Alfredo Méndez Aguirre

Alfredo Méndez Aguirre
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Fecha de nacimiento1 de diciembre de 1870
Lugar de nacimientoCienfuegos, Bandera de Cuba Cuba
Fecha de fallecimiento29 de junio de 1932
Lugar de fallecimientoCienfuegos, Bandera de Cuba Cuba
NacionalidadCubana
CampoFisiología o Medicina

Alfredo Méndez Aguirre. Cirujano. Destacada personalidad médica y social en Cienfuegos en el primer tercio del siglo XX. Director del Hospital Civil y del Sanatorio Purísima Concepción de la Colonia Española logrando transformaciones, mejoras, ampliaciones y aperturas de nuevos servicios realizados en ambos centros bajo su guía y orientación. Se destacó durante la epidemia de influenza en 1918.

Síntesis biográfica

Nacimiento y primeros estudios

Nació en Cienfuegos el 1 de diciembre de 1870, siendo bautizado el día 23 de febrero de 1871 con los nombres de Eligio Alfredo en la Iglesia Parroquial de la Villa, hermano del tambien reconocido Ceferino Antonio Méndez y Aguirre. Sus padre fueron el Sr. Ceferino Méndez y Viejo, natural de Luarca, Asturias, y la Sra. Celestina Aguirre y Ramírez, natural de Cienfuegos. Estudió las primeras letras en la escuela que dirigía el Sr. Luis A. Ramos y la enseñanza superior en el Colegio San Rafael. Después pasó a estudiar la Segunda Enseñanza en el Instituto Provincial de La Habana, donde se graduó de bachiller en el año 1888.

Estudios universitarios

Estudió la Carrera de Medicina y Cirugía con extraordinario aprovechamiento en la Universidad de La Habana y al terminar estos estudios obtuvo el título de Doctor en ambas disciplinas con la calificación de sobresaliente, según consta en su título, expedido el día 2 de febrero de 1895. En este mismo año se traslada a París con el objetivo de perfeccionar sus conocimientos quirúrgicos, especialidad hacia la que se sentía inclinado desde sus años de estudiante en el Hospital Nuestra Señora de las Mercedes, y una vez allí, ingresa en el laboratorio del doctor Paul Peirier, que era el jefe de los trabajos anatómicos de la Facultad de Medicina, siendo nombrado preparador en dicho laboratorio, donde estuvo cuatro años.

Vida profesional

Regresa a Cienfuegos en 1899 y es nombrado médico municipal en el mes de febrero, renunciando a dicho cargo en 1904. También es nombrado médico honorario del Hospital Civil en el año 1900 por la Junta de Patronos de dicho centro. Comienza una labor ininterrumpida de elevar la calidad de los servicios, tanto desde el punto de vista de médico honorario, como posteriormente, cuando ocupo la Dirección del Hospital. Corrobora lo anteriormente señalado el hecho de que donara al Hospital un esterilizador de su propiedad y de esta forma se desecha la antigua practica, seguida hasta entonces, de hervir el material quirúrgico en una lata con agua. Este equipo esterilizador fue el primero que tuvo la Provincia de Las Villas, pues solo existía uno igual en la Clínica del Doctor Gabriel Casuso en La Habana. Actúa como Secretario de la Comisión de Enfermedades Infecciosas, creada en nuestra ciudad por los doctores Carlos J. Finlay, Juan Guiteras Gener y José A. López Del Valle, con motivo de haberse presentado un brote de Fiebre Amarilla en el año 1907. Una vez yugulado el brote, retorna a sus ocupaciones habituales y en el año 1908 es nombrado Médico Municipal Forense, renunciando al año siguiente, cuando se le ofrece la plaza de médico de visita del Hospital Civil.

Director del Hospital Civil

En el año 1908 es nombrado Director Interino de este establecimiento benéfico y en 1911 obtuvo el nombramiento de Director en propiedad del mismo. Comienza entonces una etapa fecunda en su vida, pues sin abandonar la profesión médico-quirúrgica, se consagra enteramente a la gestión administrativa y desde allí despliega una labor profunda, de constante mejoramiento de la institución. Ya desde sus inicios en el Hospital como médico honorario, el doctor Méndez asistía gratuitamente a sus pacientes quirúrgicos, aspecto que por su importancia social, le ganaron la simpatía y el respeto de toda la ciudad, en premio a su desinterés y a la dedicación siempre presente en su trabajo. Una de sus primeras innovaciones fue la creación de una sala, en el año 1912, para los Veteranos de la Guerra de Independencia, iniciativa que mereció la felicitación del Centro de Veteranos de Cienfuegos quienes le otorgaron un Diploma de reconocimiento por esta acción.

Epidemia de influenza de 1918

Fue creada una Comisión de trabajo y fue nombrado Presidente y Delegado de Beneficencia de la Secretaría de Sanidad en Cienfuegos y en cuyo cargo prestó muy apreciables servicios, mereciendo, por su humanitaria actuación, que el Ayuntamiento de Cienfuegos, al celebrarse las fiestas en conmemoración del Centenario de la Fundación de la ciudad, el 22 de abril de 1919, le otorgase una medalla de oro y un diploma en justo reconocimiento a sus laudables empeños. Al hacer referencia a esta epidemia es justo también reconocer el trabajo realizado por el cuerpo médico de Cienfuegos, que junto al doctor Méndez, no escatimaron recursos, ni esfuerzos, para atender al gran número de enfermos que a diario se presentaban. Algunos de los que más se destacaron fueron los doctores Manuel Leal Catalá, Sotero Ortega Bolaños, Oscar Alcalde Ramos y Manuel Altuna Frías. También mención aparte merece la labor realizada por la enfermera Victoria Brú Sánchez, Superintendente de la Escuela de Enfermeras, que enfermó y falleció en nuestra ciudad el día 7 de diciembre de 1918. Una vez vencida la terrible epidemia se reinician las actividades de modernización del Hospital Civil. Otras reformas también logradas por sus incansables gestiones fueron la instalación de un Laboratorio Clínico, una Sala para realizar las Autopsias y la terminación del departamento Radiológico, lo cual hizo que el Hospital Civil de Cienfuegos se encontrara a la altura de cualquier otro centro hospitalario de la capital.

Sanatorio de la Colonia Española

En 1905 fue nombrado médico de visita de la Casa de Salud Purísima Concepción, que posteriormente se convertiría, en el año 1908, en el Sanatorio de la Colonia Española; fue nombrado Subdirector del mismo en el año 1911 y Director en 1918. Siendo Subdirector del Sanatorio, aplica por primera vez en nuestra ciudad, el famoso producto 606 (Salvarsán), considerado en aquellos momentos el tratamiento más efectivo para la Sífilis. En 1922 se le tributa un homenaje inusual, pues se le impone al pabellón número tres, destinado a los Servicios Quirúrgicos, su nombre, constituyendo este hecho un honor que muy pocas personas han recibido en vida. El acto de imposición del nuevo nombre se efectuó el 25 de julio de 1922. Fue el primero en nuestra ciudad, y uno de los primeros en Cuba, que utilizó en la práctica quirúrgica los guantes de Chaput, que habían sido traídos por el Doctor Juan Oscar Hernández de los Estados Unidos, tras su estadía en la Clínica de los Hermanos Mayo.

Cirujano ejemplar

Fue un gran cirujano, no operaba casos, ni afecciones, sino a personas, al pie de la cama, desde el preoperatorio, hasta el alta del paciente, seguía la evolución paso a paso. Entre sus triunfos más relevantes se encuentra la extirpación de un quiste gigante del ovario que pesaba más de veinte libras, y que contenía aproximadamente quince litros de líquido. La resección de este quiste la practicó en quince minutos, según se reseña en la prensa local. Además, fue el introductor de la cirugía mayor en Cienfuegos, pues fue el primero que realizó apendicectomías en 1916, aplicó por primera vez la técnica de la prostatectomía suprapúbica, en la que fue reconocido como un artífice. Acometió operaciones de mama, mastoides y de cirugía ginecológica, como la histerectomía subtotal u operación de Kelly, de la que también fue el introductor y de constante ejecución en su práctica en la ciudad. También realizó numerosas cesáreas. El 14 de febrero de 1914 realizó una trepanación de cráneo a Mercedes Bofill, hija de un médico militar español, que resultó todo un éxito. El 5 de febrero de 1916 efectúa la primera gastroduodenostomía de que se tiene noticias en Cienfuegos, y en el año 1922 realiza varias apendicectomías, histerectomías subtotales y suturas del diafragma por heridas toracoabdominales, resecciones intestinales y varias prostatectomías. Fue uno de los más capaces cirujanos del país en su tiempo como lo demuestra el hecho de haber pertenecido a prestigiosas instituciones internacionales de la medicina, tales como el Colegio Americano de Cirujanos, la Sociedad Cubana de Cirugía y de otras Sociedades a las que pertenecían profesionales de elevada y reconocida capacidad profesional. También fue Presidente del Liceo y del Colegio Médico Municipal.

Hombre público

Busto a Alfredo Méndez en el Parque Martí
No fue sólo un médico entregado a su profesión, sino que sus intereses rebasaron ese marco, trabajando también en otras esferas por el bienestar de su ciudad. Fue una persona honrada, íntegra, que pudo enorgullecerse no solamente con su profesión, sino también con cargos públicos, donde fue proverbial su actuación; fue elegido Alcalde Municipal en el año 1906, pero a los dos meses renunció por no haber dado su consentimiento, como primera autoridad local, para que se practicase el juego, en garitos públicos, por gentes que disponían de poderosas influencias políticas. Sus firmes principios morales y su profundo respeto a la sociedad cienfueguera de entonces, tan firme como su amor a la Medicina, no le permitieron transigir y se retiró. No obstante el poco tiempo que duró su gestión, en el área de la Salud Pública introduce algunas reformas, tales como: reorganiza los Servicios de Sanidad y suprime cargos innecesarios, introduce cambios en el sistema de asistencia médica hospitalaria, en la asistencia a domicilio, en las consultas de los médicos municipales y en las Casas de Socorros. El pueblo de Cienfuegos le rindió un merecido y muy especial homenaje al erigir, en el parque Martí de nuestra ciudad, un busto en su nombre.

Últimos años y muerte

Desde mediados de los años 20, comienza a presentar problemas de salud, provocados en parte, por el intenso trabajo desplegado durante muchos años de una vida dedicada a su profesión y a las múltiples responsabilidades que asumió. Su estado fue empeorando paulatinamente y ya en los últimos años se refugia en su domicilio y fallece de una grave enfermedad cardiovascular el día 29 de junio de 1932, a los 62 años de edad.

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