Antonio López Coloma
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Antonio López Coloma (Juan Gualberto Gómez, 17 de enero de 1858 - La Habana, 26 de noviembre de 1896) fue un luchador incansable por la libertad de Cuba.
Inicios
Fue bautizado en la parroquia del pueblo natal bajo los nombres de Antonio de Jesús Esteban López Coloma. Fue primero telegrafista y luego colono. Apasionado de la independencia de su Patria muy pronto comenzó a conspirar en su provincia y en la ciudad de La Habana, formando parte en la preparatoria de la insurrección de 1895.
La lucha
Al autorizarse el levantamiento para el segunda quincena de febrero de 1895, Coloma, en compañía de uno de los jefes de la conspiración, Juan Gualberto Gómez, y de otros conjurados, salió de Alturas de La Habana Matanzas en tren para descender en el paradero de Ibarra (en la provincia de Matanzas) y dirigirse a la finca La Ignacia (12 km al suroeste de la actual localidad de Jagüey Grande), que tenía el título de arrendatario propio de López Coloma.
Allí se encontraban los cincuenta rifles y diez mil tiros destinados a pertrechar a los que iniciarían la guerra en la comarca.
Aquel fue el lugar escogido por sus condiciones para el levantamiento.
Combates
Esa misma noche del 23 de febrero de 1895 estaba en marcha la insurrección y en la casa de vivienda de La Ignacia permanecía montada la guardia con centinelas por tres parejas hasta el amanecer del siguiente día: sin embargo los refuerzos anunciados no llegaron. El 24 de febrero de 1895, a las seis de la mañana, partió a la ciudad de Matanzas en un tren con tropas españolas que ya estaban enteradas de la insurrección.
López Coloma tomo el mando del grupo, que en total eran 14, no contaban con caballos suficientes y montaron de dos en dos y cada uno cargaba con tres rifles, por lo que el movimiento se hizo difícil para aquellos valientes guerreros.
Detención y ejecución
Fueron sorprendidos por el tren español enviado desde la ciudad de Matanzas, en la vía férrea entre Guanábana e Ibarra.
Aunque el combate no comenzó en esos momentos, las situaciones de los iniciadores de la lucha se hacía cada vez mas difícil. El 25 de febrero acamparon en el cuabal de Santa Elena, un lugar lleno de malezas a 22 km al este de la villa de Santa Clara. Allí, el 28 de febrero de 1895 fueron definitivamente atacados, y en compañía de otros sublevados ―entre ellos su novia Amparo Orbe― López Coloma fue hecho prisionero.
Desde que Coloma cayó prisionero en el cuabal de Santa Elena hasta el instante del 26 de noviembre de 1896 en que fue ejecutado, se puso de manifiesto sus principios cuando en La Cabaña (sitio del suplicio de los independentistas) le apuntaron para fusilarlo, López Coloma solo gritó: «¡Viva Cuba libre!».
Aunque este levantamiento fracasó, la muerte gallarda de aquellos revolucionarios y especialmente de López Coloma fue una compensación brillante de aquel descalabro.
Fuentes
- Archivos del Museo Municipal del municipio Unión de Reyes.
- Diccionario enciclopedico de Historia militar de Cuba.
