Anteros
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Sumario
Anteros en la Mitología Griega
En la mitología griega, Anteros es el dios del amor correspondido y la pasión. Es hijo de Afrodita y Ares. Se cuenta en una leyenda que Cupido (Eros), el dios del amor, no crecía. Su madre, la diosa Afrodita, se sorprendió así que fue a consultar al oráculo de Temis, a lo que se le respondió: El amor no puede crecer sin pasión Afrodita siguió sin entender esta respuesta hasta que nació su otro hijo Anteros. Dado que éste era el dios de la pasión, Cupido pudo crecer como un niño normal. Más tarde, cuando ellos dos se separaron, Cupido volvió a su forma de un tierno bebé. Tenía cuatro hermanos; Fobos que representaba al pánico, Eros el dios del amor y atracción sexual, Deimos el cual representaba el terror y el pavor, e Himero que era la personificación de la lujuria, y dos hermanas; Adrestia la diosa de la revuelta, la justa retribución y el equilibrio entre el bien y el mal, y Harmonia diosa de la concordia y armonía. Anteros en lugar de provocar que la gente se enamore locamente, adopta una visión a más largo plazo de las relaciones y atrae emociones más profundas y menos caóticas. Esta cualidad representativa del dios griego se explora poco en la mitología. Sin embargo, su alegoría no pasa inadvertida y se presenta en un pasaje breve que le ganaría la categoría de dios vengador. En la antigua Grecia, para ser más precisos en la ciudad de Atenas, se le veneraba gracias a su don de vengar el amor no correspondido. El ateniense Meles, burlándose del amor de Timágoras, le pidió que subiese a la cima de un risco y se arrojará al vacío. El joven, enamorado y dispuesto a hacer lo que fuera por su amado, así lo hizo. Anteros, al mirar el acto vil y cruel del ateniense, hizo que Meles sintiera tal remordimiento por la muerte de Timágoras que provocó que se arrojara del mismo acantilado a su muerte.
EL dios del amor Eros y Anteros
Afrodita en el momento que se da cuenta de que su hijo, seguía muy pequeño al pasar del tempo, se sintió preocupada y se dirigió a buscar ayuda con su hermana Temis, le dice que “El amor no podrá crecer sin pasión”, viéndose en la necesidad de balancear las fuerzas eróticas y conducirse a los influjos del querubín. En ese momento Afrodita decide tener a otro hijo y engendra a Anteros con ayuda de Ares, el cual su destino fue complementar a su hermano y ascender a la corte Venusina. Cuando Eros y Anteros se encuentran, el primero puede crecer y equilibran así las fuerzas del amor. Sin embargo, la figura de Anteros cobra relevancia cuando, al percatarse de los problemas que causa su hermano a los amantes que no son correspondidos por sus amados, usa su poder para vengar a las víctimas de este desdén. Mientras Eros representa el flechazo unilateral, Anteros es el símbolo del deseo de ser correspondido. El amor debe ser mutuo para que la pasión, y el sentimiento puedan surgir. Así, esta cobra un importante papel en el que describe la realidad en el amor de nosotros los seres humanos, se debe percibir fácilmente por el amante y el amado, donde se muestre un fuerte compromiso esto es totalmente necesario y un acto de madurez para lograr un exitoso vínculo amoroso Mientras la figura de su hermano encarna el gran impulso de amar o la atracción erótica que se despierta en uno por el otro, sin necesidad de una respuesta de una muestra de amor, Anteros es el amor multi dimensional que permite el crecimiento mutuo. Anteros tenía una descripción similar a Eros, era representado algunas veces con una maza dorada o flechas de plomo, sus alas estaban emplumadas y comparando las de una mariposa a diferencia de las de su hermano que parecían de un ave. Ambos hermanos eran parte de un grupo de dioses con alas llamados Erotes, compañeros de su madre Afrodita.
Anteros en la Actualidad
El mito de Anteros, para le época de hoy día ya está olvidado, representa una figura antropomorfa del amor humano, se un sentimiento intenso, celoso al tacto ajeno, de la piel del otro. Evaluando su contraparte en la mitología romana es Eros o conocido como Cupido, quien representa el día de hoy la imagen del día de San Valentín y refleja esa angustia de un flechazo mal dirigido, Anteros es también una digna imagen de las múltiples aristas y planos que conforman al amor. Cupido es la voz unívoca decepcionada e inmadura; Anteros, el amor dual, encendido y próspero.
