Angiofluoresceingrafía

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Angiofluoresceingrafía
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Qué es la angiofluoresceingrafía

La angiografía en general es una prueba de imagen que permite visualizar los vasos sanguíneos y requiere para ello de sustancias de contraste que, al circular por ellos, permitan la observación de su forma, grosor, trazado y permeabilidad. Una angiofluoresceingrafía es realmente una angiografía pero realizada sobre la red de vasos del fondo del ojo (retina) y con una sustancia colorante especial denominada fluoresceína (de color rojo-anaranjado) Ojos de una mujer.


La angiofluoresceingrafía permite ver los vasos del fondo de ojo

Por qué se utiliza una sustancia fluorescente

Este tipo de angiografía no emplea rayos X, como las otras angiografías, porque la imagen es fotografiada directamente gracias a la luz de fluorescencia de la sustancia empleada y gracias a que la red de vasos de la retina es la única parte del árbol circulatorio que podemos ver de modo directo. Por eso no se requieren radiaciones que penetren al interior del cuerpo, como son los rayos X u otras.

Cómo se realiza esta prueba

La prueba dura unos 20 minutos y es bastante sencilla. Consiste en administrar un midriático (sustancia que dilata la pupila) al paciente y colocarlo frente a un aparato (cámara de hendidura) que fija la cabeza al apoyar la barbilla y la frente en él, y que nos permite observar con detalle el fondo del globo ocular (retina). El paciente debe estar completamente quieto intentando no mover los ojos ni parpadear.

Cuando vemos el fondo del ojo, inyectamos la fluoresceína en una vena del brazo, esperando a que se difunda por todo el aparato circulatorio, lo cual sucede en cuestión de pocos minutos. Cuando llega la sustancia a los ojos, se toman fotográficamente imágenes seriadas del progresivo rellenado de los vasos retinianos con dicha sustancia. Existe la posibilidad también de hacer la prueba sin inyectar el colorante. Para ello se le dan al paciente unas cápsulas con la fluoresceína (una de 500mg por cada 15 kilos de peso) unos 30-45 minutos antes de hacer la prueba. La modalidad finalmente empleada (inyectada u oral) dependerá del protocolo y costumbre de cada centro sanitario.

Qué tipo de enfermedades se pueden diagnosticar con esta prueba

La angiofluoresceingrafía nos permite ver si hay alguna obstrucción en algún vaso sanguíneo del fondo del ojo (trombosis retiniana) o si hay formas o trazados anormales de las arterias retinianas. Es también enormemente útil para diagnosticar enfermedades oculares como la degeneración macular (deterioro grave de la zona central de la retina), el desprendimiento de retina, los microaneurismas retinianos (dilataciones anómalas de los vasos de la retina), o ciertas complicaciones de determinadas enfermedades, como la diabetes (retinopatía diabética) o la hipertensión (retinopatía hipertensiva).

Qué pasa después de haber hecho la prueba

En los pacientes que no tengan problemas renales graves la fluoresceína será eliminada por el riñón sin mayor problema en el transcurso de un día. No se asuste del color de la orina, la cual adquiere un color amarillo-verdoso debido a la sustancia. Por otro lado es aconsejable evitar exponerse de modo directo al sol durante las 24 horas siguientes a la prueba, pues la fluoresceína es una sustancia que puede fotosensibilizar la piel y producir manchas en la misma.

Qué riesgos comporta la angiofluoresceingrafía

En algún caso puede producir náuseas, sensación de picor de garganta o de sabor raro al inyectarse la fluoresceína, pero tales síntomas no suelen tener importancia. La prueba no es de especial riesgo, salvo en el caso de que se tenga alergia importante a la fluoresceína, lo cual es muy poco frecuente, afortunadamente.