Alfonso IV

Alfonso IV
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Alfonso IV de Aragón el Benigno.jpg
Nacimiento 2 de noviembre de 1299
Nápoles
Fallecimiento 24 de enero de 1336
Barcelona, Bandera de España España

Alfonso IV de Aragón, el Benigno. Rey de Aragón, de Valencia, de Cerdeña, rey titular de Córcega y conde de Barcelona, entre 1327 y 1336.

Datos biográficos

(?, 1299 - Barcelona, 1336). Rey de Aragón. Segundogénito de Jaime II y de Blanca de Anjou, accedió al trono por renuncia de su hermano mayor, Jaime. Reinó entre 1327 y 1336. En el terreno internacional, los aspectos más relevantes de su gobierno fueron: el comienzo de reunificación de los dominios catalanoaragoneses dispersos en el Mediterráneo, la alianza con los musulmanes del Norte de África y la lucha defensiva contra el reino de Granada. Desde el punto de vista interno, la mayor parte de sus energías se van a consumir en la lucha contra la nobleza.

Alfonso IV va a iniciar una política de reunificación de los dominios dispersos en el Mediterráneo, obra que proseguirá su hijo Pedro IV. La Influencia en Sicilia arrancaba de fines del siglo anterior; Mallorca estaba regida por descendientes de la casa real aragonesa; Atenas y Neopatria, en Grecia, se hallaban en manos de aventureros catalanoaragoneses; Córcega y Cerdeña habían sido adjudicadas a Aragón por el Tratado de Anagni (1295). Alfonso IV comenzó tratando de incorporar efectivamente a estas dos últimas islas, lo que no fue fácil, dada la ayuda que corsos y sardos recibieron de Pisa y Génova, fundamentalmente la segunda, principal rival comercial de la Corona de Aragón en el Mediterráneo. El dominio efectivo de Cerdeña y Córcega está plagado de sublevaciones, como la de Sácer (1329). El monarca promovió la repoblación de Cerdeña con catalanes, valencianos y aragoneses (1329-1330), siendo ayudado fundamentalmente por la nobleza, que tenía intereses económicos en las islas. La medida fue acompañada por una reorganización administrativa.

En apoyo del comercio mediterráneo, firmó sendos tratados de alianza con los reyes musulmanes de Bugia y Túnez (1329).

Por último, la lucha defensiva contra el reino de Granada vino impuesta por el ataque (1331) que los granadinos efectuaron por el reino de Valencia, tomando Orihuela y Elche. La reacción de Alfonso IV fue fructífera, desembocando en el tratado de paz que se firmó en 1335.

El problema interno más sobresaliente será el descontento, una vez más, de la nobleza, tanto aragonesa como valenciana. La presión de la aragonesa había remitido algo respecto a los reinados anteriores, si bien su ideario y reivindicaciones (ampliación de su poder, oposición a la fuerza de la nobleza catalana y extensión de su autoridad en el reino de Valencia) seguían latentes, aunque acomodados a las nuevas circunstancias. Es, sin embargo, la nobleza valenciana la que daría ahora muestras de una mayor actividad, al protestar por la política real consistente en la concesión de varias villas y castillos a los hijos de Leonor de Castilla, segunda esposa del rey, hijos que tenían cerrado el camino al trono por Pedro, luego Pedro IV, fruto del primer matrimonio del rey con Teresa de Entenza. Al revocar Alfonso IV tales donaciones (1332), se ensanchó la sima abierta entre los partidarios de la reina y los del infante Pedro. La nobleza aragonesa se pondrá de parte de este último, quien, poco después de alcanzar la corona, se decantará hacia los catalanes, cuyo peso específico dentro de la Corona de Aragón era más importante. Es entonces cuando los nobles aragoneses resucitarán la Unión Aragonesa y, en consecuencia, la guerra civil.

Fuentes