de prostitución sacra, aunque es un punto que todavía no se ha demostrado claramente. Como en todas las civilizaciones antiguas, la fertilidad era un aspecto fundamental para la vida, la economía y la organización social, por lo que Ishtar se considera una diosa muy popular. Asimismo, se considera que Ishtar es una divinidad paralela a otras diosas de otras mitologías del mundo antiguo como la diosa semítica Astarté o la Afrodita griega. Otros dioses importantes del panteón acadio fueron Enki o Ea, el creador del hombre o el dios Shamash, vinculado también al culto al sol.

Principales características de los acadios

Cultura

La cultura del pueblo acadio se basa en la construcción de ciudades, con la presencia de imponentes templos y palacios. En general, el arte acadio contempla los dioses y animales. La escritura de este pueblo era cuneiforme, transcribiendo varias obras literarias de los sumerios.

Religión

La religión de la mayoría de los pueblos de Mesopotamia se basó en el politeísmo, es decir, la adoración de varios dioses. Es interesante observar que, incluso después de su muerte, el rey era adorado como un dios. Por lo tanto, los acadios creían que el rey era un representante directo de los dioses.

Política

El rey era la figura que controlaba la mayor parte de los asuntos jurídicos y políticos del imperio. Bajo un estado centralizado, los acadios tuvieron dificultades para mantenerse imperio con varias campañas militares, y se debilitaron después de la muerte del rey. Era un gobierno teocrático con el rey como figura central de todo.

Economía

La base de la economía era la agricultura acadia, favorecida por las inundaciones de los ríos Tigris y Éufrates, que enriquecieron el suelo de la región. En aquella época no existía moneda y, por tanto, algunos productos eran utilizados como moneda de intercambio en el trueque, por ejemplo, los metales y la cebada.


Fuentes