Antisocial

Antisocial
Información sobre la plantilla
9,16 KB
Concepto:Quien adopta una conducta que es contraria a las normas aceptadas por una sociedad

Antisocial. Trastorno de la salud mental que se caracteriza por el desinterés hacia otras personas.

Definición

Por lo general se menciona como antisocial a quien adopta una conducta que es contraria a las normas aceptadas por una sociedad. Su comportamiento, por lo tanto, supone un riesgo para la convivencia y para la armonía en el seno de la comunidad.

Personas antisociales

Para comprender el concepto de antisocial, primero hay que analizar otras nociones. Es indispensable saber que se llama sociedad al grupo de individuos que viven en un mismo territorio bajo reglas en común.

Una regla, en tanto, es un precepto que debe cumplirse o respetarse ya que se encuentra convenido en el conjunto: los miembros de la sociedad acuerdan regirse por dichos principios. Aquel que viola la norma, pues, comete una falta.

Cuando alguien es antisocial, rechaza el cumplimiento de estas pautas. Así realiza acciones que constituyen una infracción a lo acordado socialmente. Lo habitual es que el Estado, como garante de la paz social e institución responsable de organizar la vida en sociedad, haga uso del monopolio de la fuerza para castigar al infractor.

Diferencias con los asociales

En el lenguaje coloquial, muchas veces antisocial se usa como sinónimo de asocial. Sin embargo, ambas palabras refieren a cuestiones diferentes.

Como ya indicamos, el antisocial no acepta las reglas que regulan el funcionamiento de la sociedad. De hecho, suele combatirlas. El asocial, en cambio, no se integra a la comunidad, manteniendo vínculos acotados o nulos con el resto de las personas.

El sujeto asocial no se siente motivado para adoptar una participación social activa. Eso lo lleva generalmente a optar por la soledad o el aislamiento, o a interactuar con un número reducido de seres humanos.

Lo usual es que la condición de asocial se vincule a un tipo de personalidad o a un trastorno psicológico. El antisocial, por el contrario, suele sustentar su accionar en una ideología o en una postura política, posicionándose activamente para luchar contra el orden social.

Control y castigo de los individuos antisociales

Aquel que es antisocial puede evidenciar su perspectiva o actitud de distintas maneras. En algunos casos, a través de hechos menores que no tienen gravedad y que solo son censurados desde la ética.

De todos modos, el antisocial puede atentar contra la concordia y contra la organización social cometiendo delitos. Destruir elementos del espacio público, impedir el normal funcionamiento de las instituciones estatales y cercenar los derechos de los demás son acciones de esta clase.

En ocasiones, los sujetos antisociales pueden agruparse y coordinar sus actividades. Supongamos que una asociación anarquista se propone impedir el desarrollo de una sesión parlamentaria, ya que considera que lo surgido de la asamblea oprime a la población. En este caso, los anarquistas se reúnen en la puerta del Congreso y comienzan a arrojar piedras. Frente a esta conducta antisocial, la policía inicia un operativo de represión y detiene a los manifestantes. La fuerza de seguridad, con esta decisión, salvaguarda el desenvolvimiento institucional e incluso la democracia.

.==El trastorno antisocial de la personalidad. Más allá de la conducta. ==

  • Las personas con un trastorno antisocial manifiestan una conducta gravemente irresponsable. Se trata de conductas dirigidas al incumplimiento de las normas que para la sociedad son directrices del funcionamiento cotidiano.
  • Sus pensamientos están dirigidos por la forma en la que pueden conseguir sus objetivos inmediatos. De nuevo, saltarse las normas que imperan en la sociedad es necesario si la persona no se dirige por pensamientos más a largo plazo.
  • El principal objetivo de las personas afectada por un trastorno antisocial es evitar ser controlado por los demás, se resisten a cooperar. Y esperan de los demás una inmediata sumisión. Necesitan verse a sí mismos como fuertes e independientes en un mundo hostil (“si no soy el agresor, puedo ser la víctima”). Muestran una conducta agresiva con facilidad.
  • Se caracterizan por tener pocas habilidades interpersonales y escasas habilidades sociales ya que actúan de forma inapropiada pudiendo hacerlo de otra forma, por ejemplo roban el coche de su padre cuando podían habérselo pedido. Sin embargo otros tiene unas excepcionales habilidades sociales que usan para manipular y engañar a las demás personas.
  • Las personas antisociales poseen una capacidad de mentalización «fría»: se acercan a comprender las emociones de la otra persona, pero no sienten al otro. Sus conductas no están dirigidas por emociones como la gratitud o la empatía. No siente los derechos de los demás, lo puede reconocer y comprender, pero no sentirlos.
  • No se pueden poner en la piel de la otra persona, no contemplan una visión del mundo que no sea la suya propia. La creencia subyacente de que siempre tiene la razón hace improbable que se cuestione sus acciones. Comportamientos oposicionistas.
  • Son personas que discuten con facilidad, se resisten a cooperar en sociedad y provocan peleas.
  • La persona antisocial se ve a sí misma como inteligente, persistente pero obligado por las circunstancias. Comportamientos impulsivos.
  • Ve las dificultades que tienen con los demás como independientes de su conducta, por eso se creen víctimas de sistemas hostiles, injustos y prejuiciosos. Comportamientos culpabilizadores hacia los otros. Se pregunta cómo es posible que el otro le haya cometido tal afrenta.
  • Incluso las tareas de la vida diaria pueden suponer graves problemas a estas personas, por ejemplo ir a trabajar supone enfrentarse a muchas frustraciones que la persona antisocial no está dispuesta a tolerar. Perciben muchas situaciones en la relación con los otros como humillantes y su conducta se dirige hacia el abandono de la relación.
  • Les cuesta perseguir un objetivo que no le ofrezca gratificaciones inmediatas. No planean su vida en función de objetivos a largo plazo que sean capaces de dirigir su momento actual, por el contrario en función de lo que puede ofrecerles satisfacción de una forma inmediata sin pensar en las consecuencias. Así no puede evaluar los daños que ocasionan en los demás con sus conductas o en ellos mismos.
  • Es por ello, por lo que no toleran el aburrimiento, si no hay futuro, es difícil tolerar una situación presente vacía de estimulación. Es fácil entender en este contexto el uso de las drogas como dispensadoras de momentos presentes de placer. En el trastorno antisocial son muy frecuentes las conductas adictivas y los comportamientos que ponen su vida y la de los otros en peligro.
  • Las personas antisociales utilizan la ira y el enfado para controlar a los demás. También les gusta ofrecer una imagen peligrosa y agresiva a la sociedad para que les respeten y dar la sensación de que son personas a las que hay que tomarse en serio. Comportamientos arrogantes.
  • El trastorno antisocial se manifiesta en una alta necesidad de activación que le lleva a muchas conductas impulsivas que pueden poner en riesgo su salud (por ejemplo las drogas), y las de los demás.
  • Se sienten libres de hacer lo que quieren cuando ellos lo deseen con la única limitación de las normas policiales o del miedo a la venganza y castigo que puede venir de sus adversarios. A veces estos controles tampoco son suficientes para frenar su conducta. Esto no quiere decir que todos los antisociales sean delincuentes, aunque la probabilidad de delinquir sea mayor en este tipo de personalidades que en otras.
  • Su deseo es liberarse de todas las limitaciones incluyendo las relaciones personales, como también las responsabilidades, las rutinas y las normas. Lo que la sociedad y los otros pueden denominar falta de responsabilidad para la persona antisocial es signo de libertad y autonomía.
  • El trastorno antisocial supone una ausencia de remordimiento que justifican con su pasado, donde nadie tuvo consideración de ellos y por tanto ahora ellos no tiene porqué tenerla con los demás. Si sintiesen culpa esto les haría ser débiles y fácilmente controlados por los demás.
  • Considera que la otra persona está ahí para dañarle y explotarle, así que las personas antisociales no pueden confiar en nadie. La confianza dentro de nuestra sociedad es signo de ingenuidad para el antisocial.
  • Su flagrante incumplimiento de las normas sociales no se produce solamente ante evidentes delitos, también actúan en grandes empresas o instituciones donde se aprovechan de los otros accediendo a puestos de gran responsabilidad.

Fuentes