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Revisión del 18:39 16 sep 2015

Angiomas Infantiles
Información sobre la plantilla
Angioma iNFANTILES.jpg
Región más común:Piel

Angiomas Infantiles: Son tumores benignos de origen vascular detectados con mayor frecuencia en la edad pediátrica. Se localizan en la piel y pueden, en ocasiones, estar debajo de ella, ocasionando bultos y deformidades más o menos llamativas. Los hemangiomas suelen aparecer en el momento de nacer o en las primeras semanas. Durante los primeros meses, hasta los 9 meses aproximadamente, experimentan un crecimiento.

¿Cómo evolucionan?

  • Fase proliferativa: dura hasta los 9 meses de edad. Durante este tiempo crecen a veces de una forma muy llamativa. En esta fase aparecen la mayoría de las complicaciones, como la ulceración.
  • Fase de involución: puede prolongarse hasta los 7-10 años. El hemangioma va desapareciendo paulatinamente de forma espontánea. A menudo, hasta en un 50% de los casos, quedan secuelas más o menos evidentes.

Tratamiento

El tratamiento debe individualizarse basándose en el tamaño de la lesión, la morfología, la localización, el ritmo de crecimiento, la presencia o posibilidad de complicaciones, la desfiguración estética, la edad del paciente y el tiempo de evolución del hemangioma El fármaco que más se utiliza ahora es el propranolol, un beta-boqueante muy conocido desde hace unos 50 años. La indicación para los hemangiomas infantiles es más reciente, desde el año 2008. También se pueden emplear los corticoides orales o en crema, fármacos como imiquimod tópico y los láseres. En algunas situaciones puede ser necesaria la cirugía, a veces para mejorar las secuelas que dejan ciertos hemangiomas que no han terminado de involucionar completamente. El objetivo debe ser conseguir la máxima mejoría antes de los 3 años de edad, momento en el que empiezan la escolarización y el niño empieza a ser consciente de lo que tiene. Es muy importante el tratamiento precoz para evitar secuelas o complicaciones como las úlceras y desarrollo posterior de cicatrices o deformidades.

Diagnóstico diferencial

En la mayoría de los casos, el diagnóstico es clínico, basado en el examen físico y el interrogatorio. En una minoría de los pacientes, el diagnóstico no es tan simple y se requieren estudios complementarios por imágenes o biopsia. Debe tenerse en cuenta que un tumor de este tipo, ya sea superficial, mixto o profundo, es blando, indoloro, con leve aumento de temperatura, no pulsátil y con las características ya explicadas en cuanto a su historia natural de aparición en las primeras semanas de vida y proliferación seguida de estabilización e involución. Cuando no se cumplen estas características, se debe sospechar que puede tratarse de otra patología. En los diagnósticos diferenciales, los métodos por imágenes más adecuados para evaluar las anomalías vasculares son la ecografía Doppler y la resonancia magnética (RM). La elección del estudio depende de las características clínicas de la lesión, incluidos su tamaño y localización.

Complicaciones

El compromiso de la vida de un paciente por sangrado, insuficiencia cardíaca o insuficiencia respiratoria puede darse, pero es excepcional. Las complicaciones más frecuentes son la ulceración, el compromiso de funciones vitales, como la oclusión ocular, y la deformidad estética. La ulceración, la complicación más frecuente, se presenta en el 5% a 15% de los casos y siempre requiere tratamiento. Los tumopres con mayor riesgo de ulcerarse son los mixtos, de gran tamaño y distribución segmentaria, o los localizados en ciertos sitios anatómicos, como el labio inferior, la región retroauricular, la columela nasal, el cuello y la región perineal. En un 80% de los casos, se observa un blanqueamiento temprano central en el HI antes de la ulceración.

Fuentes

  • Hoornweg MJ, Smeulders MJC, Ubbink DT, van der Horst CM, et al. The prevalence and risk factors of infantile haemangiomas: a case-control study in the Dutch population. Paediatr Perinat Epidemiol 2012;26:156-62.
  • Kilcline C, Frieden IJ. Infantile hemangiomas: how common are they? A systematic review of the medical literature. Pediatr Dermatol 2008;25:168-733. Kanada KN, Merin MR, Munden A, Friedlander SF. A prospective study of cutaneous fndings in newborns in the United States: correlation with race, ethnicity, and gestational status using updated classifcation and nomenclature. J Pediatr 2012;161:240-54. Mulliken J, Young AE. Vascular birthmarks: hemangiomas and vascular malformations. Philadelphia: WB Saunders; 1988.
  • Moroz B. Long-term follow-up of hemangiomas in children. In: Williams HB, ed. Symposium on Vascular Malformation and Melanotic Lesions. St Louis, Mo: CVMosby; 1983. Págs.162-71.