Antonio Manuel Matos Díaz

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Antonio Matos
Información sobre la plantilla
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Escultor encargado de crear la Roca Eterna, la que guarda los restos de Fidel Castro
NombreAntonio Manuel Matos Díaz
NacimientoSierra de Cristal, Bandera de Cuba Cuba
NacionalidadCubana
CiudadaníaCubana
OcupaciónEscultor
Obras destacadasRoca Eterna

Antonio Manuel Matos Díaz. Escultor encargado de dar forma a la piedra que guarda los restos del comandante Fidel Castro Ruz en Cuba.

El nombre del hombre que esculpió la Roca Eterna, solo podía ser revelado por las Fuerzas Armadas Revolucionarias.

Escultor

El hombre que le dio forma de grano de maíz a la piedra donde el 4 de diciembre de 2016 quedo guardada la historia de Cuba, nació hace en Naranjo Agrio, un asentamiento de la Sierra Cristal, aunque es un lugar muy aislado, la Revolución también llego hasta allí. El café es el cultivo representativo de esa zona, y también el sembrado en las jardineras que rodean la Roca Eterna.

Antonio Matos forma parte del Complejo Histórico Revolución, proyecto integrado por los trabajadores de la unidad 1 de Construcciones Militares de Santiago de Cuba.

La roca

La piedra se localizó al sureste de la cordillera de la Sierra Maestra, concretamente en el límite del gran Parque Nacional conocido como Macizo Montañoso Gran Piedra, en sus estribaciones existe la pradera de las esculturas.

El peso bruto de la piedra superaba las 60 toneladas, pero además de la localización y el posterior traslado, una de las etapas más difíciles fue despreciar una capa granítica muy grande que cubría la piedra, que le permitiera el trabajo en la roca maciza al escultor, el granito dura miles de años, es resistente y sólido como la Revolución Cubana

Equipo de trabajo

Antonio Matos, formó parte del equipo para crear el sitio funerario que atesora las cenizas del revolucionario cubano, trabajo junto al arquitecto Eduardo Lozada y el inversionista Mariano Lambert

Escultura

Fue mucho tiempo el que se necesito para culminar esta tarea, seis años de trabajo duro, en el momento del deceso de Fidel, aún no estaba terminada, porque todavía no se había colocado en Santa Ifigenia los diecinueve balaustres que rodean la Roca, en representación de las columnas del Ejército Rebelde y similares a la del mausoleo de Martí en Dos y aunque el escultor hubiese deseado esperar muchos años más para darle uso a su Roca Eterna, se empeño en finalizar su obra ya que el momento que tantos cubanos temían había llegado.

Aislamiento necesario

Antonio Matos estuvo aislado en un área especial de unos 400 metros cuadrados, a la cual solo tenían acceso seis personas, mientras trabajaba en la escultura. Dificultades no le faltaron. Entre ellas, la selección de la piedra fue uno de los momentos más estresantes. El monolito utilizado como sepulcro de los restos de Fidel Castro pesaba alrededor de veinticuatro toneladas.

En tal situación de aislamiento y silencio necesarios, Antonio Matos tuvo seis años para pensar mientras tallaba, limaba asperezas y pulía, recordaba mucho como vivieron sus padres y abuelos, en bohíos de pisos de tierra y techo de guano y tenía la seguridad de que estaba cumpliendo con su legado. Cumplir con esta misión fue como retribuirle a la Revolución, todo lo que ella le había regalado, el hecho de poder trabajar como escultor y demás cosas que no podría haber hecho antes del triunfo revolucionario

Cada centímetro de esa Roca está dedicado a toda una generación de cubanos, a una familia campesina. A la humildad con la que asumió ese honor, de haber sido seleccionado para esta creación histórica sin precedentes, donde sus manos fueron capaces de realizar una escultura que además de ser valorada por millones de personas en todo el mundo, en ella estaría recogida toda la gloria de este mundo

Un grano de maíz

Nadie tuvo la intención de transformar la Roca Eterna en un grano de maíz. Tampoco fue deseo del Comandante en Jefe considerarse tan glorioso como para personificar aquella sentencia martiana, repetida tantas veces durante los días posteriores a su fallecimiento. Sin embargo, es una alegoría dada por el propio pueblo cubano. Y ya eso no se puede cambiar.

Todo el mundo la ve como una obra emblemática, lo es desde su nacimiento. La cantidad de personas que visita ese altar sagrado de la Patria que es Santa Ifigenia, se debe más a que van a visitar la tumba de Fidel. Allí va gente de todas las denominaciones en el mundo y el país, de distintas afiliaciones políticas. Madres con hijos que van allí, como a la Iglesia del Cobre, para darle gracias a Fidel.

Fuentes

http://www.trabajadores.cu/20181128/el-holguinero-que-esculpio-la-piedra-de-fidel/

http://www.radiorebelde.cu/de-cuba-y-de-los-cubanos/toda-gloria-mundo-cabe-fidel-20171203/